TIEMPOS DE CAMBIO EN LOS ESTADIOS DEPORTIVOS
Antes de la radio, Internet y la TV, la única forma de experimentar un evento era concurriendo al estadio, pero hoy, con una tecnología de transmisión tan profesional y atrapante, los mismos deben ofrecer comodidades y facilidades que alienten a dejar la comodidad del hogar. En nuestro país comenzó, gradualmente, una tendencia a mejorar y construir estadios apropiados a las conductas sociales contemporáneas. Los nuevos estadios de Estudiantes de la Plata, el “Madre de Ciudades” de Santiago del Estero y los proyectos de San Lorenzo, Boca, River o Racing son algunos ejemplos.
Hoy, los estadios no pueden entenderse como un mero lugar para ir a ver un evento deportivo o cultural. Tienen que ser un lugar de esparcimiento y consumo que atraiga a nuevas generaciones de espectadores que están ávidas de servicios y comodidades no exigidas en el pasado. Las estadísticas globales nos muestran que el 90% de los espectadores gasta dinero en comida y bebidas en un evento, que el 50% vive una experiencia de entretenimiento antes de ingresar al estadio, que el 83% de los espectadores entre 18 y 34 años quiere vivir una experiencia más interactiva en el juego y que el 90% aspira a tener una experiencia VIP. Estos guarismos indican que los estadios deberán adaptarse a estas modalidades de consumo o irán perdiendo su poder de convocatoria.
Razones económicas, geográficas, de accesibilidad y seguridad concluyen en que el gran desafío a afrontar es tecnológico con un potencial de crecimiento económico enorme.
Los dirigentes deportivos deben trabajar en generar mejores condiciones de confort y modernidad que hagan atractivo ir a presenciar un espectáculo deportivo aprovechando la tecnología. Un estadio representa la ilusión de una comunidad en pos de vencer y alcanzar la gloria deportiva como un símbolo de fortaleza de la misma, haciendola trascender los límites geográficos del lugar donde esta se desarrolla.