EN UNA VILLA TURÍSTICA DE TUCUMÁN, UNA CASA RESUELTA COMO UNA TIRA
Casa Raco. Los arquitectos Walter y Benjamín Barrera plantearon un programa en una sola planta con un diseño simple y sintético que se comunica con el paisaje.
En la serranía de Raco, una villa turística de Tucumán, Casa Raco es una vivienda de uso no permanente que los arquitectos Walter y Benjamín Barrera resolvieron como una tira.
Desde un principio, la ubicación de la casa en una loma elevada con vistas del entorno natural motivó la intención de resolver el proyecto en un partido lineal bidireccional.
De esta manera, los espacios se abren visualmente para ambos lados y se contempla la necesidad de asoleamiento en todos los locales internos, permitiendo a su vez que la ventilación natural atraviese la casa en todos sus ambientes de sur a norte. Esto significó el reto de crear en los espacios privados su respectiva protección visual y climática.
Una premisa fundamental en el diseño fue la organización de la planta, de manera simple y sintética, bajo una estructura de losa, pilares y muros de piedra, apoyados como cierre en sus extremos por dos importantes tabiques de hormigón visto.
La solución adoptada por los arquitectos desde un primer momento fue la de plantear una casa en un solo nivel, donde se organiza el programa principal con dos grandes áreas sociales, dormitorios, quincho, gimnasio y sauna.
Además, hay un segundo nivel enterrado para ubicar sectores de servicio como lavaderos, garaje y máquinas. En el desborde principal de la casa, frente a las vistas más importantes se revuelve una terraza cubierta, deck y piscina constituyendo de esta manera el proyecto principal del espacio exterior.
La construcción, en tanto, se realizó con materiales locales como la piedra del río del lugar en muros y pi
sos, losas y tabiques de hormigón visto, respondiendo a la intencionalidad del uso de materiales rústicos hasta en estructura, y aluminio anodizado para parasoles y carpinterías, en un sistema que se corre y abre los espacios completamente.
Desde lejos ya se aprecia la casa como un gran objeto apoyado en la loma donde el hormigón visto y la piedra local, que le confiere una fuerte identidad, conectan la casa con este contexto natural.
Con base en San Miguel de Tucumán, el estudio está dirigido por Walter y Benjamín Barrera. Tiene más de 35 años de trayectoria, el estudio lleva proyectados y ejecutados más de 60.000 m2 de obras de distintas escalas y usos, fundamentalmente, edificios residenciales y de servicios.
La impronta en sus proyectos se basa principalmente en la búsqueda de una propuesta conceptual con fuerte raigambre en preceptos de la arquitectura moderna y con referencia a los aspectos contextuales.
El equipo de trabajo está formado por 15 integrantes entre los que hay arquitectos, ingenieros, paisajistas, diseñadores y asesores externos de distintas especializaciones.