EL PATRIMONIO, DESDE UNA VISIÓN HOLÍSTICA Y PROYECTUAL
Hay que cambiar en el enfoque en la formación de nuevos profesionales, reconociendo la complejidad de las relaciones entre las escalas que conforman esta disciplina específica de la arquitectura.
La disciplina de la Conservación y Restauración del Patrimonio abarca un campo de estudios en permanente transformación, debido en parte, a la incorporación de nuevos objetos de estudio que han ido introduciendo a su vez, nuevos aspectos temporales y técnicos -tales como el Patrimonio Industrial o más recientemente el Patrimonio Moderno-; aunque también debido a la ampliación de sus propias fronteras conceptuales: pensemos en nuevas categorías tales como Paisaje Cultural o Patrimonio Inmaterial.
Como consecuencia, detectamos la necesidad de reevaluar los enfoques de trabajo ya establecidos. Para lograrlo, apuntamos a un factor clave, la formación de especialistas con una visión holística, no parcializada, en cuanto a la valoración, la conservación y la defensa del Patrimonio, basada en la necesidad actual de reconocimiento de la complejidad de las relaciones entre las múltiples escalas que caracterizan a esta disciplina específica dentro del campo de la Arquitectura. Consideramos que un aspecto fundamental es desarrollar un enfoque proyectual que integre los requerimientos de la Conservación -tanto en sus aspectos técnicos, históricos como artísticospara generar propuestas contemporáneas con capacidad de dar al Patrimonio continuidad y proyección a futuro, dentro de un encuadre que permita el reconocimiento de que cada interven- ción es parte de un proceso que abarca una dimensión temporal más amplia.
Por ello, consideramos cuatro aspectos fundamentales que deben estructurar la visión contemporánea de los profesionales dedicados al Patrimonio cultural y natural en nuestro contexto. Por una parte, el Proyecto de Intervención como metodología de trabajo. La interpretación de la interrelación entre Territorio, Ciudad, Arquitectura y Materialidad del Patrimonio, a través del concepto de Interescalaridad. El encuadre histórico-artístico dentro del desarrollo de la Cultura de la Modernidad en Argentina, como espacio físico-temporal de referencia. Y finalmente, la relación del Patrimonio con el presente y las estrategias de proyección futuro, con foco en los aspectos de la relación entre Patrimonio y Sustentabilidad, en sus aspectos ambiental, económico y social.
El Proyecto de Intervención: tanto en el contexto internacional de la disciplina como en el local, uno de los mayores retos que enfrentan las Intervenciones de Conservación del Patrimonio Construido es el de la calidad de la articulación entre las interpretaciones de los contextos técnicos, culturales e históricos y las propuestas de intervención; por lo tanto es necesario reforzar los enfoques proyectuales. Entendemos que el Proyecto de Intervención es a la vez método y síntesis de los conocimientos específicos de la disciplina, y es la herramienta imprescindible para crear los lazos necesarios entre la Conservación del Patrimonio y los contextos culturales contemporáneos. El Proyecto de Intervención en el Patrimonio debe utilizarse como catalizador de los fundamentos y la metodología aplicados para el desarrollo de cualquier actuación sobre un bien patrimonial, desde los estudios previos hasta la resolución de las dimensiones constructiva, espacial y cultural.
La Interescalaridad: la exploración de las interrelaciones entre tres escalas, Territorio, Arquitectura y Materialidad constituye una dimensión aún poco explorada en las interpretaciones aplicadas al Patrimonio. La Escala Territorial y Urbana, incluye la relación entre acontecimientos históricos y territorio así como la relación entre la topografía y el emplazamiento de una determinada estructura urbana, las vías, la morfología de manzanas, el parcelario y las tipologías arquitectónicas; comprendiendo tanto el medio natural como el de la cultura y las infraestructuras. La Escala Arquitectónica, implica el reconocimiento de la correspondencia existente entre una estructura resistente, los sistemas constructivos, una determinada organización espacial y el programa arquitectónico de la obra. La Escala de la Materialidad, abarca desde el detalle constructivo, sus materiales asociados y sus patologías características, a la identificación y contextualización espacio-temporal de materiales, sistemas, tecnología y técnicas constructivas. Considerarlas dentro un encuadre proyectual que ponga de relieve las relaciones entre ellas constituye un aporte original a la interpretación contemporánea del Patrimonio.
La Cultura de la Modernidad en Argentina: Si bien el marco teórico y metodológico en cada intervención debe tener un enfoque de carácter universal, siguiendo las tradiciones y Cartas internacionales, creemos que debemos reflexionar y profundizar sobre el contexto espacio-temporal definido a partir de las características propias de la Modernidad en Argentina. El proceso de modernización iniciado en la segunda mitad del siglo XIX implicó cambios fundamentales en la ocupación del territorio: de los pequeños núcleos urbanos al comienzo del desarrollo de Buenos Aires como metrópoli junto con la expansión territorial a partir del ferrocarril; cambios en los sistemas de producción: de la base económica rural a los inicios de la industrialización; la transición de la economía colonial a la participación en la economía mundial; la influencia de los flujos masivos de inmigración y la participación de actores con tradiciones culturales diversas en los oficios de la construcción; el desarrollo de nuevas expresiones plásticas y nuevos programas funcionales en respuesta a las transformaciones sociales e institucionales. Este vuelco definitivo para el equilibrio de las relaciones entre Ruralidad y Urbanidad, y entre el Paisaje Natural y el Paisaje Cultural, ha dejado huellas que aún determinan nuestro hábitat actual, sobre las cuales es ineludible reflexionar.
Patrimonio y Sustentabilidad: uno de los mayores desafíos que ha enfrentado históricamente, y aún afronta, la Conservación patrimonial es la de la transmisión a futuro de los bienes. Dar respuesta a ello requiere enfoques multidisciplinares para abordar dos aspectos clave: el conceptual y el material. Las demandas actuales hacia la Conservación patrimonial se presentan principalmente bajo la forma de adaptaciones a los requerimientos de los usos y los estándares de confort vigentes, asociados a la cuestión de la adecuación tecnológica, así como a los cambios en las normativas. El desafío es el de explorar Proyectos de Intervención capaces de aportar un equilibrio entre esas exigencias y las propias de la Conservación, en un balance que requiere ser redefinido caso por caso. El punto de encuentro entre los conceptos de patrimonio y sustentabilidad pareciera ser evidente. En ambos casos existe en los núcleos duros de sus campos de indagación y actuación una apelación a poner en valor lo que tenemos y bregar por no perderlo. Entendemos por sustentabilidad al encuentro de tres formas de equidad: inter-generacional, intra-generacional y trans-fronteras, es decir “sustentabilidad” significa no desplazar las externalidades negativas de nuestras acciones en el tiempo, el espacio social o el espacio geográfico. Por otra parte, el concepto de patrimonio es comprendido aquí en un sentido ampliado que incluye también, por ejemplo, consideraciones respecto de la energía embebida en los materiales de las construcciones, o el valor patrimonial de humedales, arroyos y ríos urbanos en la escala territorial.«