Faro de la cultura.
Cómo es el proyecto del estudio Monoblock, elegido por los vecinos del barrio Rodrigo Bueno.
Los vecinos del barrio Rodrigo Bueno eligieron uno de los proyecto seleccionados en el Concurso Internacional Faro de la Cultura. El certamen, organizado por la Sociedad Central de Arquitectos y promovido por FADEA, arrojó tres propuestas seleccionadas, de las cuales los vecinos optaron por la del estudio Monoblock, integrado por Marcos Amadeo, Fernando Cynowiec, Juan Granara, Adrián Russo y Alexis Schächter, y colaboradores. La modalidad innovadora contó además con una participación récord: 160 postulantes. El proyecto elegido para el centro cultural plantea una plaza pública para vincular el complejo con el resto del barrio.
A través del gran playón semicubierto de usos y programas públicos propone el inicio de un nuevo eje transversal Norte-sur que relaciona peatonalmente el borde de la Reserva Ecológica.
Los autores proponen al Faro como un edificio de carácter abierto, con espacios habilitados a la vida pública de manera irrestricta, en donde la
r El proyectoelegido por los vecinos es del estudio Monoblock, que plantea una plaza pública para propiciar la vinculación con el resto del barrio.
lógica de los espacios, especialmente la nueva plaza semicubierta del Faro, es la de convocar y reunir, ofreciendo el escenario para la vida pública y urbana.
Estos espacios calibran la relación del edificio con sus bordes, aumentando su exposición pública hacia los frentes de mayor actividad, y presentando escalas más amables hacia el frente doméstico. Según los autores, el proyecto reconoce dos matrices espaciales: la de los programas pequeños, de rangos espaciales similares, y el del SUM - Auditorio.
En ese sentido, el proyecto presenta como matriz de su arquitectura y de su construcción, dos naves en paralelo, definidas por dos pórticos metálicos de diferente luz repetidos modularmente. En esta repetición de los elementos estructurales es que el proyecto define su lógica, proponiendo espacios interiores neutros, en donde quede afirmada la inestable y flexible relación entre el espacio arquitectónico y los programas que se desarrollen.
El segundo premio fue para el estudio Conurbano, integrado por los arquitectos Ignacio González, Marcos Marques da Conceicao, Martín Nagore y Nicolás Gómez Lira. Y el tercero, para Nevio Sánchez y colaboradores. Integración y urbanización. Las claves de un proceso social que desde el principio involucró a los protagonistas. «