Espumas para aislar el calor y la humedad
Paneles sandwich con foam de poliuretano y aplicaciones proyectadas reducen la pérdida de temperatura y agilizan la ejecución en obra.
El mercado local cuenta con distintas soluciones de aislación térmica en base a espumas de poliuretano que pueden reducir el consumo de energía en las viviendas a la séptima parte de los registros actuales.
Paneles de poliuretano como los que se usan en la industria frigorífica también se pueden emplear en fachadas y cubiertas de viviendas. Según la empresa BASF que comercializa el producto, se puede ahorrar hasta un 40% de energía en el hogar, con un efecto inmediato en la reducción en las emisiones contaminantes de hasta el 80%.
Los expertos sostienen que cada litro de combustible ahorrado en calefaccionar una vivienda, son 2.8 de emisiones de dióxido de carbono menos para el medio ambiente.
La capacidad de aislamiento térmico de los paneles de poliuretano permite una eficiencia superior en todo tipo de construcciones, disminuyendo el consumo de energía a través de aire acondicionado o calefacción. Además, este sistema tienen un excelente comportamiento frente a la fisuración y la filtración del agua.
Los paneles de poliuretano de fabricación continua, que son una solución en refrigeración, se están implementando cada vez más en edificación.
BASF y Térmica San Luis, por caso, produjeron en conjunto paneles tipo sandwich de 200 milímetros con poliuretano inyectado entre dos capas de chapa de acero para su aplicación en cámaras de frío de gran volumen. Ese mismo producto se emplea en la construcción de viviendas eficientes con fines tradicionales y sociales.
Tejas y paneles isotérmicos compuestos por chapas de acero intercaladas por una capa de espuma rígida reducen hasta el 90% la transferencia de calor entre los ambientes. Además, permiten un acabado estético para coberturas, fachadas y cierres laterales. Son 20 veces más aislantes que el ladrillo y 80 veces más que el hormigón además de que no pierden su capacidad aislante, incluso tras un tiempo largo de uso.
Por otro lado, las espumas expansivas aplicadas in situ, en forma de spray, son una alternativa aislante y sustentable. Sus propiedades hacen que sea la principal opción para métodos de construcción rápida, simples, económicos y sustentables.
Las espumas ofrecen un aisla- miento térmico superior y se puede aplicar en fachadas de edificios residenciales o comerciales, nuevos o restaurados. Según estudios, creando cerramientos estancos al paso de aire se puede ahorrar hasta un 40% de energía.
La aplicación de este tipo de espumas también crea un aislamiento que actúa como barrera de aire, ya que crea una capa continua, uniforme y sin fisuras en paredes, suelos y cubiertas. Es el caso de Elastospray de BASF, un sistema de espuma rígida de poliuretano que por su estructura de celdas cerradas y su continuidad, es impermeable al paso de agua líquida pero permeable al vapor. Por su forma de aplicación (in situ y por proyección), reproduce fielmente la forma del sustrato sobre el cual se proyecta, lo que hace posible aislar fácilmente zonas difíciles, como columnas o cajas de persiana.
Con la química, aumenta la resistencia de los edificios, su mantenimiento requiere menos recursos y su eficiencia energética aumenta.
Hoy, el propósito de las soluciones creadas para la industria de la construcción es optimizar tiempos y su gran desafío es la ecoeficiencia. «