Jardín maternal con programa definido por los alumnos
La cátedra aportó pautas generales y luego los grupos de trabajo debieron completar el programa de necesidades en base a su propio análisis. La propuesta plantea un sistema que ordena el aparente desorden volumétrico.
La implantación y el perfil urbano que propone el proyecto contempla adaptar los bordes propios a las tensiones del sitio, a los límites y vacíos de los edificios linderos, a la vez que establecer un diálogo con la plaza a la que se enfrenta a través de vacíos y placas. Por otro lado, las cubiertas inclinadas que caracterizan al barrio, de carácter residencial y con un fuerte corte pintoresquista, encuentran un quiebre en el nuevo edificio, que no resigna su contemporaneidad.
El lenguaje y el carácter, marcados por la oposición material entre el hormigón y el metal, y la predominancia del eje horizontal ( interrumpido por el volumen vertical que alberga funciones administrativas) dan cuenta de la organización funcional del proyecto y los usos. Se define, así, un polo público en planta baja configurado por los espacios de uso comedor- biblioteca- sum.
En un juego de relaciones entre llenos y vacíos, el volumen en voladizo - funcionalmente resuelto a modo de ludotecano solo marca la disposición de cuatro módulos de aulas, también plantea, a través de una sustracción, el vacío en torno a la circulación vertical.
Por último, el esquema modular empleado acentúa la idea central del proyecto: el desarrollo de actividades grupales y lúdicas dentro de una volumetría pura, y la compensación de la horizontalidad a través del quiebre visual vertical, donde la estructura, la organización funcional, el lenguaje, y la espacialidad conforman una unidad.
Comentario de la Cátedra
La relación arquitectura- contexto y la conformación de espacios públicos y semipúblicos que promuevan la vida urbana son, para la cátedra, aspectos insoslayables en la formación de los futuros profesionales. Después de todo, si bien la ciudad ( y el barrio) es el marco que contiene cada objeto arquitectónico, también es el resultado de la interacción de esa misma arquitectura construida.
Con la intención expresa de estimular propuestas de “acupuntura urbana” a escala barrial, el sitio asignado para el proyecto estaba constituido por dos terrenos, separados entre sí por una calle: por un lado, el de la esquina definida por Ave- nida de los Incas y la calle Zuberbühler, donde se emplazaría un jardín infantil/ maternal con espacios tipo auditorio, gimnasio o similar ( programa abierto que los alumnos terminan de definir) que debían permanecer accesibles aún con el edificio cerrado. Por otro, el espacio que resulta de la yuxtaposición de la trama urbana y el tendido del ferrocarril Mitre ( aquí elevado y degradado).
La propuesta de Juarros- Varela resuelve el desafío complejo en un sistema coherente. La elección de un módulo que coordina estructura y función permite fijar un orden en el aparente desorden de un juego volumétrico en el que las sustracciones, los desplazamientos y los cruces están presentes, en un proceso de deconstrucción racional de la tipología claustro. La geometría regular es una aliada que articula y gradúa la relación con los bordes urbanos inmediatos, para luego proyectarse a la plaza pública que se propone como alternativa al estacionamiento/ depósito y hacer lo propio con la trama urbana y las arquitecturas existentes. Después, el edificio. Riguroso, preciso, sin excesos... lo cual no es poco.