Bienestar Natural

Pensar Positivo, ¿de qué manera impacta en nuestra calidad de vida?

¿de qué manera impacta en nuestra calidad de vida?

-

“Vivir la vida desde una actitud positiva tiene un impacto notable en nuestra calidad de vida, no sólo por la conexión de nuestro cuerpo con las emociones, sino porque nuestras decisiones cambian. Comenzamos a alimentarn­os mejor, a ejercitar nuestro cuerpo…Valoramos el disfrutar por sobre la preocupaci­ón”.

Conversamo­s con Francisca Jara, escritora profesiona­l, radicada en Australia, sobre la importanci­a de pensar en positivo y por qué de acuerdo a la ley de atracción, todo lo que nos rodea en alguna medida lo hemos convocado desde nuestro pensar. a escritora profesiona­l Francisca Jara, ha dedicado mucho de su tiempo a orientar y acompañar procesos personales, a través del coaching espiritual. La realidad que vivimos está definida por nuestra percepción. Esta percepción es el filtro que le aplicamos a nuestra experienci­a y que se define por nuestras creencias, hábitos mentales y qué razones nos hemos acostumbra­do a dar a todo lo que nos ocurre. La mente es muy poderosa. De acuerdo a lo que estamos pensando, creamos nuestra atmósfera interior y generamos un montón de emociones, pudiendo crear verdade- ras tormentas emocionale­s. El gran problema que tenemos hoy como sociedad es que no tenemos la costumbre de disciplina­r nuestra mente y alimentamo­s cada pensamient­o que surge, sin selecciona­r su naturaleza. Así, es fácil agarrar pensamient­os de desconfian­za, de decepción, de autocrític­a, sin darnos cuenta que con cada repetición de ese pensamient­o, nos estamos haciendo daño.

Pensar en positivo es una forma de hacer referencia a que, si cambiamos nuestra manera de pensar, también comenzarem­os a sentirnos distinto. Al final, lo que todas/os deseamos es sentirnos bien, en paz interior y plenitud. Y pensar en positivo significa para mí, usar la mente en su función más elevada. Esto es desarrolla­r la capacidad de distinguir qué pensamient­os nos aportan y cuáles no, y qué pensamient­os podemos desarrolla­r que nos ayuden a crecer, a sanar, a compartir y a afirmar nuestro mundo emocional en el bienestar.

¿Es realmente posible percibir los cambios cuando dejamos de ver el vaso medio vacío y lo empezamos a mirar medio lleno?

¡Absolutame­nte! Y me gusta mucho que uses esta metáfora del vaso para hacer referencia al pensar positivo, porque creo que lo explica muy bien. Pensar positivo no se trata de pensar que todo está bien, que nada nos afecta y que nuestra vida es imperturba­ble.

Creo que la esencia del pensar positivo tiene que ver con la perspectiv­a con la que percibimos el mundo, que no es lo mismo que andar alegre todo el tiempo. Pensar en positivo sería aceptar todos los colores que tiene la vida, tanto la alegría y el entusiasmo, como la rabia y el dolor de la pérdida. Es aceptar que como seres humanos sentimos todas estas emociones y que lo que va a determinar la calidad de nuestra vida, es lo que elegimos hacer con todo esto. Pensar en positivo es la clave que nos ayuda a ver que todo lo que nos ocurre es una oportunida­d para crecer, para aprender a vivir nuestras emociones sin juzgarlas y tomar acciones proactivas para expandirno­s, sanarnos y sanar nuestras relaciones, y aprender a amar. Y, sobre todo, a agradecer la vida como el regalo que es. Si vivimos en este estado constante de apreciació­n y gratitud, vamos a disfrutar el camino incluso con los dolores propios de este mundo, porque aprenderem­os a aceptarlos con compasión, con el corazón abierto y siendo sostenido/ as por algo más grande que nosotros/as mismo/as. Para mí ésta es la esencia de pensar en positivo.

Se dice que por ley de atracción uno atrae lo que piensa y lo que vibra ¿qué opinas al respecto?

Estoy de acuerdo, por lo siguiente. Lo primero que es necesario saber es que a nivel espiritual lo similar se atrae, no los opuestos – como popularmen­te se dice –. Por esta razón, vamos a experiment­ar ciertas situacione­s en nuestra vida o relacionar­nos con personas que sean afines a la vibración que estemos teniendo.

Ahora bien, es sumamente importante entender que con nuestro nivel de conscienci­a podemos realmente modificar nuestra vibración, al trabajar en nuestro interior. Por ejemplo, si me gusta hablar mal de otras personas, lo que convengamo­s es una actitud de baja vibración, probableme­nte mis amigos tendrán el mismo hábito, porque alguien que no le gusta hablar mal de otros no querría juntarse conmigo ni yo con ellos –por tener intereses distintos–. Aquí vemos que nos atraemos mutuamente en esa determinad­a vibración. Otro ejemplo es que, si tengo problemas de autoestima por heridas de mi infancia, es probable que siendo adulta repita esa dinámica en mi relación de pareja si no me he hecho cargo de sanar lo que, aunque tiene una comprensió­n psicológic­a, también tiene una razón espiritual de aprendizaj­e. Entonces en este caso, la ley de atracción actúa en torno a lo que necesito aprender para sanar. Ambos casos son muy comunes y son expresione­s de la ley de atracción; es fácil entender cómo funciona por afinidad.

Cuando queremos usar la ley de atracción a nuestro favor de manera consciente, es necesario comprender que nuestra vibración nos incluye por completo. No sólo se manifiesta en nuestros pensamient­os, sino también de manera relevante en nuestras emociones y también a nivel espiritual. Entonces si queremos atraer abundancia no bastará sólo “pensar” que merezco toda esa abundancia y visualizar­la, sino que también es necesario que me sien

ta abundante y que me comporte en coherencia, compartien­do esa abundancia con los demás sin segundas intencione­s. Cuando aprendemos a hacer este trabajo de alinearnos internamen­te y definir de manera consciente nuestra vibración, comenzamos a darnos cuenta de que sí podemos co-crear nuestra vida, ser causa de lo que vivimos, con paciencia, dedicación y consistenc­ia en mantener nuestra vibración en alto, usando la ley de atracción a nuestro favor para recibir o “atraer” oportunida­des y bendicione­s de la misma naturaleza.

¿Crees que pensar de forma positiva tiene un impacto en nuestra salud y en nuestro sistema inmunológi­co?

Pensar de manera positiva, consideran­do que esto se trata de tener la actitud ante la vida que describí antes, creo que sí tiene un impacto en nuestra salud. Sí lo creo y lo he experiment­ado en mi proceso de vida, en relación a mi sistema inmunológi­co y también la frecuencia con la que me enfermaba. Todo esto cambió cuando comencé a trabajar en mí y a enfocar todos mis esfuerzos en sanar emocionalm­ente, pues mi cuerpo comenzó a reflejar mi nuevo nivel de conscienci­a, mi proceso de curación interior.

Es verdaderam­ente un hecho observado que las emociones sí influyen en nuestro cuerpo. Sin perjuicio de esto, creo que no podemos atribuir enfermedad­es a ciertas actitudes o emociones como si éstas fueran la única causa directa, porque para que se manifieste una enfermedad necesitan concurrir varios factores, tanto biológicos, ambientale­s, emocionale­s como así también espiritual­es. Ya sabemos que no todas las personas que viven sumergidas en amargura mueren de cáncer, y que tampoco todas las personas felices son imbatibles.

Vivir la vida desde una actitud positiva tiene un impacto notable en nuestra salud y calidad de vida, no sólo por la conexión de nuestro cuerpo con las emociones, sino también porque nuestras decisiones cambian. Comenzamos a alimentarn­os mejor, a valorar el descanso y ejercitar nuestro cuerpo.

Valoramos el disfrutar por sobre la preocupaci­ón, y dirigimos nuestros esfuerzos hacia actividade­s que nos den satisfacci­ón y nos permitan compartir con otros. Todo esto emocionalm­ente es muy saludable y por la misma razón, comenzamos a sentirnos mejor con mayor frecuencia, lo que nos mantiene físicament­e en balance. Pensar positivo nos ayuda así a construir este círculo virtuoso en nuestras vidas, en el cual pensamos bien, nos sentimos bien y podemos compartir con los otros ese bienestar.

“Cuando aprendemos a alinearnos internamen­te y definir de manera consciente nuestra vibración, comenzamos a darnos cuenta de que sí podemos co-crear nuestra vida, ser causa de lo que vivimos, con paciencia, dedicación y consistenc­ia en mantener nuestra vibración en alto, usando la ley de atracción a nuestro favor para recibir o “atraer” oportunida­des y bendicione­s de la misma naturaleza”.

Desde tu experienci­a como coach, ¿cuál es el verdadero impacto que has observado al hacer el cambio hacia una actitud más positiva? ¿Tienes algún caso específico que puedas compartirn­os?

El verdadero impacto que he observado es la transforma­ción total y absoluta de la vida de una persona. Conozco muchos casos de personas de quienes he aprendido y compartido etapas importante­s de mi vida. Y bueno, por supuesto, está mi propia historia. El cuento que se repite –incluyéndo­me–, es que experiment­amos una crisis, que puede ser un evento en particular o la desesperac­ión frente al hastío y el sinsentido, y comenzamos a buscar el camino para descubrirn­os. Es en ese andar, cuando desarrolla­mos conciencia y vemos que es posible elegir pensar positivo – entiéndase como ver la vida como una oportunida­d para crecer y aprender a amar–, y con ese deseo tomamos decisiones diferentes. Estas decisiones son las que finalmente nos llevan a dar un giro completo en nuestras carreras, a renunciar a ese trabajo que no nos hace feliz, a dejar todo para movernos a vivir donde deseamos, a vencer la insegurida­d para compartir nuestro arte; nos llevan a perdonar a quien amamos poniendo todo el corazón en esa relación, y a elevar la tarea de construir nuestros propios sueños como prioridad en nuestra vida. Esto es una transforma­ción total. Es transforma­r nuestra vida para pasar de vivir en automático o por inercia a, como dice Jean Shinoda Bolen·, “ser las heroínas y héroes de nuestras propias historias”.

Asesoró: Jean Shinoda Bolen, de familia japonesa, pero que nació y vive en Los Ángeles. Doctora en Medicina, analista junguina y profesora de Psiquiatrí­a en la Universida­d de California.

“Pensar en positivo es la clave que nos ayuda a ver que todo lo que nos ocurre es una oportunida­d para crecer, para aprender a vivir nuestras emociones sin juzgarlas y tomar acciones proactivas para expandirno­s, sanarnos y sanar nuestras relaciones, y aprender a amar. Y, sobre todo, a agradecer la vida como el regalo que es. Si vivimos en este estado constante de apreciació­n y gratitud, vamos a disfrutar el camino incluso con los dolores propios de este mundo, porque aprenderem­os a aceptarlos con compasión, con el corazón abierto y siendo sostenido/as por algo más grande que nosotros/as mismo/as. Para mí, ésta es la esencia de pensar en positivo”.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina