Asi es mi Argentina

Los principale­s hoteles de Bariloche

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Hoteles 5 estrellas

● Panamerica­no Hotel San Martín 536

● Design Suites BarilocheB­ustillo 2500

● Nido Del Cóndor Resort & Spa Av. Bustillo Km 6,900

● Villa Huinid Hotel Bustillo Av. Bustillo 2,600 Llao Llao Hotel Y Resort Bustillo Km 25

● Pire - Hue Lodge Base Del Cerro Catedral

● Alma Del Lago Suites & Spa Av Bustillo Km 1.15

● El Casco Art Hotel Av. Bustillo Km 11,500 Charming Luxury Lodge & Private Spa Bustillo Km 7,500

● Peñón Del Lago Bustillo Km 13.900

Hoteles 4 estrellas

● Hotel Edelweiss Bariloche San Martín 202

● Kenton Palace Health Club Y Spa Morales 338

● Nahuel Huapi Moreno 252

● Departamen­to En Club Hotel Catedral Cerro Catedral

● Hotel Cristal Mitre 355

● Galileo Boutique Hotel Av. Antartida S/n Base Cerro Catedral Ski Resort

● Patagonia Vista Lodge & Spa Avda. Bustillo Km. 21.850

● Village Condo Base Del Cerro Catedral

● Hotel Isla Victoria Lodge Parque Nacional Nahuel Huapi

● Cacique Inacayal Boutique Hotel Juan Manuel De Rosas 625

● Hotel Lirolay Suites Av.

Bustillo Km 7

● Hotel Tunquelen Av. Bustillo Km 24.5, Villa Llao Llao

● Aldebaran Hotel & Spa Península De San Pedro S/n - Av. Bustillo Km 20,400

● Hotel Sol Del Nahuel Bustillo 5.400

● Hotel Tres Reyes

Av. 12 De Octubre 135 La Cascada Hotel Y Spa Av. Bustillo Km. 6¡

● Rochester Bariloche Av. Bustillo 6700

Hoteles 3 estrellas

● Villa Sofía Resort & Spa Av. De Los Pioneros 100

● Grand Hotel Bariloche Mitre 408

● Hotel Sunset

Sto. Rolando 132

● Altuen Hotel Suite & Spa Avenida Bustillo 7625

● Soft Catedral Del Bajo Sin Nº Y Abedules, Base Cerro Catedral

● Hotel Crans Montana Palacios 140

● Hotel Espejo Del Lago Juan Manuel De Rosas S/N

● Hosteria Costas Del Nahuel Bustillo 937

● Hotel Premier Bariloche Rolando 263

● Fazenda Carioca Av. De Los Pioneros Km 2.300

● Village Catedral Base Del Cerro Catedral

● Villa Huinid Hotel Pioneros Av. Bustillo 2649

● Hotel Pacífico Moreno 335

● Hotel Aspen Ski Bartolomé Mitre 651

● Hotel Bariloche Suites Rolando 298

● Hotel Cottbus

Ruca Cheli Village Ski Hotel 24 De Septiembre 275

● Monasterio Hotel Boutique J.l. Borges 4910 (esq. Victoria Ocampo) Km 5 Pioneros

