EL PREMIO CLARÍN SCA LANZA SU 20° EDICIÓN
Editorial
Parece mentira, llegamos. Hoy anunciamos la vigésima edición del Premio Nacional Clarín SCA para estudiantes de Arquitectura.
Casi dos décadas atrás, fui a ver a Carlos Lebrero, por entones presidente de la Sociedad Central, y le conté la iniciativa. Desde Diario de Arquitectura, como llamábamos a ARQ en esos años en que todavía salía junto con el diario, queríamos organizar un gran premio nacional que promoviera los beneficios del sistema de concursos entre los estudiantes. Y, a su vez, que le diese proyección a la sección El Taller, que venía publicando trabajos de las cátedras desde 1991. Sin dudarlo, Lebrero tomó con entusiasmo la propuesta y, desde ese entonces, ya es una tradición que después de mitad de año lanzamos el premio con la respectiva convocatoria. El primer asesor del certamen fue Juan Molina y Vedia. Luego siguieron, otros como Matías Gigli,
Carolina Day y Marta García Falcó. También el premio tuvo jurados de lujo como Clorindo Testa, Carmen Córdova, Fina Santos, Pussi Rivarola, José Ignacio Miguens, Esteban Urdampilleta, Jujo Solsona, Emilio Rivoira y Roberto Frangella. Con el tiempo, saltaron del otro lado del mostrador y empezaron a participar del tribunal ex alumnos que alguna vez fueran seleccionados. Todos le pusieron la mejor onda, participando en las apasionantes jornadas donde se debaten los trabajos de nuestros futuros arquitectos y se analiza esa imponente radiografía de la enseñanza en todo el país que permite la siempre exitosa convocatoria.
Hubo versiones del premio a una vuelta y a dos. Infaltable la exposición y brindis en la SCA y también hubo giras con la muestra por facultades de diversas provincias, acompañadas por conversatorios con organizadores, jurados y participantes. Las entregas pasaron de ser exclusivamente individuales a posibilitar las propuestas grupales. Y de tener sugerentes croquis a mano alzada, pasaron a presentar unos renders que parecen más reales que las obras construídas. Como festejo de esta 20° edición, hemos recopilados las 19 tapas donde se anunciaron los ganadores de cada edición.
Las primeras, fueron con fotos de las maquetas de los proyectos seleccionados; luego vino la tanda en que, como un guiño a los hábitos arquitectónicos, los fotografiamos a todos vestidos en blanco o negro. En las últimas ediciones fuimos por un formato libre, que cada uno se mostrara como quisiera.
Muchas cosas cambiaron, lo que no cambió en esas fotos es la expresión de alegría y esperanza de estos estudiantes. Muchos de ellos, ya hoy, importantes profesionales.«