Morfologías simples y puras que enmarcan el paisaje
Diseñada por el estudio Santiago Cordeyro Arquitectos, la vivienda se conecta con el entorno a la vez que respeta la privacidad del interior. Posee orientación este y visuales a una laguna de aguas cristalinas.
En el diseño de la Casa PPD, en el barrio Terralagos, en Canning, el estudio Santiago Cordeyro Arquitectos generó morfologías simples y puras que enmarcan el paisaje y respetan la privacidad del interior. Posee orientación este y visuales a la laguna.
Al acceder a la vivienda, se atraviesa un patio rodeado por un plano de piedra con cascada y un amplio ventanal de doble altura donde se destaca una escalera de hormigón. El muro está calado por un vano horizontal que permite vislumbrar algunos escalones de la cinta de hormigón, sin mostrar el interior de la casa.
La composición de la fachada, en tanto, posee vigas de hormigón y tamices de madera, y constituye virtualmente el patio en la planta alta.
El patio del acceso funciona como antecámara para proteger la planta baja, donde se desarrollan las áreas públicas. Una vez en el interior, el hall distribuidor también hace de escala previa al sector social más abierto hacia la laguna de aguas cristalinas.
El estar-comedor está integrado entre sí y con el exterior. La cocina tiene la flexibilidad de unificarse gracias a unos paneles corredizos.
La galería se extiende en paralelo a la pileta, con un frente de parrilla y hornos, un espacio para una mesa exterior y fogón, rodeado por un banco de hormigón que se conecta a la pileta por un deck de madera.
En planta alta se desarrollan los dormitorios en suite. El dormitorio principal cuenta con vestidor y balconea hacia el patio del acceso.
En cuanto a la materialidad, se utilizó hormigón armado con encofrados fenólicos, carpinterías de aluminio y vidrio con misceláneas de madera para darle calidez.
“Un condimento que hace interesante a la composición exterior es el volumen virtual del frente enmarcado por vigas y columnas que contienen una terraza verde y patio dando una sensación de liviandad y futuro próximo a la volumetría”, sintetiza el arquitecto Santiago Cordeyro.