Espacios pedagógicos para estimular los sentidos
El jardín maternal para el sindicato UPCN fue proyectado a partir de un cuidadoso estudio de materialidades, luces, equipamientos y expansiones. Se destaca además el tratamiento paisajístico.
Participar en la convocatoria para la elaboración del proyecto de este edificio representó un particular desafío. Cada uno de los espacios del jardín de infantes (sala de música, aulas, patios internos y externos, sum) posibilitan el desarrollo de actividades de diferentes maneras. Consideramos que todos los espacios son pedagógicos, ya que en todos se desarrollan actividades (jugar, comer, cantar, pintar, higienizarse) que tienen que ver con el aprendizaje. Diseñamos los espacios en función de esa premisa y teniendo en cuenta las diferentes edades, alturas, tipo de movimiento y demás particularidades de los usuarios, que son los niños.
Por su ubicación, sus formas, materialidad, luz, equipamiento y expansiones, estos espacios generan el desarrollo de los sentidos. Y se completan con una propuesta paisajística y naturalista que incluye árboles frutales, flores, huerta (de las diferentes épocas del año), áridos (arena, piedras, caracoles), sombras y reflejos.
El programa contempla dos usos específicos y diferentes: el Jardín Maternal y el Centro Integral Para la Familia. A partir éstos se organizan los diferentes niveles; el hall en planta baja concentra el ingreso para las dos actividades y en ese mismo nivel se diferencian los accesos para cada una de ellas.
El jardín toma los niveles de primer subsuelo, planta baja, primero, segundo y tercer piso. Todos ellos se vinculan a través de un vacío central.
En el tercer nivel, sobre el frente, se desarrolla el área de Gobierno del Jardín y sobre el contrafrente, actuando como fuelle entre el jardín y el centro integral, se desarrolla un espacio lúdico para los niños que esperan por sus padres, directamente vinculado a la terraza.
La decisión de generar un subsuelo donde albergar parte del programa vinculado al uso masivo (comedor, lugar de eventos) permitió disponer para estas actividades de la totalidad de la superficie del predio y determinó que la sala de lactantes se ubicara en el nivel acceso.
El vacío central enfatiza el vínculo de los diferentes niveles etarios, posibilitando de manera intencionada la interacción entre niveles.
La disposición del volumen arquitectónico y la relación del uso asignando a cada uno de los espacios permite, entre otras cosas, el vínculo entre interior y exterior y su mutuo reconocimiento.
El Centro Integral para la Familia se desarrolla en los niveles cuarto y quinto, a los que se accede por un núcleo específico. Allí se ubican la recepción, gimnasio, sum, consultorios y espera, vestuarios, bar temático, bi- blioteca - hemeroteca, área de informática y salas de estar. En el primer subsuelo se dispone de un espacio complementario con capacidad para 42 personas sentadas, que puede ser destinado tanto para la comunidad como para el dictado de talleres.
El edificio se completa en los niveles sexto y séptimo y en un segundo subsuelo, con locales destinados a servicios. Todos los desniveles están salvados por rampas y tres ascensores. Las circulaciones se completan con dos escaleras de escape.
En cuanto a las condiciones de higiene y seguridad, se previeron sistemas de detección y extinción de incendio, vidrios laminados, protecciones en barandas y en carpinterías de abrir, sanitarios independientes para niños, docentes, familias y personal. También consideramos la posibilidad de incorporar sistemas de recolección de agua de lluvia, patios – terrazas con superficies verdes, carpinterías con DVH y parasoles.«