Dieguez Fridman.
El estudio Dieguez Fridman proyectó un edificio de viviendas en el que cada unidad cuenta con una expansión que optimiza la calidad de vida de sus habitantes. El detalle del diseño.
Su proyecto para hacer de un edificio un ensamblado de viviendas unifamiliares.
En Colegiales, justo donde termina la calle Delgado, la vista se topa con un lote doble en el que se está construyendo un edificio que tendrá sus particularidades. En principio, sus habitantes tendrán visuales largas a la calle, imágenes que podrán captar desde sus amplios balcones o terrazas.
El diseño es del estudio fundado por Tristán Dieguez y Axel Fridman, quienes recibieron el encargo de parte de la desarrolladora Base Proyectos. Esta empresa define al emprendimiento como compuesto por “casas urbanas”, unidades en altura que cuentan con las comodidades de una vivienda unifamiliar.
Después de algunos encuentros, intercambios de ideas y visitas a viejas obras, se definió un proyecto que lleva el sello del estudio, una marca que se lee en la elección de los materiales y la sencillez de los ambientes.
El programa combina unidades de vivienda de dos y tres dormitorios y un local comercial. Los autores explican: “Las unidades de mayor tamaño se pensaron dentro del volumen construido de forma de aprovechar tanto el espacio interior como los exteriores; en el contrafrente de la planta baja una de estas viviendas aprovecha parte del fondo del terreno como jardín; y en el segundo y tercer piso otras dos unidades aprovechan las terrazas que se generan con los retiros y las vistas largas hacia la calle Delgado”. Al contrafrente, la vista da hacia un área arbolada propia.
Según detallan los arquitectos, la organización general del edificio “refuerza el carácter de pequeñas casas de las unidades”. Autos y personas ingresan por el mismo espacio, una planta baja libre con piso de madera de quebracho. Sobre esta cualidad, la desarrolladora sugiere que combina “la comodidad de una casa y la seguridad de un departamento”.
La planta baja, escaleras y puentes por los que se llega a las viviendas, son semicubiertos. Solo se accede a
un espacio interior cerrado al entrar al hall de cada una de las viviendas, cuyas dimensiones van desde los 89 a los 265 m2. En los departamentos más amplios se incluyen vestidores, comedor diario, toilette de recepción y lavadero.
El emprendimiento se enfocó en la búsqueda del confort de las familias, de ahí la necesidad de generar grandes espacios que debían ir acompañados de ampliaciones hacia el exterior. De acuerdo a su disposición en el edificio, puede ser un jardín, balcón o terraza. En este sentido, cuenta Fridman que no se planteó la discusión sobre la posibilidad de construir más unidades en detrimento de la cantidad de metros cuadrados de cada vivienda. Por el contrario, se estimó cuál era la superficie que los habitantes requieren para llevar una vida confortable y sacar provecho de la ubicación privilegiada del lote.
Los muros exteriores son de hormigón visto con encofrado de tablas. En tanto, la fachada del frente se protege del sol por un sistema de parasoles de tubos de aluminio móviles. “Estos parasoles permiten distintos grados de apertura y resuelven también la seguridad de los balcones en los niveles más bajos”.
La combinación de materiales empleados son conocidos por el estudio de arquitectura. Hormigón, vidrio, aluminio y madera fueron elegidos, esta vez, porque como señala Fridman, es “el lenguaje que nos piden los clientes, que buscan elementos en estado crudo”. «
Newbery 3364
Autores. Tristán Dieguez, Axel Fridman Equipo de proyecto.
Laura Zink, Mariana Binder
Cálculo estructural. Ing. Sebastián Berdichevsky Instalaciones Sanitarias. Labonia y Asociados Instalación Eléctrica. Aselec Diseño de fachadas. Skin Desarrolladora. BASE Proyectos Constructora. CYO