Un conjunto de viviendas como testimonio del sitio
Los alumnos de la Universidad de Morón proyectaron un complejo de 30 viviendas en el área del Delta. El proceso de diseño estuvo movilizado por la búsqueda de un carácter específico que definiera la relación con el medio.
Memoria descriptiva
El Delta Sewing (costura del delta) es un conjunto de viviendas que propone una forma de habitar en constante relación con su entorno. Desde el inicio, su proceso de diseño estuvo movilizado por la búsqueda de un carácter específico que diera testimonio de su lugar de implantación, es decir, que no pudiera moverse a otro lugar geográfico sin perder su dinámica. De esta manera, el edificio se resuelve en una trama estructural de madera que se filtra por los pastizales del humedal. Las viviendas, al igual que los espacios comunes, son delimitadas por paños transparentes de vidrio y por una trama de parasoles verticales que brindan otra variable de permeabilidad frente a la luz y al paisaje.
Para acercarse más al entorno, cada vivienda tiene acceso a una plataforma propia a un metro de la tierra, a la cual se podrá acceder como expansión o para sembrar, en el momento que el humedal lo permita. De esta forma, el edificio se expande o se retrae bailando al compás de la hidrografía del lugar.
En lo que respecta a la orientación, para aprovechar al máximo la luz solar el conjunto está distribuido de manera tal que todas las habitaciones se disponen al Noreste.
A modo de propuesta laboral, para sacar partido de todo el potencial de las características del lugar, se propone como actividad principal el cultivo de arroz (planta que se desarrolla perfectamente en zonas inundadas).
Por esto mismo, además de las plataformas propias de cada vivienda, la ciudadela cuenta con un espacio común para el secado y otro para el horneado y el almacenamiento de los granos.
Comentario de la cátedra
Dentro del marco teórico propuesto por la UM FADAU y el TIL llamado Utopías Sociales, el Taller Integral de Arquitectura trabajó en 2017 en el Delta del Tigre. Nuestro fundamento como taller de arquitectura es adoptar el sitio en su totalidad como región geográfica y desde una mirada global, aun trabajando en una pequeña parcialidad seleccionada.
Se tomaron dos tipos de paisajes, ambos tienen que ver con el agua: espacios de proximidad con el río signados por su relación con lo fluvial, el delta y los humedales, pero sobre tierra firme; y otro dominado por la condición de agua donde pequeños complejos flotantes establecen su relación con el paisaje próximo a través del agua y sus condicionantes. Ambos contienen un espacio de naturaleza agrícola y productiva.
Estas dos posibles localizaciones, unidas a estrategias de producción y a demandas sociales específicas, determinan un grupo de habitantes conglomerados en una especie de comunidad, de no más de 30 viviendas y con necesidades de organización y autoabastecimiento que transformen a lo que podría ser una decisión lateral, el aprovechamiento de recursos y energía, en un sistema primario de funcionamiento.
Cada grupo trabajó con uno de estos dos lugares, generando sistemas de relaciones entre las tipologías que reconozcan las diferencias y singularidades de cada uno de ellos. Tanto en la organización y distribución de las partes como en la selección de los sistemas productivos para cada lugar.