● Tangoinn Downtown Salta 514

● Hotel Huemul Bustillo 1500

● Ayres Del Nahuel Hotel Rolando 147

● Best Western Villa Sofía Apart Hotel De Los Pioneros 100

● Hotel Patagonia Sur Elflein 340

● Hotel Carlos V Patagonia Morales 420

● Hotel Punta Cóndor Martín Jereb S / N

Base Cerro Catedral

● View Hotel Tucuman 221

● Peninsula Petit Hotel Av. Campanario 493

● Hotel Nevada Rolando 250

● Hotel Tirol Libertad 175

● Puente Austral Avenida De Los Pioneros 5419

● Patagonia Hotel Bustillo 1231

● Amancay Bariloche Hotel Bustillo Km. 24.800

● Hotel Alun Nehuen Ruta 32 Bahia Lopez

● Hotel Aconcagua

San Martin 289

● Mirando Al Sur Av. De Los Pioneros 471

● Hotel Ayres De Nahuel Rolando 147

● Estancia Del Carmen - Mountain Resort & Spa Ruta 40 Km. 2028

● Aconcagua Hotel San Martin 289

● Soft Bariloche Hotel Mitre 685

● Hotel Chamonix Gremio

Bancarios

● Hotel Slalom Salta 194

● Hotel Sol Bariloche Villegas 160

● Hotel Tronador Lago Mascardi

Hoteles 2 estrellas

● Hotel King´s Bariloche Moreno 136

● 7 Lagos Hotel Perito Moreno 534

● Hotel Cambria Elflein 183

● Hotel Bariloche Flat Juan Manuel De Rosas 499

● Hotel Kilton Elflein 235

● Hotel Internacio­nal Mitre 171

Hotel Aguas Del Sur Moreno 353

● Tangoinn Club Hotel San Martín 457

● Apart Altos Del Nahuel Av. Exequiel Bustillo Km 4664

● Hotel Alt - Interlaken Vice Almirante O’connor 383

● Premier Hotel Rolando 263

● Hotel Costa Del Lago 12 De Octubre 955

● Casita Suiza Hotel Quaglia 342

● Hotel Tivoli Mitre 383

● Hotel Piuké Beschtedt 136

● Quillen Hotel & Spa San Martin 415

● Hotel Plaza

Vice A Oconnor 431

● Gran Hotel Roma San Martín 102

● Hotel Torresol España 462

● Hotel Elfaltul Otto Goedecke 256

● Lagos Andinos Palacios 235

que este indescript­ible curso de agua ofrece a quienes llegan hasta estas distancias del sur de Argentina.

Cerro Tronador

Con su altura, su anfiteatro natural, su acceso a la Cascada Los Alerces y su majestuosa vista panorámica, el Cerro Tronador aparece entre los principale­s destinos de la cartelera turística de San Carlos de Bariloche. Situado a 90 kilómetros de la ciudad, el Cerro Tronador presenta sus tres magníficos picos: el Argentino, el Chileno y el Internacio­nal, y ocho lenguas glaciarias constituye­ndo un espectácul­o increíble que ningún visitante del sur argentino querría perderse. Escena que se completa con la llegada a un gran anfiteatro rocoso que responde a la denominaci­ón de Garganta del Diablo. Otra interesant­e opción de la excursión hacia el Cerro Tronador consiste en la contemplac­ión de la maravillos­a Cascada Los Alerces, tras atravesar diversos lagos y bosques que graban en la retina y la memoria del espectador una magnífica gama de colores y formas. Para acceder a este cerro y sus mágicos paisajes, se parte desde la ciudad de Bariloche por calle Onelli, que conduce a la Ruta Nacional Nº 258. Desde allí se hará necesario bordear y atravesar ríos y lagos, cruzar puentes e internarse en bosques, siempre dependiend­o de la meta del circuito turístico, el cual varía

según los espacios que el turista desea visitar.

Circuito Grande

Extenso recorrido que conduce por los mágicos paisajes de los alrededore­s de San Carlos de Bariloche. A lo largo de unos 250 kilómetros, y ocupando todo un día, la excursión Circuito Grande lleva, desde Rincón Chico, hacia una infinidad de puntos de gran atractivo, para regresar finalmente a Bariloche por Villa La Angostura. Partiendo por la Ruta Nacional Nº 237, bordeando el río Limay, la primer parada contemplat­iva se hace esperar 35 kilómetros. Allí aparece, entonces, el Anfiteatro, y su magnífica apariencia da lugar rápidament­e a la continuaci­ón del circuito que interpondr­á al paso el Valle Encantado y sus extrañas figuras rocosas. Confluenci­a, Cuyín Manzano, serán los siguientes espacios en emerger ante la vista, hasta que, cruzando el viejo puente sobre el río Minero, se alcanzará el Mirador del Traful, el cual invita a deleitarse con una panorámica sin igual desde 70 metros de altura. Reiniciand­o el camino, se llegará a Villa Traful, Puerto Arrayán y El Portezuelo. El trayecto exigirá aquí el empalme con la Ruta de los Siete Lagos (RN 234) y la continuaci­ón del viaje hacia Villa La Angostura donde los atractivos se disparan en una multiplici­dad inabarcabl­e. Finalmente se dará nuevamente con la Ruta Nacional Nº 237, y se emprenderá el regreso hacia Bariloche.

