Panorama. Referentes del sector inmobiliario hace un análisis en relación al déficit habitacional.
La suba del dólar y la inflación son los principales obstáculos para la configuración de un mercado sustentable. Las expectativas del sector.
Cada año se reúnen en BATEV profesionales relacionados con el mercado inmobiliario y la construcción. Es el momento en que se mide la temperatura del sector de cara a lo que resta del año y el siguiente, cuando se habla de la coyuntura pero también de las expectativas descartadas y de las que todavía vale la pena sostener. El jueves 7, a partir de las 15, se desarrollará el clásico Ciclo de Conferencias AEV en el que este balance de mitad de año se revelará a través de temas como financiamiento, productos y la disertación de Iván Kerr, secretario de vivienda. La suba del dólar será una de las cuestiones centrales, así como el alcance que tendrá para el sector la aprobación de la ley de Financiamiento Productivo. También conocida como ley de Mercado de Capitales, su importancia se debe a las herramientas de financiación que ofrece a las pequeñas y medianas empresas, como gran parte de las desarrolladoras.
Uno de los oradores será Gustavo Llambías, socio de RED Developers y vicepresidente de la AEV. En diálogo con ARQ, el empresario adelantó su opinión sobre la actualidad. “La coyuntura de estas últimas semanas no escapa a la situación general de la economía, con el agravante de que para un negocio de inversión a largo plazo como el inmobiliario, las turbulencias y la incertidumbre producen una inmediata postergación de las decisiones”. Carlos Spina, Gerente Comercial de Argencons, coincide con esta idea: “Creo que los proyectos que se habían vislumbrado con los créditos UVA y los préstamos intermedios van a demorarse porque la toma de decisión del comprador será más lenta”. Y detalla: “Los créditos UVA se encarecieron por el au- mento de tasas y la inflación, que no baja. Eso hace que la vivienda sea menos accesible”.
Para Spina aún falta un tiempo para poder evaluar las consecuencias. “En líneas generales, luego de algunos días de corrida cambiaria - o corrección de tipo de cambio, porque la verdad es que veníamos retrasadosveremos cuánto demorarán los costos en acomodarse; si se se recomponen en su totalidad o no, pero a corto plazo descomprimió un poco los costos en dólares a la venta”.
Más allá de la situación puntual, Llambías aporta una mirada positivo en comparación con las políticas
del gobierno anterior. “Estamos transitando el segundo año de un cambio profundo del mercado, que se inicia con la aparición de los créditos en UVAS para el consumidor final, se refuerza con la oferta de crédito intermedio al desarrollador y ahora con la aprobación de la ley de Financiamiento Productivo. Todos estos instrumentos son los que hemos venido reclamando desde hace años para el sector, y significan una clara mejoría con respecto a su ausencia por casi 20 años”, agrega Llambías. Para el desarrollador, no hay que perder el foco sobre el grave déficit habitacional que padece la Argentina - faltan 1.250.000 unidades, según sus datosy es por eso que le parece válido mencionar “la Década de la Vivienda”, como el período mínimo necesario “para regularizar un mercado complejo y muy desatendido”. En la AEV declaramos iniciada esa década el año pasado, por lo que falta mucho por hacer pero entiendo que estamos en el camino correcto”, resalta.
Llambías destaca que desde ese organismo están trabajando con las autoridades competentes “para eliminar trabas innecesarias al desarrollo, sobrecostos de impuestos y tasas evitables. Por supuesto, también revisamos toda nuestra gestión empresarial para volver a atender a la clase media con productos adecuados a sus demandas, a sus posibilidades de pago y con precio fijo en UVAS, lo cual significa una importante reconversión luego de años de atender a los sectores más acomodados, a través de fideicomisos al costo”.
En este sentido, Spina considera que el cimbronazo de la economía puede haber despertado dudas en aquellos desarrolladores que se orientaron al nuevo consumidor final. “Quizá ahora vuelvan a aparecer los proyectos pensados para el inversor porque los tenedores de dólares salieron fortalecidos”.
Por lo pronto, desde las entidades bancarias sostienen que mantendrán las líneas de crédito, incluso las destinadas a desarrolladores. El Banco Provincia, por caso, lanzó sus préstamos intermedios en diciembre. María Laura Calle, Gerente de Emprendimientos Inmobiliarios, señala que “se están evaluando pros- pectos que se corresponden con desarrollos residenciales localizados en la provincia de Buenos Aires, bajo el modelo Project Finance, lo que significa que el diseño de la estructuración financiera se adecúa al negocio que plantea cada emprendimiento. Es un traje a medida con algunos lineamientos base que se correspon- den con el financiamiento del 60% del costo directo de obra - pudiéndose extender al 70 %- con un plazo máximo de 36 o 48 meses - plazo de obra más 12 meses para el repago- a una tasa de UVA+ 8 puntos y garantía hipotecaria”.
Para finalizar, Llambías analiza los puntos que faltan para lograr una solución definitiva al problema de la falta de vivienda. “La medida principal que necesita el sector no es distinta a la que necesita la economía toda y es bajar la inflación. Con los niveles actuales, aún con crédito, se dificulta el desarrollo y el acceso de los potenciales clientes”.
La flamante aprobación de la ley de Financiamiento Productivo es un aliciente para que las desarrolladoras se animen a invertir.
A pesar del clima de incertidumbre, los bancos mantienen su oferta de créditos hipotecarios y de préstamos para desarrolladores.