Jesica Winitzky
“La leche está llena de antibióticos y hormonas porque las vacas son obligadas a comer alimentos para los que no están adaptados sus estómagos (soja y maíz transgénico y lleno de glisofato-que a su vez pasa a la leche) entonces se enferman mucho y reciben muchos antibióticos para que puedan seguir produciendo leche. El proceso de pasteurización UHT desnaturaliza las moléculas de la leche también. Mejor es tomar leche de vacas de pastura natural y si puede ser leche cruda (sin pasteurizar) mejor porque naturalmente contiene intactas las enzimas queue ayudan a digerirla”, argumenta Jesica Winitzky, chef activista en alimentación saludable y coordinadora Slow Food Perú.