Las posi consecuencias de su modificación sobre el merc inmobiliario.
La nueva ley de alquileres y las normas para la venta desde el pozo aparecen en un mercado debilitado. Qué opinan los especialistas.
El Gobierno avanzó sobre una serie de medidas que tuvieron repercusiones dispares en el mercado inmobiliario. La nueva ley de alquileres impacta especialmente en desarrollos orientados a obtener una renta mensual. Los involucrados aseguran que hoy el retorno es bastante magro. Por la devaluación, la renta neta anual en dólares está cerca del 2,5%.
El proyecto de ley propone extender la duración del contrato de locación a tres años, salvo acuerdo en contrario para negociaciones que superen ciertos montos. Los locatarios tendrán más alternativas para presentar como garantía; la comisión inmobiliaria quedará a cargo del propietario; y el valor del alquiler se ajustará semestralmente sólo si la inflación es mayor a 10 % anual. Para estimarla, se hará un cálculo que incluye la variación salarial y el Índice de Precios al Consumidor.
De todas maneras, es posible que la comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados, que está analizando el proyecto, incorpore algunos cambios.
Francisco Altgelt, Vicepresidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios, expuso sus desacuerdos: “Otra vez po- nen el foco en el lugar equivocado. Hay que pensar en cómo hacer para que el inquilino sea propietario. Este año el mercado de alquiler se reactivó cuando se frenaron los créditos hipotecarios”.
Marcelo Di Mitrio, titular de Di Mitrio Propiedades, coincide: “Mientras el Gobierno pretende dinamizar la industria de la construcción, en paralelo, da un golpe mortal a la inversión de renta poniendo sobre la mesa el tratamiento de un proyecto de Ley de Alquileres absolutamente parcial. Una problemática que involucra a millones de argentinos merecía un proyecto más responsable con una mirada más profunda”.
Di Mitrio se enfoca en las posibles consecuencias de una nueva ley: “Creo que el impacto será negativo porque generará una retracción de la oferta, aumento de los valores locativos y un golpe a la inversión inmobiliaria de renta”.
En tanto, Tomás Seeber, Director de la inmobiliaria RG Montes, admite: “No podemos omitir cierta contradicción entre medidas que van en el sentido correcto, incentivando la oferta, y otras, como la ley de alquileres, que van en el sentido contrario”.
Lo que Seeber menciona como aceptable es el decreto 962/2018, que establece que podrán inscribirse los boletos de compraventa de viviendas en pozo en el Registro de la Propiedad Inmueble. Además, las partes podrán realizar el trámite sin escribano, a través del nuevo sistema de firma digital.
La intención gubernamental es proteger legalmente a los que adquieren una vivienda de este modo, así como permitirles el acceso al crédito hipotecario. Entre los pocos requisitos que se exigen, el comprador debe aportar un mínimo del 25% del valor de la propiedad.
Por otra parte, en el presupuesto presentado por el Gobierno, se está discutiendo una deducción del 10% del IVA y del Impuesto al Cheque para las empresas que construyan viviendas sociales.
Seeber sostiene que “las desgravaciones y exenciones impositivas son positivas. Habrá que ver si el contexto macroeconómico comienza a mejorar hacia el año que viene. Y si esto se da, sumado a la baja en el costo de la construcción y a estas medidas, se puede vislumbrar un horizonte lógico para que los desarrolladores apuesten a construir para la clase media y media baja”.
Por último, Altgelt lanzó una reflexión sobre el panorama general: “Tiene que estabilizarse el dólar y el nivel de salarios debería igualar a la inflación de este año. Los bancos prestan pesos y los inmuebles se venden en dólares. Debería utilizarse el UVA como una única moneda”. «