INMUNIDAD Estimúlala con Ajo y Cebolla
a sociedad viene enferma, no sólo por el estrés, la contaminación ambiental, la falta de ejercicio, sino también por la mala alimentación. Desde hace varios años que se industrializó todo (frutas, verduras, enlatados, carnes, alimentos procesados, etc.) la mayoría de las personas no cocina más. Por falta de tiempo, de motivación y/o por comodidad. Lo cierto es que si no volvemos un poco más a lo natural este panorama no cambiará, advierte el chef Pablito Martín. determinados alimentos puede hacer una diferencia notable con el funcionamiento de nuestra inmunidad. Cuando hablamos de inmunidad nos referimos a la resistencia que tiene o adquiere un organismo para enfrentar enfermedades y quedar libre de ellas.
A raíz de esta situación, a continuación presentamos algunos de los alimentos más destacados para estimular la inmunidad son:
AJO
Es el remedio natural utilizado en la prevención y tratamiento de varias enfermedades en casi todos los tratamientos medicinales, pero probablemente su uso más extendido se vincula con el estímulo de la inmunidad. Se utilizan los bulbos, conocidos como cabeza, y nos aportan aceites esenciales, y principios activos antioxidantes, antibióticos, etc. Entre sus indicaciones podemos destacar su papel regulador de las prostaglandinas, una propiedad muy importante. El ajo inhibe la producción de prostaglandina E2, la cual está implicada en los procesos inflamatorios
Cuando el sistema inmunitario falla y permite el alojamiento y reproducción de microorganismos en nuestro cuerpo, se genera la enfermedad. Por eso, lo mejor es prevenirla con alimentos caseros, que todos tenemos en la alacena.
en general, alérgica y autoinmunes. Como estrategia antiinflamatoria, alérgicos y autoinmunes. Como estrategia antiinflamatoria es recomendable ingerir preparados de ajo junto con los de aceites de pescado o lino (omega 3) y aceite de onagra o prímula (omega 6), para que los efectos sean completos. Esta trilogía está indicada en enfermedades como esclerosis múltiple, artritis, alergias, diabetes, hipertensión.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 50% de la población infantil se ve afectada por ellos, las enfermedades de transmisión hídrica (paritosis) son la segunda causa de ingresos en los hospitales públicos. Entre los síntomas frecuentes ante presencia de parásitos podemos citar:
RECURSOS DEL AJO
Tensión, agresividad, depresión, gases, acidez, modorra, vista irritada, picazón en el ano y la nariz, problemas en el cuero cabelludo y uñas, miembros inferiores cansados, constipación alternada con diarreas explosivas, mal aliento, diverticulosis, acné. Por supuesto, para curar una infección por parásitos, el ajo es un recurso auspicioso pero con frecuencia insuficiencia; de manera simultánea será necesario un cambio en la alimentación basado en alimentos frescos y sin procesar y eliminar los azúcares y harinas refinadas, los dulces y los productos industrializados.
Por su capacidad hipogluceniante, el ajo es muy beneficioso para los diabéticos de todo tipo, amén de proteger contra las patologías neurológicas y cardiovasculares contra las patologías neurológicas y cardiovasculares asociadas a la enfermedad.
Como cardioprotector, su acción se debe a sus propiedades como vasodilatador, antiagregante plaquetario, hipotensor, antioxidante y antiescleróticas siendo las enfermedades del corazón la principal causa de muerte en el mundo, el ajo se presenta como un recurso inestimable. El ajo es un estimulante de la actividad de las células defensivas del organismo, los cuales pueden ser inducidas a atacar con más éxito las células cancerosas; también se usa con buenos resultados en el tratamiento del sida.
UTILIZACIÓN
El ajo puede ser utilizado de la siguiente manera:
Supositorios: indicados para combatir los parásitos intestinales, normalmente se utiliza el extracto seco a razón de 100 a 250 mg por unidad; mucho más práctica y accesible es la aflicción por el año de un ajo crudo untado en aceite de oliva extra virgen. Jugo: consumir diez a 30 gotas por dosis, varias veces al día. Tintura: consumir entre 30 y 40 gotas, tres veces al día. Uso externo:
pomada compuesta por jugo de ajo y vaselina a partes iguales, se usa con fines antisépticos.
Ajomiel: se colocan 400 gramos de ajo machacados en una botella de cuello ancho, se añade igual cantidad de vinagre de manzana y agua hasta cubrirlos. Se cierra la botella y se deja macerar durante cuatro días, agitando vigorosamente tres veces diarias. Finalmente, se cuela el preparado, se agregan 250 gramos de miel, se agita bien y el preparado está listo. Para consumir a razón de una o dos cucharadas soperas antes de las principales comidas: se conserva por alrededor de un mes en un lugar fresco o en el frigorífico.
Ajoaceite: se emulsiona varios ajos machacados con aceite de oliva virgen extra hasta formar una pasta tipo mayonesa, y se deja reposar 2 o 3 días.
Decocción: se hierve una cabeza de ajo en un litro de agua durante 5 minutos y se beben tres tazas diarias; esta preparación pierde parte de las propiedades del ajo pero se evita el mal aliento y el otro corporal.
Enemas: se preparan a razón de 2 o 3 cucharadas de ajoaceite por litro de agua.
Crudo: se mastica de uno a tres ajos, preferentemente en ayunas. CEBOLLA
La cebolla es cardiotónica, emenagoga, circulatoria, bactericidas, hipocolesterolenriante, antiagregante, plaquetario y estimulante del apetito. Mejora ciertas condiciones digestivas, alivia el estreñimiento y reduce el azúcar en sangre. Es antiinflamatoria y anticancerígena, y como diurética ayuda a purificar el organismo. Además, de tener otros muchos usos tradicionales.
Por supuesto, es de gran interés para todo tipo de afecciones respiratorias, tales como bronquitis, catarro, resfrío, tos o gripe. REMEDIOS CASEROS
Jarabe de cebolla: mezclar a
partes iguales el zumo de cebolla caliente (sin hervir) con miel; tomar una cucharadita varias veces al día hasta que se produzca el alivio.
Tintura de cebolla:
se maceran partes iguales de cebolla y alcohol durante 100 días, se toman tres o cuatro cuadrados diarios durante las comidas.
Genérico de cebolla para afecciones respiratorias:
este recurso es un todo terreno para tratar todo tipo de infecciones de las vías respiratorias. Se mezcla el jugo de cebolla, el jugo de un limón y dos cucharadas de miel y se bebe caliente.
Vino de cebolla:
el vino de cebolla es una receta tradicional cuyo propósito es disponer diariamente todas las propiedades preventivas de la cebolla. Su preparación consiste en macerar 300 gramos de cebolla en un litro de buen vino durante unas dos semanas y beber una copita diaria.
Fuente: Libro “Estimula tu inmunidad natural”, obra de Pablo de la Iglesia y Pablito Martín.