LOS LÍMITES DE LA BUENA ARQUITECTURA
Editorial
¡Qué espanto Burj Al Babas (página 4)!, esa urbanización compuesta por 732 mini chateaux idénticos, ubicada entre Estambul y Ankara, Turquía. Si bien el emprendimiento está parado desde 2014, la propuesta consistía en que todas la unidades fueran iguales en su exterior y que cada propietario le pusiera su toque al interior.
En el otro extremo, The Urban Village Project, que presentó el laboratorio global de investigación y diseño de IKEA, Space 10, en un encuentro sobre “diseño democrático” (página 6). Como muchos alguna vez imaginaron, Space 10 trasladó el concepto de sus famosos muebles para armar a la construcción de viviendas. Presentaron una sistema experimental donde a partir de un módulo tridimensional y el uso de madera laminada cruzada pueden resolver problemas de hábitat para gran diversidad de localizaciones; desde villas a entornos urbanos densos a los que tienen que resolver completamiento de tejido. Como así también dar respuestas a diferentes tipologías de viviendas, desde casas hasta torres de considerable altura. En el medio hay un sinnúmero de prácticas y búsquedas proyectuales posibles de gran valor como las que reúne esta edición de ARQ.
La estudiante Daiana Magalí Arriola, del primer curso de Arquitectura de la FADU-UBA, diseña con sorprendente expertise para sus pocos años de carrera, un Centro de Interpretación del Delta en uno de los muelles del Puerto de Frutos de Tigre usando la madera como sistema constructivo.
MSGSSS (página 5) levantó 200 Della Paolera para la desarrolladora IRSA, una torre triangular de 30 pisos y 125 metros de altura con innovadoras esquinas curvas que completa finalmente el original trazado de Catalinas Norte.
Cruzando el charco, desde Montevideo, Gualano + Gualano nos muestra el Hotel Hampton by Hilton (página 12), un edificio compuesto por un basamento en acero corten y un prisma traslúcido, “vibrante durante el día y luminoso por la noche” que aporta un hito simple y pregnante en el barrio Carrasco, en el ingreso a la capital uruguaya.
Y viajando desde Manhattan, las autoridades del MOMA presentaron en Buenos Aires la ampliación y refuncionalización de su emblemático edificio de la calle 53 en manos de Diller Scofidio + Renfo (página 11). Con pragmatismo estadounidense, se cargaron el lindero Museo Folk (2001), de Tod Williams y Billie Tsien Architects, para construir allí una torre de 78 pisos. Su diseño pertenece al estudio Jean Nouvel, que también proyectó el Museo del Louvre en Abu Dhabi con su imponente cúpula metálica (página 26).«