CUIDA TU VOZ
Tomando agua y practicando ejercicios vocales
A pesar de que hay poca consciencia de su uso, la voz, en la mayoría de las personas, es una herramienta fundamental en la comunicación. A continuación,consejos saludables para prevenir naturalmente esta patología.
a mayor parte del tiempo utilizamos la fonación como principal medio de comunicación y debemos comprender que la voz es la extensión de nuestras emociones y pensamientos plasmados en nuestra musculatura. Podemos observar que cuando utilizamos la palabra hablada la acompañamos de gestos, al ir pensando en lo que queremos decir, nuestro cuerpo se va modificando y de eso depende de cómo salga nuestro sonido”, dice Pamela El Sarrás G, Terapeuta corporal. La profesional destaca que ha visto un aumento de estos casos últimamente y destaca que por ejemplo, si el cuello de la persona está tenso, en la laringe queda menos espacio para que las cuerdas vocales puedan tener un funcionamiento normal y el proceso de la emisión se realiza con mayor dificultad, alterando la calidad del sonido.
“Además, si la persona está angustiada, es muy probable que su respiración sea bucal y clavicular en donde se recoge menos aire, por ende habrá menos aire para la emisión del sonido afectando en el volumen y el tiempo de duración de la frase. Como consecuencia de las dificultades que se nos presentan al hablar, corporalmente producimos compensaciones corporales, como estirar el cuello hacia adelante o subir los hombros, que con el paso del tiempo se convierten en tensiones o contracturas, afectando permanentemente nuestro Sistema Vocal y nuestra calidad de vida en general. Las dificultades fonatorias afectan el estado del cuerpo y las dificultades del cuerpo interfieren en la fonación”, indica.
ABUSO Y MAL USO VOCAL
Se entiende por “abuso vocal” los
mecanismos que se usan excesivamente en conductas no fonatorias, como por ejemplo: Fumar, aclarar la voz (carraspear), risas o llantos exagerados, tos constante. “Mal uso” se refiere a la fonación inadecuada o excesiva, por ejemplo: Hablar demasiado tiempo o con un volumen muy alto, usar un tono vocal inapropiado, ataques vocales duros (sonido brusco con golpe de garganta).
La falta de cuidados de nuestra higiene vocal nos puede producir una serie de patologías:
■ Disfonías funcionales generadas por malos hábitos, alteraciones posturales o respiración inadecuada o defectuosa.
■ Afonía. Se produce la perdida total de la voz.
■ Lesiones tipo Pólipos, nódulos, hemorragia de las cuerdas vocales.
■ Laringitis y dolor de garganta crónicos.
PARA EVITAR CONTRAER ESTAS PATOLOGÍAS ES NECESARIO TENER EN CUENTA:
■ Hidratarse bien al hablar en ambientes muy secos o contaminados.
■ Evitar los cambios de temperatura y las bebidas muy calientes o muy frías ya que se irrita la faringe.
■ Evitar hablar en ambientes con una alta contaminación acústica.
■ Evitar inhalar productos químicos.
■ Evitar o reducir el consumo de tabaco.
■ Evitar o reducir el consumo de café y té. Es recomendable tomar un vaso de agua por cada taza de té o café que se tome ya que ambos reducen la hidratación de las cuerdas vocales.
■ Evitar o reducir el consumo de alcohol y comidas picantes o muy condimentadas ya que son irritantes y producen reflujo gastroesofágico.
■ Hidratarse correctamente (entre 8 y 10 vasos de agua al día).
■ No chillar.
■ No carraspear ni toser fuerte, para evitarlo se recomienda tragar saliva o sorbos de agua.
■ Evitar hablar en exceso. No utilizar el aire residual, siempre nos debe sobrar un poco de aire al terminar una frase. Para eso hay que tomar consciencia de la cantidad de aire que ingresa a nuestro cuerpo en la inspiración.
■ Ejecutar correctamente nuestro tono, ni más agudo, ni más grave. Descansar correctamente. Mantener una postura correcta para evitar compensaciones y tensiones musculares en la laringe, cara, cuello y hombros.
■ Trabajar sobre la articulación y dicción. Practicar ejercicios para la movilidad y relajación de la lengua y mandíbula.
■ Evitar hablar cuando se cargan o empujan objetos pesados.
■ Inhalar por la boca el vapor de la ducha.
■ Hacer el ejercicio de empañar en espejo.
Finalmente, Pamela El Sarrás, destaca que “Si tenemos la sensación de tener que realizar un mayor esfuerzo para emitir la voz, ronquera, cambios en la voz durante la emisión, dolor de garganta crónico y necesidad de toser y carraspear, se deben tomar en cuenta los consejos entregados y pedir la opinión de un profesional”. Dentro de las diversas actividades realizadas, las personas con más riesgo de experimentar trastornos vocales son: Docentes, vendedores, actores, cantantes, telefonistas, garzones, abogados y todos los que tengan que estar sosteniendo su comunicación en la emisión.
DATO DE LA ESPECIALISTA “Si hay que hablar en público y la persona está disfónica, consumir clara de huevo cruda antes de salir a escena, lo anterior ayuda como método de emergencia”.