Entre Ríos: color, diversión, belleza y naturaleza en una tierra histórica
Se la considera como una provincia de carácter «insular», por estar rodeada por ríos y arroyos. Sus principales accesos están constituidos por puentes y un túnel subfluvial. La red de agua superficial y profunda, a través de acuíferos y apta para el consumo inmediato, es hasta 12 veces mayor que en cualquier otra provincia argentina.
Laprovincia tuvo un destacado papel en la etapa de organización del estado nacional argentino; siendo Territorio Federal de la Capital del país durante la presidencia de Justo José de Urquiza, primer presidente constitucional de la Argentina.
Historia
Antes de la llegada de los primeros exploradores españoles, el territorio del actual Entre Ríos estaba ocupado por diversas etnias, tales como los chanás-timbúes y los guaraníes. Estos grupos eran principalmente nómadas. Los primeros se caracterizaron por ser cazadores, agricultores, pescadores y fabricantes de armas (arcos y puntas de flecha), así como diestros en la fabricación de canoas, instrumentos musicales y la utilización de la madera y la cestería. Se ubicaron en la región sur de la provincia donde conformaron una cultura homogénea de tipo sedentario. Vivían en casas agrupadas en aldeas de tipo rectangular o redonda de barro y paja, con un espacio central donde había una plaza. Como parte del Imperio español, Entre Ríos fue integrante del Virreinato del Perú, dentro de la jurisdicción de las ciudades de Buenos Aires y
Santa Fe. Los primeros colonizadores se establecieron en el actual Departamento de La Paz, a orillas del río Paraná. El territorio quedó incluido en la gobernación del Río de la Plata en virtud de la Cédula Real del 16 de diciembre de 1617, que subdividió la gobernación originariamente otorgada a Pedro de Mendoza. Los indígenas del territorio entrerriano fueron vencidos y reducidos por el gobernador Hernandarias. Luego de una expedición contra los charrúas de la Banda Oriental ordenada por José de Andonaegui se procedió a fundar las primeras villas en Entre Ríos. En 1783, poco después de creado el Virreinato del Río de la Plata, el virrey Juan José de Vértiz y Salcedo ordenó a Tomás de Rocamora la organización del territorio entrerriano, procediendo a fundar las villas de San Antonio de Gualeguay Grande, Concepción del Uruguay y San José de Gualeguaychú En 1810 las villas entrerrianas adhirieron de inmediato a la Revolución de Mayo, que dio inicio al proceso independentista, y el pueblo de La Bajada (Paraná) brindó apoyo logístico y de milicianos a Manuel Belgrano durante su expedición al Paraguay. La relación con Buenos Aires se deterioró luego del armisticio firmado en 1811 con el virrey establecido en Montevideo, Francisco Javier de Elío, por el cual Buenos Aires acordó la ocupación realista de las villas de Gualeguay, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay y toda la Banda Oriental, a cambio del levantamiento del bloqueo a su puerto. Las villas entrerrianas comandadas por caudillos locales como Francisco Ramírez, Eusebio Hereñú, y Gregorio Samaniego, lograron derrotar a los realistas que habían procedido a ocuparlas y a partir de entonces Entre Ríos asumió una posición fuertemente federal. Debido a estas desavenencias con Buenos Aires, Entre Ríos no envió representantes al Congreso de Tucumán, apoyando en cambio el organizado por José Gervasio Artigas en Concepción del Uruguay el 29 de junio de 1815 (Congreso de Oriente). El mismo declaró la independencia de las provincias que constituían la Liga Federal o Confederación Unión de los Pueblos Libres de todo poder extranjero, no reconociendo la autoridad de España, Portugal ni Buenos Aires. La provincia estuvo bajo la protección de Artigas hasta que Francisco Ramírez asumió el liderazgo de la causa federal en territorio entrerriano. Junto a Estanislao López, de Santa Fe, se enfrentó a los unitarios del director supremo José Rondeau, venciéndolos en la Batalla de Cepeda de 1820. Esta batalla llevó a la disolución del gobierno nacional y a la firma del Tratado del Pilar entre las dos provincias triunfantes y Buenos Aires. Dicho tratado enemistó a Ramírez con Artigas, quien no participó de las negociaciones. Ramírez creó en 1820 la República de Entre Ríos, un estado federal autónomo que incluía además de la actual Entre Ríos a la actual Provincia de Corrientes y las antiguas misiones jesuíticas del noreste de esa provincia. La República de Entre Ríos se disolvió el año siguiente, luego del asesinato de Ramírez. Entre Ríos no aceptó la cons
