PURO RELAX, CON EL AGUA COMO PROTAGONISTA
El espacio Automotriz by Citroën es un área de descanso y contemplación que recrea un jardín acuático. Las piezas de mobiliario son exclusivas.
En uno de los espacios abiertos del antiguo convento de la calle Pareja, donde se desarrolló Casa FOA, una plaza de agua renació como hito de relax y descanso. “Recreando un jardín acuático -explican los proyectistas del espacio Automotriz by Citroën-, diseñamos un espacio donde predominan los sitios de permanencia y relax en sus múltiples formas, integrándose a la vegetación existente y generando un recorrido por una serie de plataformas orgánicas de distintos materiales que permiten contemplar y caminar a la par de la naturaleza del lugar”.
A medida que se recorre el espacio, se van descubriendo los distintos rincones en donde permanecer para reposar y conversar junto a un pequeño paisaje al aire libre en donde se destaca la presencia del agua y el verde. “Generamos un concepto fuerte y equilibrado a través de la morfología orgánica del espacio que se materializa a través de las plataformas y el equipamiento. Así decidimos expresar el dinamismo perfecto que se identifica con las líneas del modelo de auto en exposición, intensificado por el agua y sus múltiples juegos de reflejos”.
Sobre dichas plataformas, los autores ubicaron piezas de mobiliario, un conjunto de bancos acompañados por mesas bajas de centro y de arrime, conformando sectores de permanencia y relax enmarcados por el jardín acuático.
Los autos son exhibidos como elementos elegantes, integrados al espacio y, a su vez, resaltan su capacidad de acción, diseño y vanguardia enmarcados por un paisaje silvestre. “El equipamiento -puntualizan los diseñadores- fue pensado en distintos tamaños y de líneas curvas, potenciando la flexibilidad y dinamismo del espacio, en colores alegres y frescos que varían dentro de la paleta propuesta”.
Como contraste a la fachada del convento, se revistió el espacio con una envolvente metálica curva en 3D que se ilumina para destacar su relieve y movimiento, acompañando el concepto tecnológico del auto y de con un diseño de punzonado que genera juegos de luces que se reflejan en los espejos de agua.
La llegada al espacio se plantea a través de una circulación con una barra donde se dispone un Café André para recibir a los visitantes y clientes especiales. “Esta barra cuenta con un revestimiento de fondo, la misma piel metálica iluminada que genera un fuerte impacto visual al ingresar. Por otra parte, se buscó que predomine la pureza de las formas y de la naturaleza en sí misma a través del uso de los materiales: acero, madera, piedra y géneros dentro del mobiliario”, concluyen los autores.«