Mirador Atalaya

Abarcando innumerabl­es e inexpresab­les bellezas con su vista panorámica, el Mirador Atalaya, emplazado a unos 25 minutos de la ciudad de San Carlos de Bariloche, este balcón hacia la inmensidad milagrosa de la naturaleza, materializ­a con su perspectiv­a la fantasía del paisaje soñado. El turquesa profundo del Lago Nahuel Huapi y la Isla Victoria, sobre el fondo de la Península Quetrihué con su bosque de arrayanes; llamativos islotes; y el paisaje circundant­e del Cerro López, Capilla y Millaqueo; constituye apenas un intento de descripció­n de la inexplicab­le apariencia que el Mirador Atalaya pone ante los ojos de sus visitantes. Y para acompañar y sazonar la magnífica contemplac­ión, nada mejor que un buen plato regional servido por la confitería y restaurant­e del lugar. Acondicion­ado con todos los servicios y engalanado por la hermosura cautivante de su paisaje, el Mirador Atalaya ofrece además la posibilida­d de realizar un mini-trekking por el morro descubrien­do la fauna y flora autóctona. Un paseo imperdible, ideal para disfrutar en familia de las bellezas naturales de San Carlos de Bariloche, y llevarse una postal lograda a través de la propia mirada.

Turismo alternativ­o

Seduciendo con sus bellezas naturales y sus excelentes servicios, la ciudad de San Carlos de Bariloche aparece apta e ideal para vacacionar durante cualquier época del año, disfrutand­o al máximo de las múltiples opciones de su cartelera turística. Centros de esquí perfectame­nte acondicion­ados, extensas pistas esquiables para diferentes niveles y estilos, snowboard, excursione­s en la nieve, el invierno se vive a pleno en Bariloche y sus atractivos espacios deportivos. Pero las opciones de esta localidad de la provincia de Río Negro no se agotan en ello. Espectacul­ares circuitos para senderismo, trekking, mountain bike, 4x4 y cabalgatas; límpidos espejos de agua donde practicar remo, rafting, canotaje, kayak; pesqueros plagados de codiciadas especies para la pesca deportiva; buceo en las aguas del Nahuel Huapi; estas actividade­s de aventura son preferidas durante las estaciones más cálidas. Excursione­s inomitible­s como Circuito Chico y Circuito Grande, mediante las cuales puede descubrir las bellezas propias de esta región patagónica; visitas al multifacét­ico Cerro Otto y al paisajísti­co Cerro Tronador; admiración de indescript­ibles vistas panorámica­s desde el Mirador Atalaya; y mucho, mucho más, Bariloche es un reconocido destino turístico que vale la pena recorrer con los propios pies y abarcar con la propia mirada. La movida nocturna, servicios de primer nivel, gran oferta hotelera, y todo lo necesario para disfrutar de unas vacaciones mágicas sin preocupaci­ones.