titución unitaria de 1826 impulsada por Buenos Aires, pero colaboró durante la Guerra del Brasil (18251828). Luego de algunos cambios de gobernadores la provincia quedó a cargo de Pascual Echagüe (18321841), cercano al gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas. En 1841, se generó en la provincia un foco de resistencia contra Rosas al cual Echagüe enfrentó, siendo derrotado por el general José María Paz. Justo José de Urquiza se hizo cargo entonces de la gobernación de la provincia. La primera colonia agrícola de la provincia fue San José, fundada en 1857 por Urquiza. El bloqueo francés de 1838 a 1840 y el bloqueo anglo-francés de 1845 a 1850 permitieron a los buques mercantes navegar libremente los ríos Paraná y Uruguay, lo cual favoreció comercialmente a Entre Ríos, ya que antes el comercio era monopolizado por el Puerto de Buenos Aires. Cuando los bloqueos fueron levantados, el resentimiento provocado por este hecho, junto con la tradicional insistencia de Entre Ríos en un federalismo verdadero, constituyeron las razones de fondo que llevaron a Urquiza a enfrentarse con Rosas con el fin de unir al país bajo una constitución federal que garantizara la libre navegación de los ríos. La Batalla de Caseros, en 1852, marcó la victoria decisiva de Urquiza. Separada Buenos Aires del resto de las provincias, el Congreso Constituyente de 1853 nombró a la ciudad de Paraná como capital provisional de la Confede
ración Argentina y a Urquiza como presidente, federalizando todo el territorio entrerriano (Territorio Federal de Entre Ríos). En 1860, luego del ingreso de Buenos Aires a la Confederación, se dictó la Constitución de Entre Ríos, eligiéndose a Urquiza como gobernador de la restablecida Provincia de Entre Ríos. Urquiza volvió a la gobernación en 1868 y fue asesinado en 1870 durante una revolución dirigida por Ricardo López Jordán. Éste fue nombrado gobernador por la Legislatura, pero el presidente Domingo Faustino Sarmiento no reconoció su autoridad, enviando un ejército a intervenir la provincia. López Jordán intentó resistir (Rebelión Jordanista), pero fue derrotado y se refugió en Brasil. La intervención finalizó luego de la elección del gobernador Emilio Duportal.
De las colonias inmigrantes a la actualidad
Durante la gran ola de inmigración europea de 1853-1930 Entre Ríos fue una de las provincias en donde mayor cantidad de inmigrantes se establecieron, formándose gran cantidad de colonias agrícolas. La constitución provincial fue reformada en 1903, durante el gobierno de Enrique Carbó Ortíz. Al entrar en vigencia en 1912 la Ley Sáenz Peña de voto secreto, se presentaron a elecciones la Unión Cívica Radical, el Partido Conservador y el Partido Socialista. En dicha elección triunfó el candidato radical, Miguel Laurencena. La crisis económica mundial de 1929, conocida como la Gran Depresión, perjudicó a las economías agroexportadoras, lo cual produjo un aumento en la urbanización de la provincia. El proceso de industrialización abierto en la década de los 30, motivó un éxodo provincial ya que los centros urbanos provinciales no podían asimilar a toda la población que llegaba del campo. En 1933 se reformó la constitución provincial. Entre 1946 y 1955 se realizaron nuevas reformas, que fueron dejadas sin efecto en 1955, para restablecer el texto constitucional de 1933. Los golpes de estado que se reiteraron entre 1930 y 1983 anularon las autonomías provinciales mediante gobernantes militares designados por el dictador en el mando, que asumían el título de «gobernador». Entre los hechos más destacados de ese período se destaca la construcción del Túnel subfluvial Raúl Uranga – Carlos Sylvestre Begnis (inicialmente llamado Hernandarias), que unió las ciudades de Paraná y Santa Fe y terminó con el aislamiento por vía terrestre de la Mesopotamia y que se complementó en 1975 con la inauguración del Complejo Ferrovial Zárate - Brazo Largo, que la une con la Provincia de Buenos Aires. En 1974 se inició la construcción de la Central Hidroeléctrica Binacional de Salto Grande que comenzó a generar energía en 1979.
