LA ARQUITECTURA COMO INDUSTRIA CREATIVA
En el tercer milenio la enseñanza de la Arquitectura y el Urbanismo deberá reconocer que el diseño del espacio habitado dependerá de una revisión crítica de los parámetros culturales tradicionales.
Hace cinco años, cuando se creó la carrera de Arquitectura en UADE, se produjo la consolidación de un espacio académico orientado -conjuntamente con las áreas de Diseño y Arte- al desarrollo y el conocimiento de una de las prácticas de mayor riqueza social, intelectual, tecnológica y económica del tercer milenio. Se trata de las Industrias Creativas, consideradas un núcleo fundamental de “las mentefacturas” locales de Latinoamérica, coincidiendo en este sentido con el Banco Interamericano de Desarrollo, quien califica a este sector como uno de los más importantes indicadores de evolución potencial y real de las sociedades jóvenes del continente.
Esta visión está orientada a promover el talento joven aplicado a la producción de conceptos e ideas derivados de un espíritu caracterizado por la exploración de comportamientos sociales, urbanos, ambientales y tecnológicos en transformación. Estos están incidiendo en la gestión profesional de tal modo que obliga y hace necesario un proyecto educativo adecuado a estas nuevas conciencias; y con ello la facilitación hacia un pensamiento más complejo y de mayor exigencia.
Es por ello que nuestra posición educativa se relaciona con el destino de los jóvenes en el futuro. Así, y signo de la época, la participación social interactúa diariamente y de los más variados modos como un crítico poder virtual, reinterpretando la realidad y promoviendo un ciclo de nueva conciencia del espacio habitado, el cual nos une o separa colectivamente.
En ese contexto, los estudiantes de Arquitectura de estos tiempos se forman a sí mismos desde la creencia de que todo debe o puede ser diferente, donde el concepto de entender por qué ocurren las cosas que ocurren forma parte de un muy amplio e incierto catálogo de datos. Definido este modo de comprensión de la realidad, los procesos de creatividad del tercer milenio serán diferentes a todos los conocidos y ante ello, la enseñanza de la Arquitectura y el Urbanismo deberá reconocer necesariamente que el diseño del espacio habitado dependerá de una revisión crítica de los parámeello tros culturales tradicionales. Es en estas circunstancias que las Industrias Creativas representan un ejercicio favorable para la construcción de una nueva identidad del conocimiento, individual y colectivo.
El Laboratorio Creativo de final de la carrera de nuestra primera promoción de estudiantes abordó la propuesta de cómo recorrer, disfrutar, y vivir la Ciudad y el Río en Buenos Aires. En ese complejo territorio constituido por la Ciudad y el Río de Buenos Aires, jóvenes futuros arquitectos han producido un interesante catálogo de reflexiones y propuestas donde poder confrontar con esa siempre expuesta y extrema posición de entender a la Ciudad de espaldas al Río de la Plata.
Fue un año donde la investigación previa y el desarrollo de un proyecto sobre tan amplio y extenso sector de la Ciudad abordaron la práctica bajo la convicción de que Buenos Aires tiene un importante e intenso vínculo con su frente de agua, y que en virtud de hoy dispone de una notable y estratégica plataforma de movilidad pública.
En esa geografía con tan significativa trama de dinámica ciudadana, de hábitos cambiantes en su historia, y de una siempre potente relación entre ambiente y naturaleza, se logró poner en evidencia la magnitud de tan notable escenario constituido por una importante y diversa cantidad de lugares y actividades a lo largo de los 20 kilómetros del frente urbano al Río de la Plata. Allí, universidades, museos y centros de exposiciones, puerto y aeropuertos, autovías y estaciones ferroviarias y de micrómnibus, barrios de diferente perfil social, áreas corporativas, parques y reservas naturales y el Distritos de las Artes conforman una secuencia continua pero desarticulada de espacios donde habita una intensa y multitudinaria vida ciudadana.
En base a ello, los alumnos se han constituido en cuatros zonas de estudio y de acción urbana y arquitectónica, definidas como Zonas Norte, Aeropuerto, Puerto y Zona Sur, las cuales entre todas han ideado un sistema de integración a través de nodos de transferencias ferroviarias, recorridos peatonales y de bicicletas y parques públicos en todas las direcciones, a fin de posibilitar un movimiento continuo a través de todo el frente de agua de la Ciudad, para así promover una moderna relación de la Ciudanía y el Río de Buenos Aires.
Vínculos con sectores ciudadanos y gubernamentales, visitas directas al territorio, diálogos ciudadanos e intercambios profesionales locales e internacionales, colaboraron en la tarea de reconocer a la Ciudad completa y con ello a su frente costero y un futuro posible. Luego de ello, se realizó la presentación pública de las ideas a través de dos notables maquetas (foto) y hubo una experiencia expuesta y reconocida en la XVII Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires con el premio “A una nueva visión urbana de las Ciudades”.
Por lo indicado, y ante una profesión de nuevas demandas, es que en UADE los estudiantes son partícipes de un conocimiento integrado a permanentes aportes transdisciplinarios. En estos claustros, la enseñanza de la Arquitectura y el Urbanismo se nutren con experiencias directas de intercambio con la comunidad, consolidando un vínculo entre su producción y las múltiples e inestables demandas sociales, lo cual favorece los procesos de alianzas entre conocimiento, realidad y tendencias, tres aportes relevantes para las acciones creativas.
Es en ese continuo contacto con la investigación que es posible crear una incubadora de ideas y propuestas de alto impacto generacional. Un valor propicio tanto para la renovación de los contenidos de estudio como de peso para la actualización profesional. Se logra así, a través de la educación y el conocimiento, un estado de mayor conciencia sobre el poder que poseen las prácticas creativas para conseguir más calidad de vida ciudadana en las ciudades.«