Áreas comunes y circulaciones para el encuentro social
Dos edificios residenciales pensados como una comunidad. El concepto parte de un recorrido que brinda la sensación de habitar no solamente una vivienda sino el edificio en su totalidad.
Tiempo, cultura, identidad, sustentabilidad, además de temas actuales son materia prima proyectual para Santiago Luppi, Javier Ugalde y Andrea Winter. Desde la arquitectura, los protagonistas de Estudio A3 buscan generar espacios que traspasen las funciones básicas, proponiendo una manera contemporánea de habitar. Desde 1998, los socios comparten la labor docente en la FADU-UBA, un ámbito fértil para la investigación del habitar contemporáneo. Dos obras recientes dan cuenta de esa búsqueda.
Según los arquitectos, Manuela Pedraza 3352 es una “comunidad de ocho casas” en el barrio de Coghlan. Se trata de un edificio bajo de vivien-
das multifamiliar y una casa privada, distribuidos en un lote profundo. Esta propuesta investiga los límites entre las áreas públicas y privadas, el interior, el exterior y aquellos espacios de transición que generan relaciones dinámicas y participativas.
En este sentido, dicen desde A3, la totalidad del conjunto está pensado en términos de comunidad, donde núcleo, circulaciones y áreas comunes son parte de un recorrido que expande la sensación de habitar, no sólo la vivienda individual sino el edificio en su totalidad.
Las circulaciones se definen como un espacio social: “La planta baja es el inicio de este paseo mientras que la terraza de esparcimiento se convierte en el remate del recorrido. Esta circulación, siempre exterior o semicubierta genera un diálogo dinámico y constante”, destacan los autores.
El conjunto se organiza en un bloque principal, al frente, con siete unidades en semipiso del primero al tercer nivel. En el cuarto piso, el uso es compartido por una unidad al contrafrente y la terraza de uso común, pileta, solárium y sum.
Las siete unidades de vivienda son iguales en cuanto a su configuración espacial, siendo la única diferencia que las casas del primer piso cuentan con terrazas internas propias. Por su parte, la casa se ubica en el sector posterior del lote buscando privacidad. Y libera el terreno en planta baja para vincular los patios.
En 3104 Flats, el concepto general del edificio está basado en la flexibilidad tipológica y la incorporación del verde como espacio habitable.
“Los cambios en las costumbres sociales y culturales repercuten de manera directa en la concepción de los espacios habitables. Esto se debe por un lado al cambio del paradigma en la estructuración de las familias, como así también a la conectividad, que permite el trabajo remoto”, fundamentan los proyectistas.
Para lograr flexibilidad en el armado de la planta decidieron ubicar el núcleo de circulación y las áreas húmedas en el centro, liberando el perímetro a los locales principales. “Esta configuración, a manera de juego de encastres, habilita la articulación de células de uno, dos, tres y cuatro ambientes”, explican los autores. «