Geografía
Conjuntamente a Misiones y Corrientes, Entre Ríos integra la Mesopotamia argentina, por encontrarse limitada al este y el oeste, respectivamente, por los grandes ríos Paraná y Uruguay. Tiene un relieve llano surcado por cientos de cursos de agua, con suaves ondulaciones denominadas impropiamente cuchillas. El paralelo de Punta Gorda (Colonia) marca el kilómetro cero del río de la Plata hacia el sur y del río Uruguay hacia el norte. Al sur de este paralelo se hallan islas entrerrianas con costas sobre el río de la Plata. Esas islas son la del Portugués y otra ubicada frente a Punta Gorda al norte del río Sauce y al sur del río Paraná Bravo. Las lomadas entrerrianas, llamadas cuchillas, tienen su origen en la Provincia de Corrientes, aproximadamente a los 30° de latitud sur, ya en Entre Ríos, a unos 20 o 30 km del límite, se bifurcan en la cuchi
lla Grande (al este, extendida de norte a sur) y la cuchilla de Montiel (al oeste, de noreste a sureste). Por el valle central, entre las dos cuchillas, corre el río Gualeguay, que divide en dos partes a la provincia. La cuchilla Grande se bifurca hacia los 31° 50’ S en dos ramales paralelos que originan el valle del río Gualeguaychú. La cuchilla de Montiel se bifurca hacia los 32° S, formándose un ramal perpendicular que llega al río Paraná en la Punta Gorda del departamento Diamante, generándose un valle entre ambas ramas en el departamento Nogoyá, por donde discurre el arroyo Nogoyá. La homogeneidad del paisaje ondulado se interrumpe al sur en la zona deprimida del delta del Paraná. En el norte del Departamento La Paz, existe otra zona deprimida denominada Bajo del Yacaré. Al noreste, el río Uruguay forma terrazas fluviales, sumergidas hoy en gran parte por el embalse de Salto Grande. Durante el plegamiento andino se crearon líneas de falla por donde corren longitudinalmente los ríos Gualeguaychú, Gualeguay y el arroyo Nogoyá.
Clima
Los climas característicos son el tropical sin estación seca al norte y el templado pampeano al sur. Es recorrida por vientos provenientes del océano Atlántico, además de vientos locales como el Pampero, la Sudestada y el Viento Norte. Cuenta con precipitaciones abundantes, con un promedio de 1.000 mm anuales. La temperatura promedio en verano es de 30 °C; desde noviembre a marzo. En el invierno, la temperatura es de 10 °C promedio; desde junio a septiembre.
Flora
La vegetación de la provincia comprende Montes en la zona centro y noroeste, formados entre otras especies por el ñandubay, el algarrobo, el espinillo, el chañar, el tala, el molle, el lapacho y el timbó. En el Delta del Paraná se encuentran los Montes Blancos, formados por otras especies arbóreas como el sauce criollo, el colorado o de la costa; el álamo criollo, el Carolina y de Canadá, los ceibos, curupiés, canelones, laureles criollo, ingáes, palo amarillo y falsos alisos. En Colón y Concordia crecen palmeras conocidas como yatay. Los ríos y lagunas disponen de flora acuática como el irupé, el repollito de agua, camalotes y achiras. El sector forestal se encuentra actualmente en crecimiento, si bien tiene aún poco peso dentro del conjunto del país. La provincia destinó 91.000 hectáreas, en su mayor parte junto al río Uruguay, y los principales árboles utilizados son el eucaliptus, el pino y las salicáceas. La industria está acompañada también por una infraestructura de aserraderos y establecimientos procesadores de maderas.
El Palacio San José fue la residencia del primer presidente constitucional de Argentina y gobernador de la provincia de Entre Ríos, general Justo José de Urquiza. Está en Concepción del Uruguay.
Fauna
La fauna de Entre Ríos se encuentra protegida naturalmente de la depredación por los ríos que rodean a la provincia, así como también por límites establecidos a la caza y pesca de las especies. Las aves se presentan principalmente en los lagos, ríos y arroyos, entre ellas hay zancudas, cigüeñas, el tutuyú coral, la garza mora, las bandurrias, cuervillos y espátulas, así como también palmípedas, patos, biguás y cisnes. Entre los pájaros más comunes se pueden encontrar el pirincho, el urutaú, cardenales, martín pescador, biguá y el carpintero. Hay reptiles como yacarés, iguanas y lagartijas, y ofidios como serpientes de coral, boas, cascabeles y yararás. Entre los mamíferos hay carpinchos, hurones, zorros del monte, guazunchos, lauchas, mulitas, peludos y comadrejas; y entre las más de 200 especies de peces se puede mencionar al armado, surubí, patí, dorado, sardina, sábalo, manduví, anamengüí, boga, pacú y dientudo.
