VIVIENDAS DE 250 M2, LO QUE MÁS SE CONSTRUYE EN LOS BARRIOS CERRADOS
Edificar SA. La constructora con 40 años de experiencia desarrolla obras de vivienda “a medida” y de alta gama. Dos proyectos en Funes Hill, provincia de Santa Fe.
Constructora Edificar SA es una empresa compuesta por un equipo de trabajo en el que converge la experiencia de profesionales con más de 40 años de trayectoria y la innovación de los más jóvenes. En los últimos años, la empresa desarrolló más de cuarenta obras en barrios privados con una propuesta de “vivienda a medida”. Dentro del segmento de unidades suburbanas de alta gama, los proyectos abarcan los 250 m2 cubiertos en promedio.
Lo que más se solicita son viviendas de 200 a 250 m2, espacio que permite hacer tres dormitorios, uno de ellos en suite, tres o cuatro baños y galerías. Después, las variantes aparecen en el uso que se le suele dar a cada uno de esos cuartos, que pueden reconvertirse en playroom, estudio -cuando hay profesionales dentro del grupo de convivencia- o en cuarto de huéspedes -cuando la expectativa es recibir hijos y nietos-.
A estos ambientes se les suele añadir una cochera doble y pileta. “Nosotros construimos mucho en barrios cerrados que ya disponen de piletas comunes, parques, quinchos y diferentes canchas para practicar deportes”.
Con estas premisas, los arquitectos Sergio Daniel Álvarez y Juan Pablo Álvarez desarrollaron dos proyectos en el barrio cerrado Funes Hill, en la localidad santafecina de Funes.
La primera vivienda, de 360 m2 se sitúa en un lote de 800m2. El programa se desarrolla en dos niveles. La planta baja se plantea como el gran ámbito social de la casa, permitiendo una fluidez espacial gracias a la doble altura y a los quiebres del techo. De ese modo, se genera una rica sucesión de espacios y situaciones de diferentes características, otorgando identidad y carácter específico a cada lugar.
El interior y el exterior son elaborados como una sola entidad, respondiendo de manera integral a las premisas de que los ambientes tuvieran iluminación natural permanentemente, visuales hacia los diferentes escenarios naturales y a una clara articulación funcional del programa. Esa continuidad visual enriquece los espacios permitiendo que los límites sean mucho más permeables. A su vez, ventanales de gran porte producen una transparencia constante en la que se entremezclan el adentro con el afuera. La piscina se desarrolla bordeando la casa, y tiene un protagonismo absoluto en el proyecto.
El interior se extiende hacia la galería mediante espacios para disfrutar encuentros y reuniones sociales. Son espacios intermedios que tienden a establecer límites imprecisos entre el interior y el exterior. El segundo ni
vel está compuesto por las habitaciones y sus servicios; y espacios de ocio con visuales hacia el jardín posterior.
La casa se caracteriza por su volumetría concebida a partir de la composición de formas, llenos y vacíos. En cuanto a la materialidad, se destaca la utilización de la piedra y la madera como recursos expresivos.
El otro proyecto de Álvarez-álvarez, en un lote de similares dimensiones, genera dos volúmenes dispuestos oblicuamente entre sí. La casa se caracteriza por el gran voladizo que genera en el frente una cochera semicubierta y una galería/quincho en la parte posterior. En un lote de similares dimensiones, la vivienda adopta una forma sencilla y compacta (275 m2). En la planta baja reúne las actividades familiares, extendiéndose además hacia la gran galería semicubierta en contacto directo con la piscina.
El volumen superior acoge los espacios privados y las habitaciones, las cuales disfrutan las mejores orientaciones y vistas. Como articulación de los espacios sociales, se ubica la escalera como protagonista indiscutible del espacio. «