Cómo superar la angustia
Solución desde la homeopatía, una verdadera medicina preventiva.
Diversas situaciones de la vida cotidiana pueden traspasarnos, y más allá de preocuparnos, llevarnos a diversos grados de angustia, tristeza, decepción e incluso desesperación.
Si la situación de tensión interna se mantiene, las cosas pueden comenzar a ir de mal en peor... A veces se asocia un cuadro de desesperación como situación en la cual puede ser difícil exteriorizar una reacción de llanto, y en el esfuerzo supremo por contenerlo, tener una sensación de una bola o nudo en la garganta, como forma de manifestación de la angustia.
La homeopatía tiene su papel de excelencia en cuanto a su enfoque diagnóstico y de tratamiento. Cada caso en particular contiene a la vez problemas y soluciones. Estos se hallan de alguna manera codificados en la esfera de lo consciente y de lo inconsciente en cada uno de nosotros. Una consulta homeopática es, a la vez, un estudio profundo de los síntomas, físicos, emocionales, y psíquicos. En cuanto a esto último, influye y mucho la personalidad de quien consulta, inclusive antes de llegar al cuadro de angustia. Es a partir de un exhaustivo interrogatorio que a veces puede tomarnos hasta una hora de tiempo, como arribamos a una sustancia que va a dar alivio a la persona que la ingiera.
Cuando se toma un medicamento homeopático se está incorporando “energía pura” al paciente. Esa energía que está perdida o que se ha malgastado, tiene la oportunidad de recargarse a partir de lo que una simple sustancia homeopática pueda brindarle. Al recurrir a un medicamento que encaja perfecto con la persona, decimos que estamos frente a un “simillimum”, una especie de mejor de todos los similares posibles para considerar en ese caso. En esta situación, no solamente equilibra lo que trata, si no que además proporciona una menor vulnerabilidad de enfermar.
Por tal motivo, también puede ser considerada la homeopatia como una verdadera medicina de acción preventiva. Para llegar a su prescripción nos fijaremos en muchos detalles que rodean al síntoma, tales como, cuando empezó, cuál fue su causalidad, qué lo mejora, qué lo empeora, horario de aparición, qué recursos espontáneos pueden tomarse para modificar el síntoma, entre otras muchas variables que los homeópatas analizamos. Existen diversas maneras de encarar el síntoma angustia. Entre estas o entre aquellas puede estar la suya. Lo importante es estar a cubierto de sus posibles consecuencias y desde un nuevo y sano equilibrio emprender un camino mejor.