Turismo
Entre Ríos actualmente tiene como uno de sus ejes de desarrollo a la actividad turística, es el cuarto destino más visitado a nivel nacional. Sus principales atractivos turísticos son los complejos termales, el turismo rural, la pesca deportiva, el turismo aventura y los carnavales. Las siguientes localidades cuentan con balnearios habilitados sobre ríos o arroyos con servicios para el turista y la mayoría además ofrece la práctica de actividades náuticas: Concepción del Uruguay, Colón, San José (1° Playa de río del país certificada en calidad), Concordia, Federación, Santa Ana, Gualeguaychú, Victoria, Diamante, Villa Elisa, Valle María y Villa Urquiza. Asimismo, la provincia cuenta con numerosos sitios de interés histórico; entre los que se destaca el Palacio San José, que fuera residencia de Justo José de Urquiza. Los complejos termales se encuentran en diversas localidades: Concepción del Uruguay, Concordia, La Paz, Federación, Colón, Villa Elisa, Chajarí, María Grande, San José, Victoria, Gualeguaychú, Basavilbaso y otros en proceso de construcción en Diamante y Villaguay. En varias ciudades se realizan los festejos de carnaval durante los meses de verano, presentando comparsas por la calle y en los corsódromos. Los más destacados son los de Gualeguaychú - Carnaval del País, Victoria, Concepción del Uruguay, Santa Elena, Gualeguay, Concordia, Chajarí y Hasenkamp. La pesca deportiva con devolución se practica en Concordia, Puerto Yeruá, Federación, Colón, Paraná, Hernandarias, Pueblo Brugo, Piedras Blancas, La Paz, Santa Elena, Victoria, Diamante, General Alvear y Villa Paranacito.
Paraná
Seducción de naturaleza y urbanismo, la ciudad de Paraná, capital de Entre Ríos, surge en el centro oeste del territorio provincial, acariciada en toda su extensión por las caudalosas aguas del “Pariente del Mar”. Referente de la historia y paradigma de la belleza paisajística, constituye un destino turístico digno de ser conocido. Paraná se erige orgullosa sobre escarpadas barrancas, ostentando una ensoñada geografía producto de la acción del río que mira y la mira. Naturaleza adivinada en cada rincón y promesa de recreación en todo momento, invita a conocer su compleja propuesta turística del centro urbano a la ribera y desde el campo a la isla. Apariencias variadas, estilos arquitectónicos propios de las más diversas épocas, gran oferta de actividades artísticas, importantes comercios e industrias, múltiples áreas deportivas, apacible ritmo diurno, entretenida vida nocturna, exquisiteces de la gastronomía, alojamiento para las diferentes preferencias, y todas las ventajas turísticas deudoras de su ubicación junto al río, hacen de Paraná un espacio excepcional. Entre sus atractivos característicos prevalecen ineludibles la renovada Avenida Costanera, el siempre encantador Parque Urquiza, el Puerto, la imponente Catedral y el solemne Teatro 3 de Febrero. Paseos, golf, deportes náuticos, pesca deportiva, cabalgatas, ecoturismo, turismo rural, avistaje de aves, safaris fotográficos, cruce a la isla, destacan entre sus alternativas.
