IMAGINAR EL FUTURO Y HACERLO POSIBLE
Joaquín Pollak
Las vueltas de la vida encontraron a Joaquín viviendo en Nueva York a los 18 años. “La ciudad misma, la gente y el movimiento me llevaron a pensar que el diseño en sí es algo imprescindible en nuestra vida social y colectiva”, recuerda ahora, ya recibido. Terminó su carrera de grado en diciembre de 2020, con ”una acelerada adaptación a medios de enseñanza virtual”. Ya está trabajando como arquitecto en PAD (Pomphile Arquitectura y Diseño) y colabora en Hanselmade, “una suerte de empresa familiar dedicada a la rehabilitación de espacios”, aclara. Con muchos proyectos en la cabeza, Joaquín espera que todo se acomode de a poco, y aprovecha para seguir adquiriendo conocimientos y experiencia.
María Lucila (24 años) también pudo alcanzar su sueño de ser arquitecta a fines de 2020. ”Siempre me llamó la atención la inmensidad de la ciudad y poder elegir ser una profesional que logre construir parte de ella”, destaca. Y sigue: “Creamos espacios para que habite el ser humano, lo cual no es menor, y requiere de una sensibilidad muy compleja”. Por otro lado, dedica tiempo al dibujo, la pintura y, por sobre ellas, a las prácticas de yoga. “En ese espacio encuentro el movimiento y la quietud necesaria para lograr el equilibrio antes de tomar cualquier decisión o definir cualquier proyecto”, sintetiza.