Módulos habitacionales para replicar en barrios precarios
Las alumnas de la UP desarrollaron su trabajo para un sector del Barrio Richardelli en el Bajo Flores y se podría aplicar en otros sitios similares. Recibió una Mención en el Concurso Clarin SCA para Estudiantes.
Memoria descriptiva
El proyecto propone una alternativa sistémica para la urbanización de asentamientos precarios, al mismo tiempo que busca generar espacios públicos de calidad y comunitarios de conexión entre lo nuevo y lo viejo sin lesionar la identidad barrial. El objetivo es mejorar la calidad de vida de los habitantes del barrio teniendo en cuenta sus necesidades concretas y simbólicas.
El sistema se proyecta para reemplazar viviendas en la Manzana 1 del Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli (ex 1-11-14, Bajo Flores, CABA) después de un proceso de esponjado. La propuesta permite construir 60 unidades habitacionales dispuestas en 12 módulos que varían en altura entre las tres y cuatro plantas altas. Los módulos generan patios de interacción social con las viviendas existentes.
Si bien el proyecto atiende a las condiciones particulares del Barrio Ricciardelli, como investigación proyectual su interés principal es el de generar un sistema que pueda ser aplicado en otras locaciones. El desarrollo busca ser una propuesta flexible, adaptable a cualquier entorno y a las necesidades cambiantes de las familias.
Para el caso particular del Barrio Ricciardelli se propone un esponjamiento del área que mejore la circulación peatonal creando un sucesión de espacios públicos transitables y manteniendo la identidad del conjunto. Las viviendas afectadas por la apertura de calles y patios se reemplazan por el nuevo sistema habitacional.
Los patios comunitarios que generan los nuevos módulos de viviendas funcionan como corazones de manzana, permitiendo la articulación de lo nuevo con lo existente, la inclusión de nuevos espacios verdes y el acceso a las viviendas y el tránsito entre módulos. Estos patios aportan ventilación cruzada en las unidades nuevas y mejoras de habitabilidad en las existentes.
Las plantas bajas de los módulos están preparadas para recibir distintos tipos de usos que podrían ser desde viviendas a locales comerciales, o equipamiento de tipo social como salas de primeros auxilios, comedores o centros vecinales.
El núcleo húmedo de cada módulo es la única pieza fija y está ubicado de modo tal que permite una completa adaptabilidad del perímetro a variadas configuraciones. El proyecto propone así distintas soluciones tipológicas que podrían implementarse partiendo del mismo esquema base.
Las terrazas funcionan como espacios verdes que se plantean accesibles y comunitarios, disponibles para cualquiera de los habitantes del conjunto.
La estructura a la vista en los módulos nuevos refiere al sistema constructivo más utilizado en el barrio (ladrillo hueco con la estructura a la vista). Se pretende, de este modo, mantener un diálogo morfológico armónico con el entorno inmediato y una integración desde el lenguaje arquitectónico. «
El proyecto propone una alternativa sistémica para la urbanización de asentamientos precarios, con espacios públicos de calidad. Una vinculación entre lo nuevo y lo existente que no lesiones la identidad barrial.