Concordia
Tierra coloreada con el verde más intenso y cautivante, Concordia florece en el centro este del territorio de Entre Ríos, sobre la margen derecha del río Uruguay, posicionándose como la segunda ciudad de importancia de la provincia. Un grave movimiento citadino y una embriagante sensación de serenidad, se combinan extrañamente para hacer de este destino turístico un rincón de preferencias múltiples. Concordia es la Capital Nacional de la Citricultura, y una de las ciudades más dinámicas de la geografía del Mercosur. Su imagen urbana se caracteriza por la tendencia arquitectónica manifiesta, un
centro comercial peatonal que la energiza, museos de interés histórico, biológico y cultural; espacios naturales y recreativos, y una vinculación directa con playas de arenas blancas y finas. Dueña de tres accesos, recibe al visitante en cada uno de ellos con un especial atractivo. Hacia el sur, el ingreso nuevo bordea al Parque Industrial de la ciudad exponiendo altivamente su orgullo productivo, y se topa luego con las vías del ferrocarril, una de las pocas de Entre Ríos que continúan en funcionamiento tanto para el transporte de cargas, como para el transporte de pasajeros a bordo del Gran Capitán. Hacia el centro, la incorporación al territorio concordiense se realiza por Av. Presidente Illia, cuya continuación por la Av. Salto Uruguayo desemboca en el espléndido Parque San Carlos, los bosques en galería, las ruinas del castillo, el pesquero Salto Chico y una extensa área recreativa compuesta por polideportivo, velódromo, club de polo y club hípico. Más sugestivo aún resulta el acceso norte por Ruta Nº 015, que da directamente con la entrada del complejo de aguas termales; y que continuando por la misma vía, conduce a Villa Salto Grande: su museo, el Puente Internacional, los puertos recreativos, los campings arbolados y las fascinantes playas de arena y piedra a orillas del lago. Una vez en Concordia, es inevitable el paseo por la Costanera, enfrentada en un sector a la belleza admirable del Parque Mitre, y en otro a la seguidilla de parrillas y bares que le dan al ambiente su aspecto relajante y divertido. Con la infraestructura necesaria para recibir al turista en miles de plazas hoteleras y extrahoteleras, una gastronomía tan rica como variada, y una entretenida movida nocturna distribuida en pubs con espectáculos musicales, restaurantes con shows, boliches bailables, casino y tragamonedas, Concordia te espera todo el año.
Gualeguaychú
Escenario del mayor espectáculo a cielo abierto del país, Gualeguaychú se ha entronizado entre los destinos turísticos preferidos de Entre Ríos. Tras largos meses de preparativos silenciosos, cuando el verano trae al calendario la fecha del Carnaval del País, las calles resplandecen en colores brillantes, la alegría se siente en el aire, la magia invade el ambiente, el ritmo vibra en los cuerpos, y todo desfila hacia un único centro: la pasarela del Corsódromo de la Ciudad. Cinco son las tradicionales comparsas de Gualeguaychú –Marí Marí, O’Bahía, Kamarr, Papelitos, Ara Yeví-, pero tres son las que compiten en cada desentierro del Rey Momo, sábado a sábado entre enero y febrero, ante miles de ojos expectantes que buscan romper con la cotidianeidad en procura de la libertad y la diversión. La campeona tendrá el privilegio de volver a escena al año siguiente, para defender frente a las otras dos agrupaciones el lugar y el reconocimiento merecidos.
Concepción del Uruguay
Distinguida como “La Histórica”, la ciudad de Concepción del Uruguay surge recostada en las serenas aguas del río que, en parte, le da nombre y prestigio. Encabeza uno de los seis departamentos extendidos sobre el este del territorio de Entre Ríos, quedando al paso entre las ciudades turísticas de Colón y Gualeguaychú. A orillas del río de los pájaros, tal como reza la acepción de su río, Concepción guarda el secreto de un atractivo especial para el viajero. Es que aún antes de deletrear la historia que conservan sus casas coloniales, su gente y sus jardines, el visitante palpitará esa atmósfera de pasado que nunca se ha ido y que la recuerda como capital primera de Entre Ríos. Concepción del Uruguay es una ciudad con notorio acento español donde el ayer pareciera asomarse a cada paso y adueñarse de cada mirada exaltando el orgullo de reunir en sus dominios ocho de los 14 monumentos históricos nacionales que ostenta la provincia. Mudo testimonio de un pasado incomparable, El Palacio San José sobresale ampliamente entre aquellos, cautivando desde una escasa distancia con su gloriosa arquitectura, su belleza patrimonial y su aire colmado de misterios. Situada a la vera de la ruta 14, importante vía de comunicación del Mercosur, Concepción del Uruguay es otra de las prestigiosas ciudades entrerrianas en cuanto a periodos vacacionales se refiere. En ella, historia y cultura se combinan con la belleza de los paisajes naturales, seduciendo al turista con una invitación tan atractiva como compleja. Playas, termas, carnavales, turismo aventura, estancias rurales, todo encuentra su espacio de existencia en la suntuosa ciudad de Urquiza. El esplendido Balneario Camping Banco Pelay, el municipal Itapé y la prodigiosa Isla Cambacuá encabezan la oferta turística veraniega de Concepción, así como la cartelera cultural se sostiene durante todo el año, y las estaciones frías se promocionan a partir del agua termal. Una importante capacidad hotelera y una vida nocturna muy activa -compuesta por confiterías, bares, restaurantes, pubs y discotecas-, completan la propuesta recreativa de esta ciudad de más de 70 mil habitantes, convirtiéndola en un destino ampliamente reconocido y visitado cada año por un mayor número de turistas.
