El edificio de oficinas más grande del país
El proyecto realizado por la oficina estadounidense SOM incorpora conceptos de coworking y una propuesta urbana que busca darle vida a la planta baja. Detalles de un edificio gigantesco ubicado en Catalinas Norte 2, que cambia el skyline porteño y captura
Hace unos días, Eduardo Costantini presentó su desarrollo más ambicioso, un conjunto de dos torres entrelazadas que diseñó la firma estadounidense SOM para ocupar una privilegiada ubicación en lo que se llama Catalinas Norte 2, un desarrollo frente a Dársena Norte.
El proyecto ya tiene nombre, Catalinas Río, y será el edificio de oficinas premium más grande del país, en inversión y tamaño. Tal vez, uno de los proyectos más largos de la Argentina: 240 metros.
La historia de este emprendimiento y su resultado arquitectónico fue fulminante, aunque trabajosa. Todo empezó a fines de 2017, cuando Costantini se impuso en tres subastas organizadas por la Agencia Administradora de Bienes del Estado (AABE).
No le costó demasiado, primero compró el Lote 6 por US$ 50,1 millones y el Lote 5 por US$ 40,2 millones. Una semana después, obtuvo el Lote 7 pagando US$ 50 millones. Tenía tres lotes consecutivos y, de esta manera, podía comenzar a solucionar uno de los grandes problemas de la subdivisión que había realizado el Estado: los lotes solo permitían edificios de plantas chicas, menos de 750 m2 de alfombra. “El master plan de Catalinas Norte 2 fue pensado con la mentalidad de la década del 70, hoy se necesitan plantas de más de 2 mil metros cuadrados en adelante”, señalaba en el momento del remate.
El segundo paso era conseguir un proyecto que unificara los lotes y aprovechara las impresionantes vistas sobre el río, pero, por sobre todo, que brindara a la zona del Centro un producto diferencial.
Para eso, Consultatio convocó a varios estudios internacionales como SOM, Dominique Perrault, Rafael Viñoly y Richard Rogers. Se realizaron dos vueltas para que los estudios ajustaran el proyecto y SOM rehizo totalmente su propuesta para terminar imponiéndose al resto.
El proyecto está conformado por dos torres entrelazadas; la norte, de 30 pisos y la sur, de 23. Esa combinación permite plantas que van desde los 2.000 a los 5.000 m2 de espacios flexibles, para fomentar el trabajo colaborativo, la captación y “retención del talento y la creatividad”. El proyecto, por su puesto, será sometido a la certificación LEED.
“El diseño del edificio considera un conjunto de objetivos primordiales para lograr las ambiciones de Consultatio Real Estate”, señalan en la memoria los diseñadores de SOM. Agregan que estos principios subyacen en todas las decisiones : la principal fue que la nueva Torre Catalinas Norte II no fuera un monolito, sino una colección de ricas experiencias que se unen dentro de un edificio, como en una ciudad.
Los expertos de SOM, consustanciados con los nuevos criterios de diseño de espacios de trabajo y dueños de una larga trayectoria, saben que el éxito del proyecto depende de sus posibilidades para conectarse con el vecindario, de proporcionar un entorno saludable para sus usuarios, de proporcionar un valor duradero y de crear un hito atemporal para Buenos Aires.
SOM (de hecho Skidmore, Owings & Merrill) es una de las firmas de arquitectura, diseño interior, ingeniería y planeamiento urbano más grandes del mundo. Fundada en 1936, ha realizado más de 10 mil proyectos en más de 50 países.
El estudio es reconocido por sus icónicos edificios y su compromiso con el diseño de calidad, la innovación y la sustentabilidad. Dentro de América Latina, ha trabajado en México, Guatemala, Brasil y Panamá. Catalinas Río será su primer proyecto en la Argentina.
Según sus autores, el complejo busca respetar el contexto inmediato, el tejido de espacios abiertos y la vida en la calle. En la planta baja tendrá una plaza central rodeada por un basamento comercial y un espacio protegido de descanso. Los dos vestíbulos de sendas torres de oficinas se vincularán a ese ámbito público y mantendrán su identidad.
Sobre la plaza central, se estructurará una suerte de “campus vertical”, formado por una sucesión de espacios al aire libre y grandes terrazas sobre los puentes que conectan las planta. «
r El proyecto está conformado por dos torres entrelazadas. La norte, de 30 pisos; y la sur, de 23. Esa combinación permite plantas que van desde los 2.000 a los 5.000 m2 de espacios flexibles.