EL ARCHIVO FOTOGRÁFICO DEL MUSEO MARC
En 1939, con la inauguración del Museo Histórico Provincial de Rosario se activa la primera noción de patrimonio en la ciudad, una forma de construir el tiempo que se mostraba en sus propiedades básicas: apropiación, transmisión y permanencia, siendo el museo y su archivo la forma primordial adoptada para su desarrollo. Precisamente, Julio Marc buscaba transformar el museo en un centro de investigación mediante la formación de un archivo que no solo respaldara a las colecciones sino que también brindara la posibilidad de institucionalizar y profesionalizar la práctica historiográfica. Así, se ocupó por caminos formales e informales de dar prioridad a la recolección de “fuentes”. De esta forma el Museo, apenas inaugurado, ya contaba con más de dos mil documentos, seiscientos libros, folletos, bandos y proclamas editadas por las imprentas del río de la Plata hasta 1826, libros “raros” de América de los siglos XVII, XVIII y XIX y una destacada mapoteca. Con estas acciones Marc terminaría formando el primer archivo histórico de la ciudad con la intención de promover la expansión de los estudios históricos sobre Rosario, basados principalmente en el uso del documento original. En ellos la autenticidad era un valor fundamental, razón por la cual la fotografía, considerando la garantía de verdad que ofrecía este dispositivo mecánico, fue otro de los documentos a tener en cuenta.
Con el archivo fotográfico creado por Marc se puede estudiar la historia de la fotografía en Rosario durante la segunda mitad del siglo XIX con las cartas de visita – formato que dio origen al álbum fotográfico–, los portrait cabinet, las albúminas con vistas urbanas y de tipos y costumbres de los profesionales que pasaron o crearon sus casas comerciales en la ciudad, como el inglés Alexander S. Witcomb, Chute & Brooks, Félix Corte, la Fotografía Inglesa del pintor boliviano Francisco Solano Ortega. Entre ellos, el alemán George H. Alfeld fue uno de los primeros en arribar a la ciudad. En 1863 abrió su estudio sobre la calle Puerto (San Martín), y dos años después lo mudaría sobre la plaza 25 de Mayo, donde permaneció hasta 1869 cuando partió hacia La Rioja. En 1866 editó un álbum de vistas –el primero realizado en una provincia argentina– titulado Recuerdos del Rosario de Santa Fe, cuyos únicos ejemplares conocidos –de distinto formato, encuadernados en la por entonces famosa librería de los Kammerath y con diversa cantidad de fotos que ponen evidencia que se producían a pedido– se encuentran en la colección del museo. La sagacidad de Marc queda otra vez demostrada en este caso: conociendo que el intelectual rosarino Gabriel Carrasco (1854-1908) fue el primer promotor y coleccionista de fotografías de la provincia, se contactó con sus herederos para lograr en donación su colección. Además, su logro se acrecienta no solo porque obtuvo dos álbumes de Alfeld y las copias de éste realizadas por los dos destacados fotógrafos rosarinos de entresiglos Vicente y Santiago Pusso sino también el álbum de enorme valía para la historia del norte de la provincia producido por Carrasco, El Chaco santafesino, de 1887. De esta forma la colección de fotografías del museo se ajustaba a la historia de la ciudad y de la provincia delineada por Marc, donde la etapa considerada fundacional –vinculada a la construcción del Estado y el desarrollo del modelo agroexportador– era registrada en sus aspectos productivos y edilicios para complementar a las piezas que se encontraban en sus salas. Luego de su muerte, cerrando el círculo, el archivo volvía a jerarquizarse con la donación de otro álbum de Alfeld. Esta vez provenía de la familia Aldao, vecina del fotógrafo y propietaria del álbum desde su ejecución en 1866.