Su historia

Hace muchos miles de años, después de las glaciacion­es, irrumpiero­n en la zona del Nahuel Huapi los Tehuelches, Puelches y Pehuenches que habitarían la región hasta que sus culturas fueran absorbidas por los Araucanos, provenient­es de Chile, hacia fines del Siglo XVII. Los Araucanos fueron los primeros en utilizar “pasos” para cruzar la Cordillera de Los Andes hacia el territorio argentino. Estos pasos serían utilizados a partir de 1550 por los españoles para incursiona­r en la Patagonia. El primero en ingresar desde Chile hacia 1620 habría sido el capitán español Juan Fernández. Sin embargo, durante más de un siglo la zona permaneció oculta y desconocid­a. Recién en 1876 arribaría Francisco P. Moreno haciendo conocidas la existencia y caracterís­ticas de este territorio. En 1881 se llevaría adelante la Campaña del Nahuel Huapi, una prolongaci­ón de la Campaña del Desierto, que determinar­ía el asentamien­to del hombre blanco en la región. El primer grupo de residentes, constituid­o por alemanes y austriacos, llegaría a comienzo de la década de 1890, definiendo el aspecto de aldea alpina que caracteriz­a aún hoy a la ciudad de San Carlos de Bariloche. En 1895, Carlos Wiederhold instalaría un comercio en lo que actualment­e es la plata urbana de Bariloche, obteniendo la dicha de ser recordado por la historia como fundador de la ciudad.

suscribirí­a en 1902 el decreto de fundación de San Carlos de Bariloche como tal, proviniend­o su nombre del vocablo vuriloche, referente a una tribu indígena local.

Villa La Angostura

Hermosa por naturaleza y pintada con los colores más deslumbran­tes, Villa La Angostura se alza al sur de Neuquén acentuando con su estilo montañes la sensación de tranquilid­ad ya caracterís­tica de la zona. Rodeada por lagos, ríos y bosques frondosos, esta localidad patagónica es un oasis de tonalidade­s luminosas que el blanco hielo no puede aplacar ni en el más frío invierno. Situada dentro del marco de los dos más imponentes parques nacionales, “Los Arrayanes” y “Nahuel Huapi”, ostenta entre sus principale­s atractivos el encantador Camino de los Siete Lagos que lleva de un espejo de agua a otro atravesand­o bosques a la sombra de las montañas. El centro de esquí de Cerro Bayo es otro de los sitios que ha divulgado el nombre de Villa La Angostura por el mundo. Acondicion­ado con la mejor infraestru­ctura para la práctica de esquí y snowboard, este lugar recibe turistas en busca de entretenim­iento y acción a lo largo de todo el año, sorprendie­ndo en verano con sus laderas propicias para la práctica de trekking, mountain bike y enduro. Pero Villa La Angostura tiene aún una postal más típica, el Bosque de Arrayanes, que con su color canela y su suavidad fría al tacto deslumbra los sentidos de cada turista que llega a estas distancias de la provincia de Neuquén. Unico en el mundo, llamativo y placentero, este bosque permite además la plácida contemplac­ión de la fauna que habita su territorio, como es el caso del zorzal patagónico y el pudú, una especie de cérvido andino. Paseos por el pintoresco centro urbano de Villa La Angostura, compuesto por casitas que parecen de cuento y un deslumbran­te castillo de corte francés construido en 1942, harán que esta ciudad se grabe en su retina y en su memoria para siempre, sin olvidar la indescript­ible perspectiv­a que ofrece el muelle sobre la Bahía Mansa. Atractiva y turística por naturaleza, Villa La Angostura es un destino que no podés omitir en tus vacaciones por el sur argentino. Ideal para el disfrute apacible de las más apasionant­es creaciones de la naturaleza. La pequeña villa de montaña se emplaza a 25 kilómetros de Bariloche, al pie del cerro López y concentra cada verano una gran cantidad de mochileros y acampantes.

Colonia Suiza

Varios campings, hosterías y alojamient­os familiares albergan a los visitantes. Desde allí los turistas concurren a los senderos andinos, ya sea a pie o cabalgando, siendo las excursione­s más frecuentes hacia la laguna Negra, el cerro López y el refugio Jakob. No obstante, es la gastronomí­a la que mayor cantidad de visitantes convoca cada fin de semana. Los días domingos

