DESDE ORIENTE
Consejos milenarios para vivir mejor
Aprende los beneficios que brinda esta disciplina milenaria en el crecimiento infantil: para evitar el estrés y los futuros problemas de conducta.
Muchos especialistas coinciden en afirmar que en la actualidad, los niños manifiestan niveles muy altos de estrés en la vida diaria, que luego ellos expresan mediante comportamientos alterados como son la falta de motivación, agresividad, nerviosismo e hiperactividad. Por eso, a la hora de
encontrar la felicidad, el YOGA es una disciplina milenaria que busca unir alma, espíritu y cuerpo.
EL YOGA EN LA FASE DE DESARROLLO Y CRECIMIENTO DEL NIÑO:
-Les ayuda a afrontar los conflictos de una forma relajada y reflexiva. -Actúa directamente sobre los diferentes componentes físicos: el sistema músculo-esquelético, sistema endocrino (que regula los estados emocionales), nervioso, respiratorio y circulatorio; órganos de los sentidos. Apoyando su desarrollo en fortaleza y mejorando su funcionamiento. -Aumenta la concentración. -Incrementa la actividad física y aumentar su bienestar, ya que hay una nueva generación de niños que están acostumbrados a la tecnología y videos juegos. -Expresa sus sentimientos adecuadamente. -Afronta mejor los problemas. -Incrementa respuestas saludables frente al estrés.
El yoga también ayuda al niño a conectarse con su cuerpo y es una actividad física en un momento donde el sedentarismo está incrementando. Desde la revista Salud Alternativa, entrevistamos a Araceli Marzano, instructora de El Arte de Vivir en Perú y mamá de un niño de 2 años.
“Hoy en día escuchamos bastante que diagnostican a los niños con diferentes síndromes de déficit de atención y demás y muchas veces, ese niño está pidiendo más presencia de los papás, más juego y menos exigencia. Tanto para los niños con mucha energía como para aquellos que son más introvertidos es muy recomendable: el Yoga. A los que tienen mucha energía los va a ayudar a canalizarla de manera más ordenada y a los más introvertidos les ayudará a tomar confianza en sí mismo y a pararse frente al resto sin timidez”.
ESTABILIDAD EMOCIONAL
“Lamentablemente vivimos en una sociedad que nos lleva a estar alertas todo el tiempo, por eso es muy bueno que los chicos puedan aprender a encontrar su bienestar interior desde pequeños”, dice Carmen Ochoa, mamà de una nena de 9 años. Además, “fisicamente no sólo le aporta flexibilidad y fuerza a su cuerpo, sino que la
Un niño que crece con raíces firmes, en un ambiente feliz y ordenado será un adulto mucho más eficaz y eficiente.
práctica la motiva y estimula”. Si bien practica las posturas, lo hace en forma de juego, pero con el mismo efecto que en un adulto.
Las clases son después del colegio, y eso la ayuda a “bajar un cambio” (estabilidad emocional). Incluso, hasta la ayudó a controlar su malhumor frente a otros, como una especie de “contar hasta 10” antes de enfrentarse con su malestar”.
Una investigación realizada por una alumna de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) demuestra que la práctica del yoga en los más pequeños puede disminuir el estrés infantil. El estudio -llevado a cabo por Celia Vera- concluye que con la práctica de esta disciplina los problemas en la vida disminuyen porque aprenden a interiorizar herramientas como el diálogo, la escucha, la concentración para resolver sus conflictos y controlar sus emociones.