Domus VL, diversas tipologías y muy buenas visuales
En un terreno pasante, con salida a dos calles y con uno de los lados cortos con vista al río, el ejercicio proyectual que se plantea es cómo lograr que la mayoría de los departamentos tengan visuales largas y con la mejor orientación.
Con estas premisas, propusimos un edificio de perímetro semilibre en el que lo único que tiene contacto con la medianera sur es el núcleo. Implantado sobre la calle Juan Díaz de Solís, pero con el acceso principal sobre Juan Carlos Cruz, el generoso retiro de frente permite generar una plaza de acceso. Allí se ubica un salón de juegos para niños, una parrilla y un gimnasio. Conseguimos así separarnos del conjunto de torres vecinas, completar una “U” mirando sus jardines y poder desarrollar todas las tipologías con orientación al Norte.
El desarrollo de tipologías se da a través de un módulo estructural de 4.92 m que permite 4 configuraciones. Estas van cambiando según las plantas (1 módulo para monoambientes o dúplex, 1 y ½ módulo para unidades de 2 ambientes y 2 módulos para unidades de 3 ambientes). Las puntas quedan para las unidades de 3 ambientes, que se mantienen en todos los pisos. El mismo módulo llega al subsuelo dejando lugar para dos autos entre columnas. El desnivel entre Cruz y Solís se aprovecha para hacer una cubierta verde sobre el subsuelo y darles a las unidades de planta baja una expansión verde.
El edificio se expresa en fachada tal cual es, con solo tres materiales: hormigón, ladrillo y vidrio. El ladrillo varía su posición generando un juego de llenos y vacíos que responde a la dinámica de las plantas. El vidrio completa aventanamientos tipo muro cortina y barandas en balcones. En una segunda línea de fachada se desarrollan las carpinterías tradicionales de aluminio que permiten la salida a las expansiones. A su vez, la fachada sur resuelve las circulaciones y el acceso. «