Colón
Paraje extendido a orillas del río Uruguay; localidad surgida en el punto medio del centro este territorial; espacio vacacional preferentemente veraniego y juvenil, aunque también familiar y con alternativas válidas para las estaciones más frías; la ciudad de Colón atrae en primera instancia con sus playas e islas, para deslumbrar luego con un desborde de posibilidades recreativas. La conjunción de río y verdes, de arenas doradas y cielo límpido, le confieren a la ciudad una belleza singular, en el marco de la cual el turista podrá gozar a sus anchas de la gran experien
cia de la naturaleza viva. Playas extendidas a pocas cuadras del centro; aguas termales dulces; paseos por islas; excursiones náuticas y terrestres; y a pocos kilómetros la imponencia natural del Parque Nacional El Palmar; todas propuestas ultimadas por la calidad de la infraestructura gastronómica, hotelera y de servicios en general. Igualmente inevitable resulta la referencia a los atractivos tradicionales de la Ciudad Paisaje: los balnearios tendidos de norte a sur sobre el camino costero; las desafiantes carteleras de deportes náuticos; la visita al puerto y la historia de su entorno; la entrega de los sentidos a la belleza paisajística del Parque Quirós; la invitación anual a la Fiesta Nacional de la Artesanía; el recorrido nocturno por la 12 de Abril convertida en peatonal.
Victoria
Escondida entre lomadas y cuchillas, en medio del imponente Delta del Paraná, la ciudad de Victoria ha sido privilegiada con dotes geográficas que la tornan incomparable. Aparece al sudoeste de la provincia de Entre Ríos, apretada entre áreas rurales, humedales y riachos; conservando el aroma a pueblo de otros tiempos y desarrollando a la par sus condiciones de atrapante destino turístico.
Gualeguay
Ciudad hecha de bloques de plazas, monumentos y edificios, Gualeguay persiste al sur del territorio de Entre Ríos, enaltecida como Capital de la Cordialidad, y bautizada por un río de aguas fértiles que atraviesa toda la provincia mojando los distintos departamentos. La privilegia asimismo su ubicación geográfica a 220 km. de Capital Federal, señalándola como destino de una escapada rápida hacia el descanso y la tranquilidad. La fiesta del Carnaval se vive en Gualeguay como en pocos lugares. Chicos y grandes, bailarines y espectadores, carruajes y lentejuelas, bandas y batucadas, cada detalle brilla en la pista del Corsódromo y protagoniza la escena veraniega de la ciudad.
Villa Paranacito
Resistiendo como junco a orillas de río, la Venecia Argentina enriquece al Delta Entrerriano con su encanto paisajístico capaz de vestir de ciudad al rincón más natural de la provincia. Lo inesperado sucede en el extremo sureste del mapa, ahí donde Villa Paranacito instituye una cultura especial, una mezcla de isla y caserío, un intento social en medio de la tupida selva paranaense. Villa Paranacito se emplaza en el Delta de Entre Ríos impactando al visitante con su estilo de vida. Es que fuera del pequeño centro urbano, el grueso de la población habita al borde de los canales o al interior de la mismísima isla, implantando como
medio de transporte a lanchas, canoas y pontones. Algunos edificios históricos como la Estafeta de Correos, la Delegación Policial y el Banco de la Provincia, se empeñan en señalar la ciudad, sin lograr distraer la atención de la naturaleza como principal atracción del lugar. Paseos náuticos por arroyos y ríos; incursiones en el tupido entorno isleño; safaris fotográficos y avistajes de aves; pesca deportiva; apasionantes excursiones; y participación en eventos característicos, como el tradicional desfile de carrozas acuáticas, la Fiesta de la Madera y la Fiesta del Inmigrante; componen la cartelera turística de este entorno maravilloso, siempre apropiado para una escapada de fin de semana o el disfrute desestresante de las vacaciones.
