Nuevas reglas.
Los proyectos oficiales para la actualización del Código Urbanístico y el Código de Edificación ya están en la Legislatura. La semana pasada se realizó la primera reunión participativa.
Ya tuvo lugar la primera reunión de debate por las reformas a los códigos urbanísticos y de edificación.
Desde hace un mes aproximadamente, los proyectos de reforma del Código Urbanístico (a cargo de Carlos Colombo, Subsecretario de Planeamiento) y del Código de Edificación (dirigido por Rodrigo Cruz como Subsecretario de Registros, Interpretación y Catastro) adquirieron estado parlamentario. Luego de dos años de desarrollo por parte del Poder Ejecutivo porteño, finalmente se consolidó una propuesta oficial que ya fue elevada a la Legislatura para su tratamiento.
Así se cerró una fase preparatoria para dar inicio a la etapa de discusión y consolidación de propuestas. Las entidades profesionales y diversos actores vinculados con la construcción siguen el tema con cierta inquietud, porque sienten que no fueron escuchados en las mesas de trabajo previas y que, al tener mayoría en el recinto, el proyecto oficial podría salir sin cambios que ellos consideran estratégicos.
“El Consejo volvió a convocar a los profesionales que habían trabajado en la comisión que el año pasado elaboró un informe con una serie de propuestas para aportar al Nuevo Código Urbanístico y que no han sido considad explica la arquitecta Margarita Charriere, miembro del equipo de profesionales conformado por el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU) para el seguimiento de este tema. Y agrega: “El jueves 3 de mayo nos reunimos con representantes del Gobierno de la Ciudad suponiendo que nos convocaban para dar una devolución de los aportes que el Consejo había presentado en agosto de 2017. Pero no pasó nada de eso, no hubo resultados concretos”.
Para la especialista, el Nuevo Código Urbanístico (NCU) carece de unicidad: “Está planteado por retazos y no como un ‘traje a medida’ para la ciu como se refiere Colombo”.
En esta nueva etapa del proceso, Charriere adelanta que el CPAU va a insistir con su postura propositiva. “Desde el consejo pensamos hacer una síntesis de última hora para plantear mejoras puntuales y la posibilidad de incorporar algún tema que no esté considerado. Será de carácter propositivo con la presentación de algún escrito en las audiencias públicas”, detalla.
Por su parte, el viernes 4 de mayo la presidenta de la Comisión de Planeamiento, la legisladora Victoria Roldán Méndez, convocó a la primera reunión participativa sobre el NCU para que los interesados en el tema se puedan expresar. “De este primer encuentro con vecinos, comuneros y diputados nos llevamos muchas propuestas para evaluar en la Comisión. Estas reuniones se van a repetir en un esquema de horarios accesibles para facilitar la participación”, expresó Roldán Méndez. Y adelantó que en dos semanas tienen previsto realizar otra reunión de similares características para tratar temas referidos al NCE.
Estas convocatorias abiertas no deben confundirse con las dos Audiencias Públicas obligatorias. La primera de ellas se realizará después de la primera lectura de la Ley.
En tanto, los 15 diputados que intederadas”,
gran la Comisión mantienen reuniones con los responsables del Poder Ejecutivo que encabezaron el proyecto de reforma, todos acompañados por sus asesores. En ellas a veces también se suman representantes de la Defensoría del Pueblo.
La Comisión está llevando adelante el análisis de ambos Códigos capítulo por capítulo y, según explica la legisladora, el avance actual no permite establecer cuáles son los temas de mayor conflicto y aquellos que han logrado mayor consenso.
Sin embargo, las voces en disconformidad se enfocan en temas diversos. En la primera reunión participativa, un miembro del Consejo Profetiona sional de Ingeniería Civil (CPIC), insistió en la conveniencia de que el Certificado Urbanístico sea solicitado como requisito indispensable (el proyecto de reforma lo plantea como optativo), ya que hace a la seguridad pública. “Un profesional debe acreditar que la obra o instalación que se pretende realizar y que la actividad que se pretende localizar cumplen con lo establecido en el Código”, destaca el CPIC. Al respecto, Roldán Méndez señaló a la audiencia que este tema ya está en revisión.
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires también estuvo representada en la reunión. Se presentó un documento en el que cues- la falta de instrumentos que imposibiliten la vulneración de derechos que la institución promueve y garantiza. En particular, la ausencia de un Modelo Territorial que sirva de base para la propuesta de modificación del código vigente. “El NCU no incorpora en sus contenidos lo relativo al espacio público -salvo aspectos aislados referidos a la vía pública y espacios verdes-, destaca el documento. Asimismo, sostiene que la propuesta gubernamental de generalizar la mixtura de usos en toda la Ciudad no garantiza el resultado deseado. Se observa la necesidad de identificar áreas homogéneas de la Ciudad y definir gradientes y mixturas de usos acordes a los patrones de constitución que caracterizan las áreas identificadas.
El debate en torno al NCE también promete polémica. Los integrantes del Consejo del Plan Urbano Ambiental firmaron un dictamen con fuertes críticas al proyecto gubernamental. “Las principales consideraciones de carácter conceptual que fueran expresadas en anteriores informes de este cuerpo colegiado no fueron recogidas en el documento final que ahora se pone nuevamente a nuestra consideración”, reclaman. Y advierten: “Este Código pretende adoptar el enfoque internacional moderno en materia de normativa de edificación como son los Códigos basados en prestaciones u objetivos. (...) Analizado el texto puesto a consideración de este cuerpo se observa que nada de eso se ha alcanzado, su objeto no es claro y mucho menos sus alcances”. En su opinión, el nuevo texto no establece nuevos estándares, los cuales dejan supeditados a una futura reglamentación y abre la puerta a la discrecionalidad por parte de los desarrolladores y transfiere competencias propias de la Legislatura a favor del Poder Ejecutivo.
“El código está para ser debatido”, enfatiza Roldán Méndez en relación a un proceso que se extenderá al menos hasta fin de año. «
“” El Nuevo Código Urbanístico (NCU) está planteado por retazos y no como un “traje a medida” para la Ciudad como refiere Colombo, del Gobierno porteño. Margarita Charriere “” El NCU no incorpora en sus contenidos lo relativo al espacio público, salvo aspectos aislados referidos a la vía pública y espacios verdes. Defensoría del Pueblo “” Las principales consideraciones al Nuevo Código de Edificación que fueran expresadas en anteriores informes no fueron recogidas por el documento final. Consejo del Plan Urbano