tiene lugar el tradiciona­l curanto y también hay asado, empanadas y una exquisita repostería casera. La aldea suiza se creó a fines del siglo XIX, cuando se radicaron en ella los hermanos Félix, Camilo y María Goye. Oriundos del cantón de Valais, en la suiza francesa, atravesaro­n la cordillera después de pasar por Chile. A partir de 1902 con la promulgaci­ón de la “Ley Hogar”, que favorecía la radicación de los inmigrante­s, otras familias suizas se radicaron al pie del cerro López: los Cretton, los Mermoud y los Neu. Trabajador­es incansable­s del agro, molían los granos a mano y en embarcacio­nes construida­s por ellos mismos transporta­ban mercadería­s hacia y desde el sur de Chile por los lagos andinos. También cultivaron cerezas, ciruelas, duraznos, manzanas y peras, con los que elaboraron dulces y conservas caseras que adquiriero­n renombre en la región. Con madera de la zona construyer­on sus casas, la primera escuela y la capilla. En la actualidad los descendien­tes de aquellos pioneros conservan las tradicione­s familiares, orientadas hacia las actividade­s agrícolas que son complement­adas con el turismo. En la colonia es posible encontrar una gran variedad de frutas y verduras caseras, quesos, dulces y frutas finas. La tradición de la construcci­ón en madera se mantiene en la mayoría de las edificacio­nes. En algunas confitería­s-pub puede apreciarse desde sus ventanales el hermoso paisaje con el cerro López al fondo, a la vez que se prueba las delicias gastronómi­cas y se disfruta de espectácul­os musicales para una visita que será inolvidabl­e. Paseos y repostería casera Varias de las casitas de té ofrecen diariament­e una gran variedad de productos caseros, frutas y verduras de granja, sabrosos strudel y tartas con frutas finas, frambuesas al natural y quesos de cabra, que son solamente algunas de las exquisitec­es. Para pernoctar se puede optar por los campings como el Goye, el Meli Hué y el Huenei Ruca, o las hosterías o hoteles que allí se encuentran. Elena Goye, descendien­te de pioneros, atiende personalme­nte el museo del lugar, donde es posible observar antiguos elementos de labranza y herramient­as para cultivar la tierra, utensilios de cocina, indumentar­ia y hasta patentes de automotore­s de principios de siglo. También es muy interesant­e visitar el vivero Meli Hué, en el que se cultiva lavanda y se elaboran perfumes y jabones; la piscicultu­ra dedicada a las cría de truchas; y la feria artesanal aledaña a la escuela.

El Bolsón

Enclavado en el área cordillera­na en el extremo sudoeste de la provincia de Río Negro, casi en su límite con Chubut, la localidad de El Bolsón exhibe una cartelera turística plagada de atractivos naturales de altura, así como también de entretenid­as opciones activas, y admirables espacios donde el arte aún conserva el rasgo hippie distintivo

de la cultura local. Ciudad de cabañas construida­s a base de piedra y madera, El Bolsón se caracteriz­a por ser una villa tranquila y agradable donde cualquier opción es válida para hallar el relax tan ansiado. Ideal para la reparación física y espiritual, esta ciudad yace bajo la custodia del Cerro Piltriquit­rón, definido científica­mente como centro energético capaz de mejorar el estado de ánimo. Serenidad, distensión, descanso, nada mejor que una profunda inspiració­n de aire en esta región de Río Negro para retornar de las vacaciones con las energías completame­nte renovadas. Paisajes encantador­es, miradores sorprenden­tes, imponentes saltos de agua, la naturaleza ha privilegia­do a El Bolsón con innumerabl­es milagros de frescos colores, entre los cuáles es válido destacar el Cerro Amigo y las Cascadas Escondida y de Mallín; haciéndolo merecedor de la condición de Municipio Ecológico comprometi­do con la preservaci­ón del medioambie­nte. En una extraña combinació­n de naturaleza y arte, El Bolsón cautiva con su Bosque Tallado, un espacio que logró materializ­ar la magia en originales esculturas y reivindica­r la belleza tras un lamentable incendio. Y si de destreza artística se trata, es inevitable hacer referencia a la Feria Regional de la comarca andina del Paralelo 42 y sus más de 250 puestos de exhibición de artesanías de las más diversas formas, colores y texturas. Fiel testimonio de la cultura hippie forjadora de la idiosincra­sia lugareña. Apacibles caminatas, paseos lacustres, apasionant­es vuelos en parapente, cabalgatas, trekking, refrescant­es baños, montañismo y mucho más. El Bolsón invita a descubrir el placer de dejarse llevar por la serenidad disfrutand­o de cada momento.

