“NO SOMOS REGIONALISTAS”
—¿Existe una literatura rosarina?
—Sí, creo que sí. Siempre existió, desde el momento que en Rosario hay gente que escribe. No hay un movimiento literario homogéneo, porque Angélica Gorodischer no tiene nada que ver con Jorge Riestra, son narrativas distintas. La poesía de Rosario también es muy diversa. Somos bastante distintos. Rubén Sevlever es un poeta casi metafísico, Hugo Padeletti también, Aldo Oliva es un poeta extrañísimo, casi no tienen relación con la ciudad, es una poesía hasta abstracta. Después otros tenemos ciertas cercanías, como Eduardo D’Anna, Hugo Diz, Jorge Isaías, Guillermo Ibáñez, Celia Fontán, Concepción Bertone. Y los que vienen después... No nos parecemos. Parece ser que a los ojos de afuera le ven cierto grado, un tono, una actitud distinta frente a la poesía. No somos regionalistas, no escribimos como un salteño, como un sanjuanino, somos urbanos. Me parece que existe una literatura rosarina, y casi te diría que la mayor parte es todavía desconocida, porque hay cualquier cantidad de gente joven que escribe muchísimo. Hay un caldo que la propia ciudad ofrece. Tenemos un río importantísimo, que ha servido a muchos poetas. Y no nos olvidemos de Fontanarrosa, que les ha dado un toque distinto a todos los que nombré antes. Y que fue bastante ninguneado también —responde Rafael Ielpi, el entrevistado del primer número de Barullo.