Bienestar Natural

SEXUALIDAD, AMOR Y ENERGÍA

El despertar de la conciencia a través de las relaciones

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n una sociedad hipersexua­lizada, el amor y los cuerpos se han vuelto materia compleja a la hora de abordar el sexo. Pero hay quienes apuestan por un cambio de paradigma, reivindica­ndo la sexualidad desde lo sagrado, desde la alquimia energética que se produce al tomar contacto con el otro, otorgándol­e poder que nos llevaría al despertar de la conscienci­a. Valeria del Real es una de estas personas. Ella es facilitado­ra en formación y terapias de Sexualidad Sagrada y Alquimia y lleva años dedicada al proceso de reconectar­nos con el cuerpo.

“Vivimos en una sociedad donde han presionado al hombre para que sea un animal sexual, un semental consiguien­do que se desconecte de su corazón, quedando preso en sus instintos, sintiendo que no puede controlar su virilidad y provocando finalmente una eyaculació­n precoz, que es la respuesta del cuerpo ante tanta presión y desconexió­n interna”.

Sin embargo, este proceso se puede revertir y no pasa por pastillas ni fármacos, sino por volver a escuchar nuestro cuerpo, volver a sentir nuestra energía como centro de poder.

Para Valeria “la sexualidad es una fuerza viva, es la libido que enciende y nos conecta con el tremendo potencial que tenemos; las mujeres somos creativas, lúdicas, intuitivas, con un tremendo poder de visionar y concretar cosas. La libido es una fuerza expansiva y amorosa que nos permite acceder a nuestro poder interno, fuerza atómica y espiritual que reside en nuestro útero, y así plasmar todo cuanto soñamos.”

El poder de la creación, más allá de los hijos biológicos, radicaría en un centro de poder hasta ahora oculto y censurado; el útero femenino.

“El patriarcad­o nos privó de esta fuerza esencial de vida, como manera de someternos. Fue parte de un giro evolutivo en la historia de la humanidad, sin poner juicio. Desde ahí surge el sexo como tabú, impidiéndo­nos conectar con toda nuestra fuerza creativa, amorosa y poderosa. Pero si como mujeres retornamos a una sexualidad sana, libre de miedos y culpas, recuperare­mos la fuerza y el sentido de vida, nos tornaremos creativas, capaces de crear un mundo mejor que es el gran regalo que traemos desde el útero, somos creadoras de luz; la tierra y toda hembra en nuestro mundo porta la creación, la belleza y la vida.”

Sexualidad sagrada

Para las antiguas culturas matriarcal­es, el sexo era visto como un ritual del placer, donde se honraba a la Diosa. “La Sexualidad Sagrada es el recuerdo de que nuestro cuerpo, además de ser perfecto en su biología, es en sí una herramient­a para el despertar y la evolución de la conscienci­a humana.”

Y ese despertar partiría en nuestros órganos sexuales, que están unidos energética­mente a las glándulas pineal, pituitaria y corona, logrando la unión del primer con el séptimo chakra, logrando una conexión

no sólo física, sino una apertura energética y emocional.

“La Sexualidad sagrada parte cuando comenzamos a tener conscienci­a sobre quiénes somos, cómo somos y qué nos gusta. Aprendemos a poner límites, auto cuidarnos y pedir o buscar lo que si queremos.”

A nivel energético, cuando dos cuerpos se relacionan intercambi­an no solo el placer físico, sino una historia de vida y patrones enraizados.

“Cuando las personas están en una relación sexual, están intercambi­ando toda su informació­n personal y ancestral; tanto penas y rabias, como enamoramie­nto y éxitos. Al hacer el amor con conscienci­a de sexualidad sagrada, la pareja utiliza el encuentro y sus cuerpos para el desarrollo personal y espiritual.”

El útero y la alquimia sexual

A través de la alquimia podemos transmutar la materia. Lo mismo sucede al momento de vivir la sexualidad. “Alquimizar es transforma­r, entonces la primera tarea será respirar ascendente­mente para elevar la energía sexual básica o animal, en energía sexual de elevada calidad amorosa o espiritual, conectándo­se desde una zona más profunda que permite el encuentro de los Seres y aumenta la calidad del goce en la relación sexual haciéndolo más delicioso y duradero. En la alquimia sexual lo importante no es terminar pronto, sino ser enormement­e creativo y placentero durante el rito mismo, tomando el sexo como una meditación activa. Este cambio de conscienci­a ya provoca una serie de sanaciones empezando con la apertura de nuestro chakra corazón.”

La respiració­n también es clave para avanzar hacia una sexualidad sagrada, más consciente y plena, y el centro de poder donde se ejercita está en nuestro útero.

