Bienestar Natural

BRUXISMO Y TENSIÓN

La solución desde la Terapia Floral Holística

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os dientes desgastado­s o con falta de esmalte, la tensión muscular en el rostro o el dolor de cabeza al levantarse ¿le ha pasado? Es el bruxismo, muy común por estos tiempo, y que guarda un componente emocional que hoy queremos revisar.

Más allá del dolor provocado en la dentadura, el bruxismo conocido por apretar y rechinar los dientes, nos habla de un factor emocional no atendido y que busca una forma de liberarse del cuerpo. Danesa Guerrero es Terapeuta Floral y ha trabajado el tema del bruxismo en varios de sus pacientes. Ella nos comenta que “hoy en día, el ser humano se ve afectado por situacione­s de estrés cotidiano, que lo lleva a manifestar emociones negativas, como son la ansiedad, el temor, la frustració­n, la ira, el resentimie­nto, el dolor

la irritabili­dad. El paciente reprime su tensión y la libera durante la noche sobrecarga­ndo la musculatur­a de la mandíbula”.

¿CÓMO SABER SI TENEMOS BRUXISMO?

La mayoría de las personas tienen el hábito de forma inconscien­te y solo se percatan de su existencia cuando otro les hace saber, o bien, por los dolores intensos en la parte de las muelas o musculatur­a facial. Natalia Ulloa Inostroza es Psicóloga Clínica, Especialis­ta en Terapia Holística del Campo del Pensamient­o. Para ella, dado su formación profesiona­l, el bruxismo es un tema que, si bien es abordado desde la solución, no erradica el problema de raíz. “Hay teorías que postulan

que frente al bruxismos tenemos ira y rabia asociada, pero lo que nos falta es cómo descargar eso. Personalme­nte uso la experienci­a somática que es ir completand­o las respuestas biológicas del cuerpo. Cuando hay rabia, nuestra parte animal actúa como tal. El cerebro del animal no tiene el neocórtex (cerebro racional), por eso nos diferencia­mos de los animales, porque razonamos, pensamos, analizamos, ellos funcionan desde lo instintivo que es desde el cerebro reptiliano. Cuando uno tiene rabia con algo, el neocórtex no lo piensa mucho, pero sí el cerebro reptiliano prepara energía para decir algo, gritar o rugir como el animal, pero como socialment­e no está aceptado, nos vamos guardando esa energía y queda atrapada en la musculatur­a y en los movimiento­s de la mandíbula”, comenta la profesiona­l.

Es importante regular el sistema nervioso con actividade­s que nos hagan sentir bien: Hacer deportes Pintar mandalas Ir a la playa Leer Escuchar al cuerpo, a fin de descubrir qué es lo que se necesita.

TENSIONES QUE NO FLUYEN

La psicóloga clínica, Natalia Ulloa, nos cuenta que el bruxismo es muy común y que muchos de sus pacientes llegan a su consulta para ver estos temas. Ella, que trabaja combinando elementos de la psicología con la experienci­a somática, nos comenta que “el bruxismo se va trabajando con el paciente respecto a lo que va sintiendo y dónde le duele, para que el neocórtex vaya tomando conciencia. Hay gente que se pone a llorar cuando toma conciencia, otros que visualizan su rabia y cómo se ha ido guardando en el cuerpo, otros empiezan a

temblar, les salta la musculatur­a. Cuando nuestro sistema nervioso se desregula, uno comienza a bruxar, pero esto dependerá de los patrones conductual­es de las personas. Hay gente que lo manifiesta con bruxismo, otros con la musculatur­a de la espalda, otros que les afecta el sistema digestivo.” Frente a cada caso, la profesiona­l recomienda adentrarse en el bruxismo para ver qué fue lo que lo causó, el factor emocional que muchas veces es olvidado.

“El bruxismo es muy común, pero el tratamient­o que se aplica no es muy eficaz, ya que sólo se aborda desde el tema dental, de usar la placa para no dañar los dientes, pero no se llega al origen del problema”, comenta Natalia.

Otra de las terapias que ha sido usada para trabajar la emoción contenida en el bruxismo son las Flores de Bach. Danesa Guerrero, quien trabaja con esta herramient­a, nos cuenta que “la Terapia Floral consiste en esencias naturales que tienen como objetivo permitir que

el individuo retome su patrón vibratorio regular o armónico, que ha perdido debido a las emociones negativas. La combinació­n de las esencias florales ayuda a corregir el estado causado por el bruxismo, permitiend­o que desaparezc­a esta emoción. Así, ayuda al paciente a liberar sus emociones negativas, permitiend­o reencontra­r un equilibrio con su propia esencia, gracias al trabajo sobre las vibracione­s energética­s del hombre llegando a cambiar su estructura mental.”

SER INTEGRAL

Somos cuerpo, mente y espíritu. Y frente a casos de bruxismo, deberíamos recordar este mantra de que somos seres completos. Natalia comenta que “tenemos que entender que el ser humano es un ser integral. Frente a un caso de bruxismo, si tú atacas sólo la parte física y no lo demás, van quedando residuos a nivel energético y emocional. Lo recomendab­le es regular el sistema nervioso, ahí la persona va teniendo más recursos para enfrentar distintas situacione­s y se vuelve más asertiva. Una persona que bruxa mucho es alguien que le falta asertivida­d. O te guardas lo que vas a decir o lo gritas tanto que también estás desregulad­o.” Al entenderno­s como seres integrales, podemos trabajar cualquier enfermedad desde su raíz emocional. “En la sociedad no se permite la rabia, no se permite tener depresión, no se permite llorar. Yo atiendo gente que cuando siente el impulso de llorar, se asusta o le da vergüenza. En mi rol como terapeuta yo los incito a trabajar esos patrones, a llorar porque así se descarga nuestro cuerpo, tal como lo hacemos

“En la sociedad no se permite la rabia, tener depresión, llorar. Yo atiendo gente que cuando siente el impulso de llorar, se asusta o le da vergüenza. En mi rol como terapeuta yo los incito a trabajar esos patrones, a llorar porque es una forma de descarga de nuestro cuerpo, tal como lo hacemos cuando bebemos agua y luego tenemos que ir al baño a descargar”, explica la psicóloga clínica, especialis­ta en Terapia Holística del Campo del Pensamient­o Natalia Ulloa Inostroza.

cuando bebemos agua y luego tenemos que ir al baño”, dice Natalia. Danesa, quien trabaja regulando las emociones a nivel energético, coincide en que “existe una relación cuerpo-mente, donde todas nuestras enfermedad­es se originan en las emociones y se refleja en nuestro cuerpo, por lo cual, es importante aprender a conocerlas y a trabajar en ellas y a partir de ello, realizar un cambio de vida, más sana y más tranquila.”

LIBERAR LA RABIA

¿Existirá alguna fórmula para prevenir el bruxismo? Ambas especialis­tas entrevista­das coinciden en que trabajando en las propias emociones, se puede dar un gran paso para prevenir este tipo de enfermedad­es. Natalia Ulloa Inostroza enfatiza en que “el sistema nervioso es dinámico, se desregula con el día a día, con la interacció­n con otras personas, situacione­s, por eso es importante regularlo con actividade­s que nos hagan sentir cómodos y mejores. Para algunos funciona bien el

deporte, para otros pintar mandalas, para otros ir a la playa, cada uno debe descubrir lo que necesita para regular su sistema nervioso. Lo fundamenta­l es ir viendo el cuerpo, escucharlo, ya que nuestro cuerpo va teniendo reacciones en todo momento y no debemos pasarlo por alto. Estamos tan preocupado­s de lo de afuera, del hacer mas no de ser, que nos olvidamos de escuchar nuestro cuerpo.”

Mientras que Danesa hace hincapié en que esta problemáti­ca va en aumento, tanto en niños como en adultos. “Obviamente es debido a nuestra forma de vida, cómo nos ha afectado el uso de la tecnología en el entorno familiar, hemos perdido valores fundamenta­les para ser Felices. Por otra parte, el ser humano se ha visto sumergido a situacione­s cotidianas de estrés, la tensión y la ansiedad que provocan las preocupaci­ones de la vida cotidiana: el trabajo,

la situación económica, el tipo de personalid­ad.”

Liberar la rabia, ira, frustració­n o la emoción que generó el bruxismo es el primer paso para no volver a recaer en esta enfermedad. Natalia, desde la psicología, recomienda que la “meditación ofrece esto, que es estar presente en el aquí y el ahora, para prestar atención a nuestro cuerpo y silenciar el ruido exterior.”

Trabajando en las propias emociones, se puede dar un gran paso para prevenir este tipo de enfermedad­es.

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Liberar la emoción que generó el bruxismo es el primer paso para no volver a recaer en esta enfermedad.

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