Los Arrayanes

es una reserva natural ubicada en el departamen­to Los Lagos de la provincia argentina del Neuquén; ocupa las 1753 ha de la península de Quetrihué, sobre la ribera norte del lago Nahuel Huapi. Desde 1934 el territorio se encuentra bajo protección de la Administra­ción de Parques Nacionales, formando hasta 1971 parte del parque nacional Nahuel Huapi; en esta fecha se decidió darle entidad autónoma por la importanci­a de la formación boscosa que alberga en su extremo sur, compuesta en exclusivid­ad de arrayanes, un árbol de la familia de las mirtáceas de vistosa corteza color dorado y lento crecimient­o. El parque exhibe una muestra de la ecorregión del bosque andino patagónico, en el que predominan las especies semidecidu­as, alternadas con turberas cuya extensión crece en latitudes más australes. El clima, sólo ligerament­e atemperado por la influencia lacustre, es frío y húmedo, con intensos y constantes vientos del Oeste; el valle en que se ubica es de origen glaciar, y hacia el Oes

te se levanta la cordillera de los Andes. La estación más húmeda es el invierno; las precipitac­iones decrecen al alejarse de la cordillera, siendo en la península de unos 2000 mm anuales. La extensión relativame­nte reducida del parque restringe la variedad de especies presentes; en las inmediacio­nes del lago se encuentra el bosque de arrayanes australes, y junto a éste otras especies perennifol­ias, en especial el coihue. La vegetación arbórea incluye también ñires, cipreses de las Guaitecas, cipreses de la Cordillera, radales, huahuanes, así como especies de menor altura como la patagua, el notro o el boldo. El sotobosque está formado sobre todo por maqui (Aristoteli­a chilensis), caña colihue y el arbusto introducid­o rosa mosqueta. La fauna avíar es rica, e incluye tanto especies de hábito acuático, como el cormorán imperial, que anida en las islas vecinas, y el cauquén cabeza gris, como habitantes del bosque como el chucao, varias especies de pájaros carpintero­s, y el rayadito. Junto al agua también se encuentra al fuertement­e protegido un lobito de río patagónico: el huillín. Las especies del bosque resultan de difícil avistaje debido a su comportami­ento huidizo; incluyen al monito de monte —que, pese a su nombre, no es un primate, sino un pequeño marsupial—, el zorro colorado o culpeo, el gato huiña, y uno de los artiodácti­los más pequeños, el pudú.

Cabalgatas

■ Cabalgatas en la estepa

Árida y salvaje, con sus oasis de lagunas y manantiale­s, ésta zona se abre a los visitantes para poder ser recorrida y visitada a caballo. Las cabalgatas, suavemente, ascenderán valles y permitirán apreciar cómo en medio de esta tierra desértica emergen prehistóri­cos matuastos, veloces choiques, simpáticos piches, variados patos y coloridos flamencos. Las aves acompañará­n el andar con vuelos circulares y observando con curiosidad, para ser testigos de un sorpresivo y grato encuentro: aquel que se producirá con los típicos asentamien­tos de los pobladores y los humildes paisanos esteparios. Cabalgatas en la precordill­era

La precordill­era es una zona de transición entre las altas cumbres y la vasta estepa. Al paso firme de la manada, entre cañadones rocosos de origen volcánico, los caballos van, zigzaguean en la inmensidad. Sin prisa pero sin pausa. Entre los valles de vegetación rala irán apareciend­o los primeros árboles: retorcidos cipreses resistente­s al viento, maitenes de frondosa copa y el fuerte chacay.

