Yoga terapéutico
Todos los seres humanos somos diferentes por naturaleza. Algunos tenemos más habilidades que otros en realizar ciertas actividades. Sin embargo, esas diferencias nos enseñan a tolerar, a compartir y por si fuera poco nos enriquecen. Vivimos en una sociedad en donde las diferencias son sinónimo de discriminación. No olvidemos que la discapacidad no es un límite. Los límites los ponemos nosotros, los pone nuestra mente. Enseñar, estimular, compartir, amar es la clave. El yoga en este contexto fluye, se moldea, se adapta como el agua a cualquier forma sin perder jamás su esencia, siguiendo el camino que menos resistencia ofrece.
Sol Abad, profesora, terapeuta y amante del yoga.