Parque Nacional El Palmar
Refugio de flora y fauna desplegado por un territorio de 8500 hectáreas en el centro este del territorio entrerriano, el Parque Nacional El Palmar preserva como formación emblemática el palmar de yatay, una especie autóctona que llega a vivir entre 200 y 400 años, que suele engalanar los cielos con sus flores amarillas, y que ofrece un delicioso fruto dulce, utilizado especialmente para la elaboración de licores. Junto a la palmera yatay crecen arbustos como la chilca y hierbas de floración notable como margaritas y verbenas. La fauna es variada, prevaleciendo las especies aladas: pájaros carpinteros, ñandúes y perdices son su muestra más clara; en tanto el zorro de monte representa al grupo mamífero. Este parque fue creado en 1966 con el objetivo básico de resguardar uno de los últimos palmares de Yatay -representativo de los que hasta fines del siglo pasado prosperaban sobre todo en el oriente de Entre Ríos-, aunque también extiende su amparo sobre otros ambientes de significativo patrimonio natural, como la selva en galería y el monte xerófilo. Lo llamativo de su paisaje poblado de palmeras, los bosques en galería que pueblan las márgenes de los ríos, la belleza del río Uruguay y la abundancia de la fauna silvestre, constituyen sus principales atractivos. Se destaca además por ofrecer comodidades y servicios al visitante, entre ellos: buenos caminos, camping, proveeduría, centro de informes, miradores dispuestos para el perfecto avistaje de las
aves que habitan el territorio, y hasta una playa ideal para el verano. Pero el parque también tiene sus problemas y uno de los más significativos viene siendo la proliferación de especies exóticas, como es el caso del jabalí europeo, que causa graves daños a la serena convivencia entre los animales y ara los pastizales naturales con sus hocicadas; y en cuanto a los vegetales, del árbol de paraíso, originario de Asia, que ha ganando espacio entre los ejemplares autóctonos, amenazando con cambiar el paisaje característico.
Flora y Fauna del parque
Más allá del palmar de yatay, la selva en galería y el monte xerófilo, este Parque Nacional protege también distintos ambientes característicos del espinal, como el pastizal, íntimamente ligado con los palmares en conformación de un ecosistema único (palmarpastizal), que brinda alimento y refugio a innumerables especies de animales: extraordinaria cantidad de insectos, reptiles como la yarará, varias especies de culebras, pequeños roedores y aves típicas de estos ambientes como el carpintero blanco y el real. Es posible encontrar además algún escurridizo gato montés al acecho de su presa. Siguiendo las ondulaciones del terreno, los bosques de yatay se van raleando hacia las zonas bajas para dejar paso a dilatadas sabanas, salpicadas por espinillos, talas y ñandubayes de tortuosa figura, por donde transitan ñandúes, hurones, zorrinos. Los pastizales que ocupan las suaves pendientes se confunden con los pajonales de los terrenos más bajos e inundables, formando ambientes acuáticos de increíble riqueza faunística, donde habitan batracios y bellas aves como el chiflón, el pecho amarillo y el ipacaá. Observando con detenimiento, suelen encontrarse tortugas pintadas tomando sol sobre troncos en medio de una laguna. En cercanías del camping se extiende el área del monte xerófilo, una formación densa y baja en la que crecen molles, espinillos y ñandubayes, junto a numerosos arbustos adornados por enredaderas como la pasionaria o mburucuyá, y donde es común descubrir a los zorros de monte. Esta área es hábitat del cacholote castaño y las cotorras. Durante el día, en las épocas de más calor, pueden observarte lagartos overos que salen de sus cuevas para asolearse en los mismos sitios que por la noche tienen como protagonistas principales a las vizcachas. Las costas bajas del río Uruguay están tapizadas por una profusa vegetación, aunque en algunos sectores existen pronunciadas barrancas de hasta 15 metros de altura. A esta formación húmeda, que es una prolongación empobrecida de la selva misionera, se la denomina selva en galería y permite admirar una gran diversidad de especies vegetales. Abundan las enredaderas, lianas y epífitas (clavel del aire y barba de viejo), las cuales se encuentran asociadas a distintas especies arbóreas como el arrayán del norte y el laurel. El arañero de cara negra y el pitiayumí son las aves más características que encuentran refugio en esta formación boscosa. Un ambiente similar bordea los distintos arroyos que surcan el parque, siendo los más importantes El Palmar y Los Loros. Estos cursos de agua son los ambientes predilectos del roedor más grande del mundo: el carpincho, y de otros mamíferos como el lobito de río, el coipo (mal llamado Nutria), y de aves acuáticas, entre ellas el biguá y los martín pescadores.