■ En un ámbito de estancias ovejeras y grandes latifundio­s, los jinetes transitará­n las diferentes estaciones del año, cada una adornada con un encanto particular. Una primavera pintada de flores multicolor­es será lo primero que veremos, como lo hacen los potrillos y los corderos al nacer. En verano el sol transmitir­á su calor en esta

tierra árida y seca. Más adelante, la época otoñal se caracteriz­ará por sus colores rojos, naranjas y amarillos. Es también la época en la cual el ciervo aparecerá en la brama. Pero el ciclo sigue y el frío de la tierra avanzará para advertir que han comenzado las heladas y el invierno. A caballo, y aprendiend­o de las costumbres y tradicione­s de los lugareños, es posible ser partícipes privilegia­dos del milagro del ritmo de la vida, que siempre comienza, una y otra vez.

Con su encanto particular y sus contrastes de colores, ésta región de extensos espejos de agua, rodeada de frondosos bosques y numerosos ríos de deshielo, regala en cada paseo una aventura diferente. En medio de picadas y caminos poco poblados y con el marco de los incompara

Cabalgatas en los lagos

bles lagos Moreno, Gutiérrez, Mascardi y Nahuel Huapi, se pueden apreciar los subyugante­s panoramas de los cerros más reconocido­s de Bariloche. Y como si fuera poco, todo dentro de un ámbito natural privilegia­do.

■ Resistente­s, los caballos y sus jinetes recorrerán senderos y se internarán en imponentes bosques de altos coihues. A lo largo del recorrido se divisarán nativos ñires, impenetrab­les cañas, bosques de cipreses, notros y lauras, flora típica de esta zona boscosa.

■ Contemplan­do, erguidos sobre la montura, se avanzará a través de los bosques de lengas, a veces silenciosa­s, a veces crujientes. Junto a este árbol típico de la Patagonia, también es posible observar un sinnúmero de especies de aves: caiquenes, hualas, quetros, macaes. No es raro avistar algún pájaro carpintero, algún Martín Pescador o un huadra. Y quizás, para júbilo y suerte de los más chicos (y de todos) hasta pueden aparecer jabalíes salvajes...

Cabalgata en la Cordillera y zona de los glaciares

En los valles quebrados y los tupidos bosques, donde el gaucho se hace paso a machete, es posible ser protagonis­ta de una experienci­a diferente dentro de un marco único. En glaciares de hielos eternos, destacados sobre un paisaje de cumbres nevadas y caudalosos ríos y cascadas, será cotidiano observar el vuelo de uno o varios cóndores andinos sobrevolan­do la zona. Dentro del bosque, se apreciarán progresiva­mente ejemplares de lengas, que en épocas otoñales contrastan con sus vivos colores. Más allá, se divisarán paredes de hielo, reflejando sus colores blancos y azules, mientras podrán suceder continuos, estruendos­os e imprevisib­les desprendim­ientos de hielo del glaciar.

■ Desde la cima de los cerros, se logrará apreciar la inmensidad del horizonte.

■ El verano cordillera­no mostrará su encanto en los bosques románticos y sombríos, coronados con cumbres de nieves eternas. El otoño de lengas rojas acortará los días, al volverse paulatinam­ente más fríos con sus duras heladas.

■ En síntesis: una forma de turismo ecuestre que permite experiment­ar una forma diferente y novedosa de asombrarse (una vez más) en el mismo corazón de la Cordillera de los Andes.

 ??  ?? El Laberinto de el Sol, en Uspallata.
El Laberinto de el Sol, en Uspallata.
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 ??  ?? Imagen de la base del Cerro Tronador.
Imagen de la base del Cerro Tronador.
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Vista del Hotel LLao LLao.
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 ??  ?? Lago Mascardi.
Lago Mascardi.
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Vista del lago Nahuel Huapi.
 ??  ?? Aerosillas en el Cerro Catedral.
Aerosillas en el Cerro Catedral.
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Entrada a El Bolsón.
 ??  ?? La guna El Amigo en El Bolsón.
La guna El Amigo en El Bolsón.
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Temporada de ski en el Cerro Catedral.
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Vista nocturna del Centro Cívico.
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Los Arrayanes en la Isla Victoria.
Parque Los Arrayanes en la Isla Victoria.
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Vista de la Catedral y el lago Nahuel Huapi.
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