La arquitectura de CABA se escribe con medianera
Los ganadores del Premio ARQ FADEA / CABA sortearon los desafíos de construir tejido y espacio público. Los premios del certamen sponsoreado por Unicer, Durlock y Uruguay Río Seguros.
Los trabajos ganadores del Premio ARQ FADEA - CABA tienen más que en ninguna otra región el denominador común de estar construidos entre medianeras.
Dos de los premiados gozan de una situación especial: estar ubicados en esquina. La Casa Esquina, De Pinto da Mota-falcón se abre a una plaza con una gran terraza en primer piso. Su envolvente de ladrillo de tonos claros y de muy cuidada confección le da una particular elegancia. Este equipo ya se llevó otros premios con las casas Haras del Sol y Newman en GBA y se consolida como una de las revelaciones de la edición 2018.
Matías Frazzi, quien compartió premio con Roberto Frangella en la Capilla San Oscar Romero en Isla Maciel y conocido por su premiada intervención en Paseo de la Brecha, Colonia, presenta en CABA otra de las propuestas en esquina. Estudio Camarones es un pequeño edificio para profesionales, en Paternal, cuya envolvente está definida por el juego de placas de hormigón visto que se van superponiendo formando una suerte de damero en fachada.
Otra de las tipologías recurrentes es el PH. Dos premios son intervenciones en tejidos existentes. El PH Agronomía, de Fram Arquitectos, es una ampliación de un PH existente con un nuevo volumen liviano, de chapa, construido en la azotea.
El otro, el PH Bonpland del estudio Damero, propone, frente a la vivienda existente, contraponerle un cuerpo perpendicular realizado con construcción en seco, donde ubica el área social; y en un segundo nivel, la suite.
También hay buenas propuestas del tipo PH Moderno en lotes propios. Que como ha reforzado Ricardo Blinder en La 0.3 de la semana pasada, son la tipología que está construyendo, en manos de jóvenes arquitectos, la densidad necesaria y de calidad en varios barrios porteños. El Edificio Washington, en Coghlan, proyectado por Del Puerto-sardin, propone un edificio de dos cuerpos construidos en ladrillo visto para integrarlo con un entorno donde predomina ese material.
Arquitectonika, en Jaramillo 2034, pone todo su entusiasmo expresivo en el frente, generando una rica variación de balcones triangulares. Y el equipo de Buenos Aires Arquitectura Grupal (BAAG), en Juana Azurduy 1635, hace un edificio de 4 plantas construyendo no solo sus frentes, también sus medianeras con bandas de ladrillo de diferentes trabas que quedarán expuestas dándole urbanidad a esas medianeras, hasta que lleguen las construcciones vecinas.
Entre los premiados, hay otros 3 edificios que deben responder a las exigentes condiciones que generan las medianeras. El AQ Tailored Suites de Federico Eliaschev, se encuentra sobre la calle Montevideo, en un lote angosto, justo en frente de la sede de la SCA y a pocos metros de un fantástico edificio ladrillero que hoy funciona como el Museo de la Shoá.
El edificio tiene una planta baja muy transparente que deja ver el fondo, pone en valor el muro divisor del predio de ladrillo y muestra el pensamiento proyectual-constructivo del edificio: una obra realizada en seco que evita la utilización (y el desperdicio) de los encofrados. La operación sobre el frente es con una serie de paneles metálicos dispuestos casi aleatoriamente que protegen las habitaciones del sol del Noroeste y que a la vez contrasta con la masa ladrillera del museo vecino.
También el Jardín Maternal de UPCN, proyectado por Garona-di Nunzio + RBS Arquitectos en Moreno 963, se emplaza en un lote profundo. El edificio tiene un cuerpo alto hacia el frente y otro bajo que se apoya contra una de las medianeras. Y ambos se articulan por un gran ático que organiza espacialmente el jardín. Propone un frente de bandas de hormigón que rematan en un plano horadado lúdicamente por círculos.
La Escuela Siglo XXI se suma a este lenguaje de bandas de hormigón para sus frentes. Tiene dos bloques, con aulas en las plantas superiores, que se organizan hacia la calle Holmberg y Rivera, respectivamente, compartiendo un patio común.
Como está visto, CABA impone sus medianeras; hasta se las impuso a la Villa Olímpica. Del desafío normativo salieron airosos Castellani-flores-martínez-moroni-sbarra-speroni, con sus propuestas para las viviendas.
Pero en la Ciudad no todo es construcción de tejido. También implica su contracara, la construcción de espacio público. En ese sentido, el Premio encontró destacables las plazas Unamuno y Magaldi, de Gallardo-zolkwer; el Centro de Trasbordo Plaza Constitución y hasta la propuesta lúdica y educativa, Juegos de la Plaza de las Ciencias, otra obra de la dupla Gallardozolkwer«.