ARTEFACTOS QUE NOS DEJAN CON LA MIRADA ESTUPEFACTA
Editorial
Tal vez algunos se acuerden de una publicación que hicimos en mayo 2016. Fue una nota de tapa que se titulaba “Ciudad verde y futurista” y estaba referida al proyecto realizado por el estudio AS+GG de Chicago para una megaexpo de energías renovables que tendría lugar en el año 2017 en Astana, capital de Kazajistán, uno de los países más grandes de Asia Central.
Como algunos otros proyectos que han circulado por estas páginas, parecía un poco de ciencia ficción. Que difícilmente los descomunales renders con que se presentaba fueran a convertirse en realidad... Sin embargo, se convirtió.
Días pasados, Alejandro Stochetti, el argentino radicado en California y líder del proyecto para la Expo Astana 2017 nos contó y nos mostró los planos finales, las imágenes y los videos que registran cómo quedó. Pero no solo esto, también describió el proyecto que están desarrollando para la Expo Dubai 2020, un espacio público llamado Al Wasl Plaza, rodeado por cinco edificios también diseñados por ellos y cubierto por una gigantesca cúpula de cristal donde se proyectan imágenes.
Claro, estas imponentes obras vendrían a ser la versión actual y recargada del legendario y explosivo Crystal Palace levantado en Londres para la Exposición Universal de 1851, por el constructor de invernaderos Joseph Paxton. En su momento, el Crystal Palace significó una ajustada síntesis de la Revolución Industrial: acero, vidrio y sistematización de la construcción.
Hoy, la Expo Astana es considerada como un hito importante de lo que llaman la “tercera revolución industrial”. Y tal como será con Expo Dubai viene cargada de nuevas tecnologías, uso intensivo de las energías solar, eólica y geotérmica. Pero también hay que verlos como potentes artefactos fabricados como hitos mediáticos y como instrumento del marketing urbano. Son edificios-espectáculo cuyo objetivo, según Norberto Chávez, es lograr (y lo consiguen) una mirada estupefacta, obrando más sobre las sensaciones que sobre la sensibilidad. Y para ello sus autores ponen en juego una frondosa e indudable creatividad.
Stochetti, quien también está trabajando con proyectos como la Torre Burj Khalifa en Dubai y el Centro de Convenciones y Exposiciones de Suzho en China, asegura también que pusieron especial cuidado en pensar el día después. Ahora sus 130.000 metros cuadrados funcionan como el Centro Financiero Internacional. “Pero sobre todo, dice, lo que Astana le dejó a sus habitantes es un sentimiento de identidad: ser parte de una ciudad que mira al futuro con los ojos bien abiertos.”«