Conjunto escalonado que se gana una esquina de La Paternal
Las cuarto tipologías de viviendas se agrupan en varios volúmenes que completan el tejido y se abren hacia un patio interior. El proyecto rescata las virtudes de la vivienda unifamiliar y suma los beneficios de la colectiva.
Memoria descriptiva del autor
Las viviendas ocupan la esquina de Donato y Espinosa, en el barrio porteño de La Paternal. El programa abarca 8 monoambientes, 4 unidades de 1 dormitorio, 4 unidades de 2 y 2 unidades de 3, más algunos sectores comunes. Todas las viviendan debían contar con una expansión propia que no estuviera cubierta en su totalidad. Además, al menos una unidad de cada una de las tipologías debía incorporar una doble altura.
La idea fue trabajar con las viviendas de forma escalonada, disponiendo las tipologías de mayor superficie en la parte inferior y aquellas que ocupan menor superficie por encima, para que las expansiones de éstas no cubran a las de los pisos inferiores; y en los casos donde no es posible el escalonamiento, generar dobles alturas para que la sensación sea similar a como si la expansión estuviera descubierta.
El conjunto está organizado en módulos de 3,5 metros de ancho y de largo variable según lo requerido por cada tipología. Las diferentes unidades toman uno o dos módulos, según el caso.
En la planta baja se encuentran las áreas sociales: sala de reuniones, espacios de coworking, sector de usos múltiples, un salón para fiestas, cocina y parrilla, lavadero, sanitarios, gimnasio y estacionamiento. Todos estos espacios se abren hacia el corazón del conjunto, donde está la pileta, un solárium, juegos para chicos y áreas verdes. En las plantas superiores se distribuyen todas las viviendas, a las que se accede por medio de puentes y pasarelas semicubiertas que participan del espacio central del conjunto.
Comentario de la Cátedra
El objetivo fue generar una discusión sobre nuevos modos de habitar, con diferentes tipologías y habitantes: personas solas, parejas, amigos, familias diversas, etcétera. Donde las superficies cubiertas se reducen, las descubiertas aumentan, se generan expansiones a cielo abierto y se recupere la idea de patio.
Al repensar la vivienda multifamiliar, rescatando virtudes de la vivienda individual y sumando beneficios de la colectiva, aparecen en el programa algunas áreas sociales diversas.
El proyecto opta por un escalonamiento para dialogar con el barrio, retomando ideas de Le Corbusier y Antonio Bonet. Diferentes volúmenes alojan el programa, articulan la esquina y evitan un bloque monolítico. Generan intersticios donde el espacio fluye; la vereda se fusiona con la plazoleta y el acceso; la planta baja con usos comunes, genera el nexo entre público y privado.
Las terrazas escalonadas dan una transición entre interior y exterior. Cada vivienda logra un patio que balconea a la calle y participa de ese espacio. El escalonamiento baja la escala de la intervención, ya que a nivel peatonal se perciben sólo bandas horizontales que se van perdiendo a medida que ascienden.
El espacio urbano invade al conjunto: en altura, en cada piso que se retranquea, gana más y más lugar. Todas las unidades miran hacia la calle y hacia el interior, indistintamente de sus superficies, obteniendo diferentes visuales y ventilación cruzada. El conjunto logra dinamismo en lo morfológico y lo espacial, propiciando que cada quien encuentre su espacio de vida. «
Diferentes volúmenes alojan el programa, articulan la esquina y evitan un bloque monolítico. Generan intersticios donde el espacio fluye, y donde la vereda se fusiona con la plazoleta y el acceso.