Elija alimentos que tengan un perfil nutricional adecuado.
Al fin y al cabo, para estar sanos necesitamos incorporar a nuestro menú 60 nutrientes esenciales. Y una buena manera de abandonar las matemáticas es consumir productos que, por la forma en que están envasados, representen la porción justa. Por ejemplo, como merienda, en lugar de ir en busca de un menú que contenga determinada cantidad de calorías, podemos optar por un pote o un vaso de yogur con cereales. También se lo puede combinar con alguna fruta y, por supuesto, elegir diferentes sabores y texturas e ir combinándolas. Consumir una unidad es una estrategia inteligente para estar saludable.
Lo cierto es que, tal como ocurre en todos los aspectos de nuestras vidas, el sentido común y la moderación nos aseguran decisiones inteligentes. Por ello, apelemos a estos atributos y comamos evocando el placer en la medida justa.