Panes integrales, una buena fuente de salud
El 16 de octubre se celebra el Día Internacional del Pan, y aunque se trata de un alimento básico en la dieta, no lo conocemos tan bien como debiéramos. De hecho, el pan integral no siempre es como debería ser. Con la ayuda del panadero artesano Moncho López vamos a desentrañar algunas dudas.
Incluir productos de harina integral en nuestra alimentación es una de las recomendaciones dietéticas más en boga desde hace más de una década. Pero… ¿cuáles son los más recomendables y por qué? Como nos explica Moncho López, obrador artesano de panadería “Muchos de los panes que nos parecen integrales, o incluso nos venden como tales, realmente no lo son. Se trata de elaboraciones a partir de harina blanca refinada a la que se le añade un porcentaje de salvado, en torno al 1%, para darle aspecto de integral”.
Un pan de trigo integral es el que se elabora a partir de harina de trigo integral, aunque estos panes se consiguen mezclando harina blanca, salvado y germen en las mismas proporciones que están en el grano. A esta mezcla sí se la considera como integral.
El pan multicereal sin embargo tiene poco que ver con esto, ya que se trata de un preparado que, como su nombre indica, está elaborado con semillas de diferentes cereales, pero esto no garantiza que los panes sean integrales, pueden ser harinas refinadas procedentes de varios tipos de cereal o incluso pueden mezclarse harinas blancas e integrales. Por ello, estos productos no tienen por qué ser más sanos que un pan de trigo tradicional preparado con harina refinada.
“El más natural es el de grano completo. Un grano de trigo tiene 3 partes: endospermo, el salvado y el germen. El endospermo, que es lo que mucha gente conoce como grano, es el que contiene los carbohidratos; el salvado es la parte que protege al endospermo y la que contiene la fibra; y por último el germen que contiene vitaminas del grupo B y minerales”.
Para considerar a un pan como de grano entero es necesario que “la harina se muela al momento de ser utilizada, para que no se estropee”. “Particularmente, trabajo con una harina ecológica de grano completo de altísima calidad, que importamos de Bélgica. Con ello conseguimos un pan rico y con grandes valores nutricionales, muy sano y natural”, finaliza López.