Incubadora para el desarrollo industrial en San Martín
En el marco de la cátedra Casiraghi-romano (FADU-UBA) se propuso un centro para el desarrollo de miniemprendimientos, en una zona de fuerte arraigo industrial. Las incubadoras funcionan en dos tiras de altura desigual.
Memoria descriptiva
El ejercicio se plantea en el partido de General San Martín a partir de un masterplan desarrollado por alumnos de Proyecto Urbano de la misma cátedra, en una zona de gran tradición industrial y actualidad comercial, a orillas de la avenida General Paz.
La temática del ejercicio es un Centro de Incubadoras de Empresas destinado a proveer la infraestructura necesaria que permita a las pequeñas firmas instalarse en el lugar. De esta forma, podrían desarrollarse y articular sus actividades hasta lograr el despegue y crecimiento que les permita luego pasar a funcionar en forma autónoma e independiente.
Sobre este terreno triangular, la morfología del Centro propone un cruce de tiras que genera un patio central de uso privado, que se desarrolla en el corazón del proyecto.
La tira de mayor altura, con orientación Noreste, contiene las incubadoras en los pisos superiores y los servicios necesarios para su funcionamiento en planta baja: zona administrativa, aulas y laboratorio.
Por su parte, la tira de menor altura vincula el proyecto por debajo, generando una plaza de uso público que enmarca el acceso general al edificio.
El recorrido se inicia con un auditorio semi enterrado, conun foyer en doble altura y una entrada independiente. Luego sigue por la zona de talleres de producción y servicios, y más adelante esta recorrida gira a partir de un comedor que vincula el exterior con el patio central y remata en un núcleo de servicios que articula a ambas tiras.
El edificio propone una estructura de hormigón armado tradicional, con cubierta liviana metálica y una fachada vidriada tipo curtain wall, con protección solar hacia el Oeste.
Comentario de la cátedra
Creemos que un taller de arquitectura se sustenta sobre dos pilares: por unlado, aprender arquitectura y aprender a proyectar; esto es, conocer los distintos aspectos de la disciplina e incorporar las alternativas de un proceso proyectual que articula lo racional y lo poético en una sólida unidad de sentido.
A medida que los estudiantes se afianzan, van transitando zonas de complejidad creciente, profundizando aspectos teóricos, contrastando sus opiniones y posicionándose de un modo consciente en el campo de su hacer.
Aceptando un contexto disciplinar polémico y polisémico, dirigido hacia múltiples modalidades de la práctica profesional, el sello del taller es la diversidad, enmarcada en la ética de una arquitectura humanista, atenta a la demanda social, fiel al contexto y al medio ambiente. Bajo estos parámetros procuramos que cada alumno vaya encontrando su propia arquitectura.
El trabajo que presentó Guillermo Caggiano es del Nivel 3 de la materia y se desarrolló en la zona de San Martín, próxima a la estación Migueletes del Ferrocarril Mitre y al campus de la Universidad Nacional de San Martín, sobre un programa afín a las características industriales de la zona y con la intención de afianzar sus m últiples vínculos con el área residencial del barrio mediante algunas funciones que pueden abrirse al conjunto de la comunidad.«