Energías alternativas para calefacción
Como alternativa a las energías convencionales, se han desarrollado las estufas de biomasa que ofrecen calor saludable a partir de combustibles amigables con el medio ambiente. Algunos equipos funcionan a leña, con un diseño adecuado que aprovecha mejor su poder calorífico.
Sin embargo, los de mayor eficiencia son las estufas a pellets, que son unas pastillas de aserrín y viruta de madera capaces de producir mucho calor y poca ceniza. Los equipos poseen un sistema de tiro balanceado, como las estufas convencionales a gas, con lo cual no tienen riesgo para las personas.
Para su instalación es necesario prever una conexión con el exterior y una toma eléctrica. A su vez, algunos modelos tienen la posibilidad de programar las horas de encendido del equipo con un temporizador digital.
En cuanto al consumo, una estufa de pellets pequeña es capaz de calentar un ambiente de hasta 70 m2, con un consumo de pellets promedio de 1,5 Kg/hora (alrededor de 45 pesos).
Como fuente de energía alternativa, un kilo de pellet equivale a 0,81 litros de GLP (gas licuado), 5,4Kw/h o 0,5 litros de gas oil. En comparación con la leña, los pellets tienen la ventaja de generar una cantidad de ceniza notablemente inferior. Esto conlleva menos tiempo dedicado a la limpieza y una combustión más limpia.
Además, es sencillo su almacenamiento, simplemente requiere de un lugar seco para su acopio. Su tamaño reducido permite automatizar su dosificación como si fuera un combustible líquido, introduciendo únicamente la cantidad necesaria.