Amenities en vertical para una propuesta joven
Proyecto de Adamo Faiden, esta torre busca relacionarse con su entorno marcando desfasajes a la altura de sus vecinos y de los edificios lejanos de Puerto Madero. Cada desplome da lugar a un espacio de intercambio social entre miembros del mismo consorcio
En el borde que comunica al Monserrat, el barrio mas antiguo de la Ciudad, con Puerto Madero, el más joven, Consultatio planea levantar una torre con todos los condimentos de los nuevos tipos de habitar.
Huergo 475 buscará reflejar esas nuevas tendencias generando espacios comunes que fomenten el encuentro y el intercambio social.
El proyecto recayó en el estudio Adamo-faiden, un equipo de arquitectura fundado hace 14 años que alterna la práctica profesional con la docencia y la investigación.
Reconocidos internacionalmente por distintos medios e instituciones, Sebastián Adamo y Marcelo Faiden se vieron en el desafío de proyectar una torre que pudiera establecer un diálogo con el entorno y ofrecer espacio joven y social. “Quisimos que el edificio le brindara a sus ocupantes la oportunidad de estar en sintonía con el lugar y nos preguntamos cómo una torre podía dialogar con el entorno”, explica Adamo. La respuesta fue una estructura con desplazamientos en su vertical, los que se relacionan con el paisaje circundante. “Cada desplazamiento es una alteración del sistema, y en cada alteración aparece un equipamiento comunitario especial del edificio”. En planta baja, los diseñadores dispusieron la apertura de un pasaje público al que alimentan locales. El primer desplazamiento se da a la altura de los edificios linderos, en el 6° piso, y allí está el gimnasio. El segundo voladizo aparece el espacio de coworking. Y en el último se ubican las parrillas y la pileta, en coincidencia con la altura media de los edificios de Puerto Madero. “Mediante esta serie de desplazamientos horizontales relacionados con el paisaje circundante, la torre genera un sistema de espacios especiales donde se ubican los ámbitos destinados al encuentro social, reforzando el vínculo de los habitantes de la torre con la ciudad de Buenos Aires”, afirman los autores.
El edificio fue pensado como una gran planta libre, casi una planta de oficinas, con un núcleo central resistente que concentra las circulaciones verticales y un perímetro también de apoyo. En el medio, desaparecen las columnas de cualquier tipo, una losa sin vigas une el centro con el perí
metro y las áreas húmedas quedan en el extremo interior. “Creamos una planta flexible que puede cambiar según las necesidades, ahora se piensa con departamentos de un tipo determinado, pero después se puede transformar para tener unidades más grandes o de diferente uso”, explican.
El terreno es el 70 % de la manzana de Avenida Belgrano, Huergo, Venezuela y Azopardo, justo en frente del recién terminado Paseo del Bajo, donde se promete un parque lineal en la superficie.
Aún compartido con un edificio de la Administración de Puertos, el predio permite imaginar una vinculación con ese futuro espacio verde, y esto entusiasmó a los arquitectos.
“Dispusimos el edificio de manera de permitir una vinculación del área pública con el espacio verde que generaremos sobre la calle Azopardo”, señalan los proyectistas.
Esta será la primera torre de Adamo-faiden, un equipo con trabajos que fueron expuestos en el Museo Guggenheim de Nueva York, en las Bienales de Arquitectura de Venecia, Chicago y Buenos Aires. Y, justamente, ganadores de la “Medalla de Oro” en la XII Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires.
Para Costantini, este equipo es el ideal para encarar lo que llama “una nueva generación de proyectos de Consultatio”, en los que se dispone a incorporar nuevas formas de vida y trabajo, muy alejadas a las que tradicionalmente desarrolló su empresa.«