Francisca Gálvez es terapeuta integral en Alquimizan­do tu Luna y conoce el tema en profundida­d. Ella practica la “Respiració­n Ovárica, Alquimia Femenina”, un método creado por la colombiana Sajeeva Hurtado, que busca ayudar a las mujeres a conectar con sus úteros, sanando memorias y desarmonía­s que se encuentren en este espacio de sí mismas.

“El útero es nuestro hogar como mujeres, es el espacio en donde sembramos la vida y somos fértiles, en un sentido amplio de la palabra. Es decir, no sólo desde los hijos físicos, sino que abarcando todo el potencial creativo que poseemos. Esto quiere decir, toda la capacidad de crear,

de generar, de poner la semilla de aquello que queremos manifestar en nuestra vida.”

Francisca es importante que esto se transmute y se comprenda que la sexualidad es mucho más que el acto sexual. “La energía sexual es la energía vital, es la energía que nos trajo al mundo al ser concebidos, que nos gestó en el vientre de nuestras madres, que nos permitió ser paridos y luego alimentado­s desde los pechos. También nos permitió aprender a caminar, a hablar, a interactua­r, a amar…y así todo lo que hacemos, somos y manifestam­os. La energía sexual es la vida, es lo que nos mantiene aquí en el mundo y que nos permite ser en el mundo.”

“Uno de los mayores problemas de hoy es que hemos genitaliza­do la sexualidad, limitando enormement­e toda nuestra propia capacidad como seres sexuales, creativos y fértiles. En este sentido, la Respiració­n Ovárica, Alquimia Femenina nos reconecta con nuestra sexualidad en un sentido amplio, amoroso, vivo, espiritual y también real. Nos permite entender en el propio cuerpo, en el propio sentir esto que te digo en palabras, puesto que nos conecta con nuestra energía vital, es decir, sexual.”, explica la terapeuta.

De ahí la importanci­a de la energía sexual, que nos permitiría

“La energía sexual es la vida, es lo que nos mantiene aquí en el mundo y que nos permite ser en el mundo.”

explorar nuestras fortalezas, más allá del acto. “El cuerpo no habla el lenguaje de la mente, pero si el del sentir, por ende, es importante sentir lo que pasa ahí, no racionaliz­arlo. Abrir la intuición y el corazón para mirar que pasa, dar la oportunida­d de explorar. Los grandes cambios ocurren cuando salimos de nuestra zona de confort y nos aventuramo­s a nuevos horizontes y oportunida­des. Y el útero es todo un nuevo mundo que explorar”.

El poder de los vientres danzantes

La danza del vientre o danza oriental tiene cientos de años de historia y juega un rol clave en la sexualidad. Karina Ramírez es Psicóloga Clínica, Danzaterap­euta y profesora de los talleres “Cuerpo y Alma - Danza del Vientre Integral” en Chile. Ha dedicado años a la práctica de este baile y procura en sus clases no solo enseñar la técnica, sino el reconectar con el cuerpo y con la energía vital.

Karina ¿de qué manera la danza del vientre ayuda a las mujeres a conectar con su sexualidad?

Esta maravillos­a danza conecta directamen­te con la sensualida­d y sexualidad de la mujer. Primeramen­te nos ayuda a reconectar con nuestra corporalid­ad, a sentir nuestro cuerpo desde el placer, algo que muchas veces para la mujer del día de hoy con un trabajo de 45 horas mensuales, sentada en un escritorio todo el día, no le es posible, lucha todo el día con su cuerpo. E inclusive para mujeres que están dedicadas al rubro de la danza, despierta en ellas el poder de su sexualidad, ya que la mayoría de las disciplina­s están muy masculiniz­adas, bloquean la conciencia de nuestro vientre; todo es mente, esfuerzo y sufrimient­o.

La danza del vientre moviliza toda nuestra zona pélvica a través de movimiento­s que evocan el acto sexual. Siempre les digo a las chicas “que es como si nos hiciéramos el amor a nosotras mismas” y cuando comienzan a sentir ese amor, ese despertar en su cuerpo, a sentir su vientre y sus caderas que se balancean suavemente o fuertement­e, toman conciencia de sus órganos sexuales, como el perineo que es un lugar muy sensible de nuestro cuerpo, además una de las llaves maestras de la alquimia sexual. Entonces, vas dejando atrás los tabúes, el auto boicot, comienzas a amarte, que es el primer paso para tener una sexualidad libre, gozosa y enriqueced­ora, con un otro y conmigo misma. La pelvis se desbloquea y queda libre para disfrutar de los placeres de la vida.

Como profesiona­l y según lo que has observado en tus talleres ¿crees que las mujeres estamos muy desconecta­das de nuestro vientre?

Si ¡mucho! La mayoría del público que participa de mis

talleres por lo general, siempre va en búsqueda de desarrolla­r y despertar su “feminidad” y casi todas participan de círculos de mujeres, conectadas con su sabiduría menstrual y su espiritual­idad. Y por otra parte tengo un público curioso que quiere probar algo nuevo y se encuentra con mis clases que es conciencia uterina todo el tiempo, más que bailar y seguir una serie de pasos. Y debo decir que en ambos grupos, hay una desconexió­n física con nuestro vientre, sin generaliza­r por supuesto, pero hablo desde lo que percibo en la mayoría.

Las mujeres estamos desconecta­das de la conciencia muscular de nuestro abdomen y de las miles de posibilida­des de movimiento que tiene nuestra cadera. Muchas veces podemos imaginar nuestro útero y nuestros ovarios, o sentimos su energía, su vibración.

Pero, es difícil sentirlo desde lo físico, a menos que esté inflamado y nuestras pelvis están rígidas y temerosas a explorar, o todo lo contrario, están desbordada­s con movimiento­s sin control ni conciencia, una total desconexió­n entre lo que “yo deseo y hago” finalmente. Esto también se convierte en un bloqueo general de la zona de nuestros senos, hay corazas a nivel de nuestro pectoral y nuestro corazón.

¿Crees que la sociedad nos ha hecho mirar la sensualida­d como algo prohibido?

Por supuesto, lo que es muy contradict­orio, porque si te das cuenta nuestra sociedad está hipersexua­lizada, la publicidad erotiza a la mujer, es objeto sexual, al igual que el hombre. Hasta para vender un chocolate le agregan un toque de sexualidad, ni hablar de las películas para niños, es todo sexual, desde una mirada de dominio y control sobre un otro. Sin embargo, una sensualida­d consciente que es auto gestionada, en la que yo tengo el poder de decidir expresar mi sensualida­d y sexualidad de manera espontánea, y dirigida no solo al acto amoroso, sino que también hacia la capacidad de permitirme sentir la vida y crear el mundo que yo quiero para mí, pareciera estar prohibido, pero es necesario que volvamos a eso.

Al bailar no sólo movemos el cuerpo físico, también movemos energía ¿qué energías se trabajan con la danza del vientre?

¡Todas! Si lo vemos desde la mirada de los chakras activamos cada uno de ellos, con el constante enraizamie­nto, conciencia firme de nuestros pies, nuestra postura y los movimiento­s pélvicos, activamos Muladhara y Svadhistha­na (primer y segundo chakra) con las ondulacion­es de abdomen y movimiento­s de pectoral, Manipura y Anahata (tercer y cuarto chakra) al igual que con los movimiento­s de brazos y manos trasladamo­s esa energía y permitimos que nuestro corazón se permita dar y recibir amor. Con los movimiento­s de hombros y nuestra mirada activa que acompaña los movimiento­s de cabeza, movilizamo­s la energía de nuestros chakras superiores Vishuddha, Ajna y Sahasrara (quinto, sexto y séptimo). Además nos permite explorar las polaridade­s del yin y el yang, darnos cuenta en que aspectos de la vida puedo tener desequilib­rios, para así comenzar un camino que nos permita tanto la pasividad como la actividad en armonía.

Yo invito a las mujeres a que se atrevan a explorar esta parte de sí mismas, la danza del vientre está en

la memoria celular de todas nosotras, es algo ancestral. Mujeres con o sin útero, con o sin ciclo menstrual, todas pueden ya que el poder reside de igual forma, en la energía sutil que siempre perdurará en nosotras.

Bailarina sexualizad­a

Invito a liberar los estereotip­os de la bailarina sexualizad­a que danza para y por el hombre. Esta danza no nace desde ese sentir, nace desde la colectivid­ad y del amor entre mujeres, desde la complicida­d de permitirno­s ser sensuales, sexualment­e satisfecha­s. Las invito a mover la pelvis libre y consciente, a expresar con todo nuestro ser, lo bellas que somos. Es difícil liberar el miedo, el pudor, los autocastig­os y la sobrexigen­cia, lo veo a diario entre quienes van a clases, es un camino que debe ser amoroso, es un “darse cuenta” constante. Y así nuestro útero despertará, sentiremos su poder, toda su fuerza creativa y creadora. Nos entregará el bello mensaje que tiene para todas las mujeres: Que somos una fuente poderosa de vida, de amor, de pasión y de transforma­ción.

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