Bienestar Natural

¿ES POSIBLE APRENDER A DESCANSAR LA MENTE?

Ramiro Mora y Araujo, instructor de la Fundación El Arte de Vivir, explica cómo usar la respiració­n para modificar emociones y pensamient­os

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En un mundo hiperconec­tado, con personas que llevan a cabo multitarea­s todos los días, la mente está acostumbra­da a ir muy rápido y por ende, comienza a acumular cansancio y estrés. Tomarse unos días de descanso no alcanza para que la cabeza se calme, ya que recibe estímulos de forma constante. Lo único que tiene la capacidad de sobrepasar la mente es la respiració­n, ya que ambas están conectadas, junto con las emociones.

"Si estamos enojados, la respiració­n se vuelve corta y rápida; si estamos tristes, se torna larga y profunda; sus patrones van cambiando, junto con los tipos de pensamient­os. Todo está relacionad­o. Por eso, es fundamenta­l aprender a usar la respiració­n para modificar emociones y pensamient­os", explica Ramiro Mora y Araujo, instructor de la Fundación El Arte de Vivir (www.artoflivin­g. org). Además, remarca: "Hay que aprender a utilizar la respiració­n para cambiar la manera en que nos sentimos y, por consiguien­te, eliminar las emociones ligadas al estrés y facilitar un estado de felicidad, relax y energía para lograr una mejor calidad de vida".

Paso a paso: Respirá

Siéntate o acuéstate lo más cómodo que puedas. Podes hacerlo en tu oficina, casa, donde quieras.

Lleva tu atención a la respiració­n y comienza a inhalar suave y profundo. Haz una pequeña pausa y luego exhala muy despacio por la nariz. Deja que tu estómago se desinfle, y libera al pecho y espalda de toda tensión. Si estás en tu hogar, cierra los ojos y respira en un ritmo leve y largo que puedas mantener. Repite este ejercicio 10 veces por lo menos.

Es normal al principio que la mente se te vaya de foco, cuando lo notas, vuelve a llevar la atención a la respiració­n.

Luego, quédate 5 minutos más así, observado tu respiració­n ya que eso también es muy tranquiliz­ador para tu mente.

Lentamente permítele a tu respiració­n que regrese a su ritmo normal.

Cuando aprendes a manejar tu energía, lo haces también con tu mente y emociones. Ganas mucha conciencia, foco y eso hace que tus tiempos comiencen a rendir mejor. Ten en cuenta que tu mente se dispersa muy rápido y lo que podrías hacer en 15 minutos, tardas 45. Cuando hay claridad, tus prioridade­s se ponen en orden y te quedan horas a tu favor. La mente se acalla y el tiempo cobra otra dimensión, se transforma en infinito.

PRINCIPALE­S BENEfiCIOS

Reduce significat­ivamente los niveles de estrés (reduce el Cortisol).

Alivia la ansiedad y depresión.

Mejora la salud y trae paz mental.

Elimina las emociones negativas y aumenta la energía, el entusiasmo.

Mejora las funciones cerebrales (incrementa el foco mental, la calma y la recuperaci­ón ante los estímulos de estrés).

"Llevar la atención a la respiració­n tiene una gran capacidad de transforma­ción: donde ponemos atención, eso crece, sea en algo positivo o negativo. Si tu atención es dispersa, entonces en tu vida hay demasiado cambio continuo. Cuando no sos consiente, la mente tiende irse a lo negativo y no te das cuenta. Por eso, así como te aseas cuando te levantas, haz lo mismo internamen­te: limpia tu mente, emociones y corazón todos los días", sugiere el instructor.

Fuente: Fundación El Arte de Vivir.

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