CÓMO SENTIRSE BIEN, HACIÉNDOSE UN automasaje
Un simple automasaje a base de suaves golpeteos de diez minutos por la mañana para desentumecer el cuerpo de las posturas de la noche y prepararnos para el ejercicio o la vida cotidiana es ciertamente algo muy recomendable para todas las edades.
Este tipo de masaje es utilizado en alguna que otra disciplina de origen marcial para prepararse para el entrenamiento. La intención es tocar y estimular todo el cuerpo en general a modo de calentamiento y notar qué zonas están más tensas en pocos minutos. Se trata a todas las zonas del cuerpo por igual, así se obtiene cierto esquema corporal completo que regulariza por sí mismo todo el conjunto.
LA TÉCNICA: PALMETEO LIGERO Y FRICCIONES
En este masaje se usan básicamente las palmas de las manos en forma de suaves percusiones. Lo bueno de ello es que puede hacerse directamente sobre la ropa. Pero también puede hacerse directamente sobre la piel antes o después de la ducha, por ejemplo, o antes de vestirse. Este palmeteo puede combinarse con fricciones, también suaves.
La mayor superficie de la palma calentará antes y con más vigor y entereza e implicación todas las zonas, guardaremos los dedos para rincones más pequeños.
CÓMO REALIZARLO
Es necesario un poco de orden para no olvidarnos de nada. Propondremos el orden clásico, empezando por la frente. Simbólicamente también empezamos así por “limpiarnos” un rato los pensamientos. Cada movimiento puede repetirse entre 5 y 10 veces, según el tiempo de que dispongamos.
CARA
* La frente: llevamos la palma pegada de un extremo al otro
* La nariz, a ambos lados sin tocarla: el índice sube y baja desde la raíz de las cejas hasta la altura de los orificios.
* Ojos: hacemos como si peináramos las cejas y seguimos en círculo por el contorno inferior de los ojo, siguiendo el hueso orbital, y volvemos de nuevo al inicio, y vamos repitiendo.
*Zona del labio superior y la barbilla, un índice arriba y otro abajo, a lo largo y en direcciones contrarias, y luego cambiar el de arriba por el de abajo.
* Mejillas: las pellizcamos en pequeñas porciones repetidamente, sin dejarnos ningún rincón.
OREJAS
Dicen que en las orejas se refleja todo el cuerpo, así que no las olvidemos. Colocando el índice detrás de ellas y los tres dedos restantes encima de ellas les haremos una suave fricción en círculo.
CABEZA
Posamos las cinco yemas de cada mano en el cráneo a la altura de las orejas y frotamos todo el cuero cabelludo.
CUELLO
* Ponemos las palmas por detrás, como agarrándolo con ambas manos, y las dejamos deslizar hacia los lados, ejerciendo a la par una suave presión con las puntas de los dedos.
* Por delante colocamos una mano abierta como para tomarlo desde la “papada” y la bajamos suavemente, también con cierta presión, alternando con la otra mano. Podemos bajar hasta el esternón y respirar hondo.
PECTORALES
Mano derecha sobre pectoral izquierdo y viceversa: frotamos con las puntas de los dedos. Podemos alternar con unos golpeteos con todas las puntas juntas.
OMÓPLATOS Y BRAZOS
Mano derecha sobre omóplato izquierdo, le ayudamos sosteniendo el codo con la otra mano, y lo golpeamos con la palma. A continuación estiramos el brazo de ese mismo lado con la palma hacia arriba y le damos unos toques de arriba abajo varias veces. Después lo giramos y sacudimos el otro lado. No se olvide del otro brazo. También puede sacudir las manos y estirar los dedos uno a uno.
ABDOMEN
Bastarán unas fricciones en sentido contrario a las agujas del reloj y unos golpecitos con la palma también en esa misma dirección.
ZONA LUMBAR
Frótela con las palmas o con el dorso de las manos.
PIERNAS
Damos unos golpes con toda la palma desde las caderas hasta los tobillos, bajando por los lados externos y traseros, subimos por el centro o el interior, varias veces.