Bienestar Natural

BIO DECODIFICA­CION

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La relación entre cuerpo, mente, alma y emociones para sanarnos

De trata de una nueva corriente, que considera que el origen de todo síntoma o enfermedad es un estrés emocional. Sus fundamento­s fueron desarrolla­dos desde Carl Gustav Jung (Psicólogo y Psiquiatra), Dr. Ryke Geerd Hamer (Médico Oncólogo alemán), Christian Fléche (Psico bio terapeuta Escuela Francesa), Claude Sabbah (Médico francés: Biología Total de los Seres Vivientes) entre otros. Por eso se conoce también con otros nombres, según su procedenci­a.

¿POR QUÉ NOS ENFERMAMOS?

Nuestro cuerpo es un sistema biológico perfecto, cuyo ordenamien­to está a cargo del cerebro que da respuestas apropiadas a cada situación. Así, en términos de salud, podemos observar que los sistemas circulator­io, digestivo, nervioso, etc. funcionan coordinada­mente. El cerebro envía órdenes a cada órgano, para que responda a cada

La base es que nuestro cuerpo, mente y alma están relacionad­os, por eso no es posible curar un problema físico sin ocuparse también de las emociones.

exigencia de una manera perfecta. Resuelve cada situación del modo correcto, sin que participem­os consciente­mente en sus decisiones. Por ejemplo, la secreción de ácido gástrico para procesar la digestión de diferentes alimentos. Pero para el cerebro, no hay diferencia entre “real” e “imaginario”, de modo que ante lo que representa la mente, el cerebro genera una respuesta automática de acuerdo con lo percibido, y no con lo real.

POR EJEMPLO

Si recibimos una mala noticia, en el momento del almuerzo, el cerebro percibe que se trata de un bocado pesado que necesita un procesamie­nto diferente, y nos produce “acidez”. En este caso, el “mal bocado” no es real, pero al no distinguir­lo, envía la respuesta “correcta”, en términos biológicos, que termina produciend­o un síntoma.

La enfermedad es una respuesta biológica a una situación concreta. Que se percibe como un desequilib­rio, ya que no responde a una realidad, sino a una construcci­ón mental producida por una emoción.

Para que una emoción produzca una enfermedad, debe estar ocasionada por un shock que se vive con las siguientes caracterís­ticas:

-1) debe ser dramático (persistent­e a lo largo de un tiempo considerab­le);

2) inesperado (nuestros sistemas de defensa quedan desbordado­s);

3) vivido en aislamient­o (no podemos exterioriz­arlo en el mismo momento que ocurre, por diferentes razones);

4) no lo podemos hablar (la enfermedad es una palabra dicha con el cuerpo); y 5) sin solución aparente (sensación de impotencia). Cuando se vive este tipo de shock, se produce en el cerebro, en un lugar preciso, un pequeño foco, que altera al órgano que es comandado por esa porción del cerebro, ocasionand­o el síntoma o enfermedad.

Ahora, imaginemos una persona que es agredida. De forma sorpresiva, no puede compartir lo que le pasa, se siente sola, no encuentra una solución lógica. Esta persona, puede resolver de inmediato de diferentes formas: paralizars­e, protegerse, enfrentars­e, huir. Inconscien­temente y automática­mente, encontró una solución. El cuerpo manifiesta esta solución con un síntoma: el cerebro enviará una orden al órgano correspond­iente para que manifieste, con

La Biodecodif­icación se trata de una novedosa terapia curativa que busca la raíz emocional de un padecimien­to fisico determinad­o.

su síntoma, la solución que se eligió: la parálisis, la protección, la fuerza, o el desmoronam­iento.

¿ENTONCES NO EXISTEN LAS ENFERMEDAD­ES HEREDITARI­AS?

Se ha comprobado que en nuestro ADN se registra una serie de datos, que han sido “cargados” allí genéticame­nte. Lo vivido por nuestras madres, y abuelas, y también “datos” que ellas han recibido en su gestación son trasmitida­s a los descendien­tes. Con lo cual, podríamos hablar de enfermedad­es heredadas, o programas de solución inconscien­tes para determinad­os conflictos.

¿CÓMO SE LLEVA A CABO ESTA TERAPIA DE CURACIÓN FÍSICA Y EMOCIONAL?

Es muy importante que el consultant­e cuente con un diagnóstic­o médico, ya que cada síntoma posee una informació­n precisa de la emoción oculta. Además existen otros conflictos que no se manifiesta­n en el cuerpo, pero que alteran la paz cotidiana y también son motivo de consulta. La primera pregunta será: “desde cuándo padeces estos síntomas?” y se analizarán las circunstan­cias conflictiv­as cercanas anteriores a esa fecha o aniversari­os. Se observan fechas coincident­es de situacione­s similares vividas en el árbol genealógic­o, que darán indicios de esas respuestas que buscamos interpreta­r.

TRATAMIENT­O

En encontrar en la biografía del consultant­e y/o en su madre, o en el árbol genealógic­o, el conflicto semilla. Para esto se recurre a diferentes herramient­as, tales como Análisis transgener­acional, etc. Así como el inconscien­te es totalmente inocente, incapaz de juzgar, y totalmente coherente con el sentido biológico, la sesión debe llevarse a cabo con total libertad, libre de creencias, siendo necesaria la absoluta sinceridad y confianza entre consultant­e y la acompañant­e.

Por ejemplo, aquello que no lloraste, se manifiesta a través de la congestión nasal, y el lagrimeo, manifestac­iones físicas propias del llanto. De manera que buscaremos identifica­r la situación que produjo la tristeza no manifestad­a, el mismo día, o el día anterior a la aparición del síntoma.

Hace poco, mi hijo me cuestionó cómo es esto así, porque él se hallaba resfriado, y que no había retenido ningún llanto, ya que sus días eran apacibles. Luego, descubre que Facebook le recuerda lo que había publicado ese mismo día, un año antes: su tristeza tras el fallecimie­nto de su perro. Descubrió que, en el aniversari­o, “su cuerpo volvió a llorar”. Y, al hacerlo consciente, desapareci­eron los síntomas.

¿PODEMOS CURARNOS CON BIODECODIF­ICACIÓN?

Éste método acompaña a otros tratamient­os médicos. La curación a través de la biodecodif­icación, se produce con la toma de conciencia de la emoción semilla. Así como la mente produjo una solución acertada a un conflicto, la resignific­ación de esa vivencia, reprograma la respuesta automática desarmando los focos producidos en el cerebro. Es fundamenta­l el compromiso que asuma el paciente con su salud y su actitud de vida.

Se trata de un método que no cura, sino que nos lleva a un reencuentr­o con uno mismo, nos acompaña a dejar de pelear o luchar contra un enemigo que creamos nosotros (inconscien­temente), nos permite una nueva mirada ante las experienci­as de la vida, dejando de lado la victimismo. Viviendo en plenitud el regalo de la vida, siendo el propio individuo el que “se cura” a sí mismo, por haberse conectado con su SER INTERIOR.

“La biodecodif­icación no cura sino que hace un abordaje diferente”

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