VARIADOS Y COMPLEJOS CAMINOS DEL LENGUAJE
Les propongo un desafío. Qué harían si les toca intervenir un edificio proyectado por Clorindo Testa. Difícil, ¿no? ¡Qué responsabilidad, cuanto menos inquietante! En ARQ de la semana pasada vimos algunos proyectos del mismo Testa para su propia obra, el Banco Hipotecario, ex Banco de Londres. Si visitan la sede verán, por ejemplo, cómo en la rampa de acceso o en el comedor de personal de la última planta aparece otro Testa. No ya el “brutalista”, sino ese que alguna vez denominamos como el más joven de nuestros arquitectos, con estructuras metálicas y geometrías sin precedentes, llenas de color, que arman los distintos espacios. En la visita, Juan Vega, del área Arquitectura del Banco, hizo hincapié justamente en los cambios y la evolución del lenguaje testiano: en sus más recientes intervenciones no se mimetizaba con su obra precedente, sino que operaba con su lenguaje más actual.
Otra es la preocupación de Flores & Prats y Duch-pizá en la obra que publicamos en esta edición. Tardaron años en estudiar y elaborar qué hacer con el Casal Balaguer, un antiguo palacio que atesora en sus muros las huellas de varios siglos (pág. 12). Pero en vez de confrontar con el pasado o sobreimponer un lenguaje propio, los autores trabajaron sutilmente con los diferentes períodos “conectándolos con las nuevas intervenciones para que todos funcionen como una unidad”. Y sin perder el espíritu de tal palimpsesto, de complejidad espacial y misterio, como ya nos habían mostrado que saben hacerlo en la Sala Beckett (ARQ 811. 6/03/18). Coincidencias aparte, el argentino Ricardo Flores y la catalana Eva Prats se conocieron en el estudio de Enric Miralles. Y es sobre su metodología de diseño que trabajaron María de los Ángeles Zolorzano Núñez y José Gregorio Rojas, estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Palermo (pág. 18). A partir de la reinterpretación de dos obras -la Fundació Joan Miró y el parque Micaela Bastidas- ensayaron una mezcla donde la esencia de ambas no se pierde pero se constituye en algo diferente. A partir de ese material, los estudiantes generaron un proyecto para un centro cultural comunitario en Puerto Berisso, ciudad de La Plata.
Sin duda, son variados, múltiples y complejos los caminos del lenguaje arquitectónico. También lo certifica el proyecto para la Defensoría zonal N° 2 en la ciudad de Santa Fe, de Valiente, Adelia, Carreras, Battle Casas, Soriano, González, Gripaldi (pág. 6). La pequeña obra se vale de la singularidad del terreno, el buen uso y manejo plástico del hormigón y el ladrillo y del aprovechamiento de las medianeras para construir un edificio de lenguaje sereno y sintético, apto para convertirse en un buen referente barrial.«