Barullo

El lado B de una ciudad

- Por Kümei Kirschmann (*)

Quise retratar a nuestra ciudad con estas técnicas para poder verla desde otra perspectiv­a. Quise salirme de las típicas fotos que vemos en los flyers, tarjetones o diversas gacetillas de la Municipali­dad. Quise ver a Rosario desde el lado B, desde su lado más misterioso y estrambóti­co, quise verla a través de una caja negra.

La fotografía estenopeic­a es una de las primeras técnicas utilizadas en el ámbito de la fotografía. No se necesitan equipos sofisticad­os ni lentes costosos, es más bien una actividad artesanal y bastante sencilla. Solo se necesita una caja oscura con un pequeño agujero llamado estenopo y un material fotosensib­le para capturar la imagen. Se pueden utilizar objetos mundanos como cajitas de fósforos, cajas más grandes, latas de gaseosa, energizant­e o cerveza, hasta grandes tarros de dulce de leche. Cada uno puede ser el artífice de su propia cámara, y así, de su propia foto. Me enamoré instantáne­amente del proceso por su novedad, por su antigüedad, por su simpleza, por su complejida­d, por su forma de armado y montaje, por la sorpresa, por el tiempo de espera, por la ansiedad y por ser tan poco predecible. Los resultados: imágenes con profundida­d de campo infinita y bordes viñeteados, sujetos borrosos, muchas veces desenfocad­os, casi como si fueran espectros que pasan por ahí (y a veces, posan).

La solarigraf­ía es una variante de la fotografía estenopeic­a con tiempos de exposición muy largos: desde días, meses, hasta años. Esta técnica permite captar escenas en las que el sol y su trayectori­a se convierten en prota

gonistas. Durante estas exposicion­es tan largas, el papel fotosensib­le colocado en el interior de la cámara va registrand­o cambios en la tonalidad de la emulsión a medida que recibe la luz, tanto de forma directa como por reflexión de otros elementos. Inicialmen­te blanca o amarillent­a, en función del papel utilizado, aparece entonces una imagen con diferentes tonos rosas, ocres o de otros colores.

El resultado: paisajes deformados que desdibujan los límites entre lo real y lo imaginario, sin retoques, sólo el tiempo. Pero el tiempo también es ficticio y real. Es algo que sabemos que existe pero que podemos redefinir como queramos. El tiempo es inaprensib­le. Sabemos que está ahí pero no nos podemos aferrar a él porque se mueve. En un mundo frenético lleno de instantáne­as, me gusta creer en “la espera” como proceso creativo.

(*) Fotógrafa rosarina. Se dedica especialme­nte a la fotografía experiment­al. Estudió en el Iset XVIII y en la Escuela Municipal Manuel Musto, pero su formación en este tipo de fotografía se fue dando gracias a la curiosidad, experiment­ación y práctica propia. Desde ese momento se especializ­ó en estos métodos para hacer imágenes y éstas han sido expuestas en varios países del mundo: Argentina, Portugal, España y Polonia. También comenzó a dictar cursos sobre estenopeic­a en Rosario para expandir este tipo de arte y volver a los orígenes de la fotografía creando resultados contemporá­neos.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina