EMPRENDEDORES Y FUTUROS ARQUITECTOS
Maite tiene 26 años y un gran avance en la carrera. Disfruta estudiar y, a poco de recibirse, piensa que el proceso no se va a detener: “Ejercer esta profesión implica poner en juego muchas más herramientas de las que puede ofrecer cualquier facultad. Mi meta es tener mi propio estudio junto con amigos y colegas”, comparte. Se alegra de haber elegido cátedras y materias con diferentes perspectivas y modos de encarar proyectos, un abanico inmenso de posibilidades: “tenemos la suerte que FADU te las ofrece”. Maite disfruta de la fotografía y ahora empezó a escalar porque así se conecta de una forma directa con la naturaleza. Además de trabajar en un estudio, tiene un emprendimiento propio (Make.arqui) de visualización arquitectónica y forma parte de un equipo de investigación.
Lucio (26 años) no se queda atrás. Realiza documentaciones y renders y es ayudante de jefe de obra en un proyecto en la zona de Belgrano. Aficionado al Lego, su vocación fue clara al finalizar la secundaria. Le encanta la fotografía y también los idiomas. “Me gusta poder entender y comprender al otro, su mundo, su mirada desde otra cultura, otros países. Todo va de la mano, mi forma de interpretar a la arquitectura y estos hobbies son un complemento que me ayuda a entender y a tener otro punto de vista”, afirma.